Todas las mujeres tienen el derecho de encontrar su ritmo y sus dinámicas: Psic. Karina Münchmeyer Escobar

Entrevistas

Karina Münchmeyer Escobarpsicóloga clínica por la Universidad Autónoma de Querétaro, en el marco del Día de la Madre, da respuesta a preguntas vinculadas con la importancia de sensibilizarnos sobre la salud mental de la madre y hace recomendaciones en este respecto, además, profundiza en aspectos de suma relevancia acerca de trastornos emocionales que pueden presentarse durante y después del embarazo.

 

1.-¿Cuáles son los trastornos emocionales que se pueden presentar durante y después del embarazo? ¿Cuáles son los más frecuentes?

A pesar de ser un proceso natural, el embarazo representa un periodo de mucha alteración en la mujer, tanto corporal, hormonal como también emocional. La futura madre, de manera individual o en conjunto con su pareja y familiares, empieza a elaborar diversas expectativas sobre la siguiente etapa de vida que tiene por delante y conforme avanza, se encuentra ante una continua adaptación e identificación con su propio cuerpo.
La mayoría de las mujeres presentan diversos miedos respecto al embarazo y el hecho de convertirse en madres. Uno de los mayores miedos es no ser una buena mamá, no tener los instintos adecuados o repetir los mismos errores que sus padres cometieron con ellas.
Posteriormente al embarazo, es bastante común que las mujeres desarrollen una depresión posparto que pueden conllevar fuertes alteraciones emocionales hacía sus bebés, percibiendo una desesperación o incluso cierta sensación de rechazo. No solamente estamos hablando de un cansancio por estar a cargo de un infante, sino la dificultad por reconocer y aceptar el nuevo cuerpo como resultado del embarazo, así como sacrificar los aspectos personales por visualizar el bienestar y las necesidades del bebé. Ser mamá y papá se convierte en una dinámica 24/7, exponiendo al cuerpo humano ante nuevos retos.
En casos severos de una depresión posparto, la nueva mamá puede incluso hacerle daño a su bebé en un acto de desesperación, jalando o sacudiendo al bebé (por ejemplo en momentos de llantos prolongados).

2.-¿Toda mujer puede desarrollar algún tipo de trastorno emocional durante el embarazo o posparto? ¿Hay factores que ubiquen en mayor condición de vulnerabilidad a algunas mujeres?
Todas las mujeres, sin excepción, pueden desarrollar algún tipo de trastorno mental, empero, claramente hay condiciones que fomentan más el desarrollo de las mismas. Algo interesante es el antecedente de una interrupción de embarazo, independiente si es natural o inducido. Un aborto emocionalmente no atendido puede representar un tema de conflicto para la futura madre, percibiendo una sensación de culpa o la asociación directa con tal experiencia, tanto corporal como emocional. Puede aumentar el miedo de perder
nuevamente al bebé o presentar la sensación de injusticia por tener al actual bebé pero no al anterior.
Igualmente, al no contar con una red de apoyo, ya sea familiar o de pareja, la mujer se enfrenta sola ante la responsabilidad de ser mamá y los cuidados del infante. Por supuesto puede generar una profunda sensación de soledad y desesperación, colocando a la mujer en mayor riesgo de desarrollar algún tipo de trastorno mental. Algo tan sencillo como presentar disfuncionalidades en la relación, la falta de comprensión por parte de la pareja respecto a la totalidad del embarazo y post embarazo -las hormonas alteradas, los cambios
corporales que presenta la mujer y la carente identificación consigo misma o el rol materno puede aumentar la posibilidad de una separación, provocar diversas inseguridades o introducir a la nueva mamá en un trastorno depresivo.

3.- Si previo al embarazo, la mujer ya padece algún tipo de trastorno emocional ¿Qué complicaciones pueden surgir? ¿Existe el riesgo de que se desarrolle otro tipo de trastorno?
Si una mujer ya padece de algún trastorno mental, si resulta de relevancia que sea tomado en cuenta durante el embarazo, pero realmente también en todo momento de su vida.
Cualquier trastorno mental conlleva sus implicaciones en la vida cotidiana de las personas, por lo cuál siempre afectan en la dinámica familiar, de pareja y la crianza. Los trastornos ya diagnosticados se pueden agravar en el embarazo, contribuir a la depresión posparto o el desarrollo de otro trastorno adicional. Los trastornos realmente se complementan y fomentan entre sí, por lo cuál el cuidado de la salud mental es esencial.

4.- ¿Cuáles son las señales que indican la necesidad de recibir atención profesional? ¿Cómo se determina el tratamiento a seguir? ¿Qué tipo de tratamientos se pueden llevar a cabo dependiendo del caso? ¿Qué puede suceder si la madre no recibe la atención debida?
Realmente cualquier indicio de que el trastorno interfiere e inhibe en la dinámica y las actividades cotidianas. Esto no solamente aplicaría para la mujer y la madre, sino para cualquier persona que presenta un trastorno mental. En el momento de presentar dificultades en nuestro día a día, es momento de acudir a atención profesional. Sin embargo, la atención psicológica no solamente es para resolver una crisis, sino sirve
justamente de prevención.
El tratamiento se determina junto con el profesional de salud y depende del caso, los síntomas y la severidad. La atención puede ser únicamente psicoterapéutica, trabajando mediante herramientas y técnicas específicas o puede ser interdisciplinaria, acudiendo adicionalmente al tratamiento farmacológico considerando casos severos.
Al no recibir la atención debida, los trastornos continuarán afectando la dinámica cotidiana y con ello los distintos ámbitos de la vida, laboral, familiar, social, de pareja y definitivamente el desarrollo y la salud mental de los hijos.

5.-¿Por qué resulta importante sensibilizarnos sobre la salud mental de la madre?
Convertirse en padres es una gran responsabilidad y debemos señalar que la madre al igual que el padre, determinan la crianza y el desarrollo emocional, así como mental de sus hijos.
Representan un espejo, el ejemplo a seguir, por lo cual siempre debemos cuidar de nuestra salud mental, nuestros comportamientos, valores y hábitos.
Es un hecho que la mayoría de las mujeres no son informadas sobre todo lo que implica el embarazo, ni los cuidados posteriores y el periodo de recuperación. El cuerpo queda sumamente afectado y mutilado, presentando una gran sensación de dolor, respondiendo aún así ante las necesidades del bebé.
Por ello debemos visualizar a la mamá desde una postura plena en lugar de minimizar su sentir, sus hormonas y el proceso del embarazo. A pesar de ser un proceso natural del cuerpo femenino, debemos reconocerlo por lo que es, un fuerte desgaste e impacto corporal. Puede representar una de las etapas que más apoyo emocional requiere.

6.-¿Cuáles son las recomendaciones generales para cuidar la salud mental, tanto de las madres como de sus bebés?
En primera instancia ser honestas consigo mismas y reconocer cuando requieren de ayuda. En diversas ocasiones asumimos que debemos lograr las cosas de manera independiente y solas, sin embargo, representa mayor madurez reconocer nuestros propios limites y pedir apoyo. No señala un fracaso o ser una mala madre, simplemente significa que somos conscientes sobre nuestro cuerpo y capacidades.

7.-Comentarios finales.
Confíen en sus instintos maternos, van a surgir naturalmente cuando menos lo piensan e igualmente no recurran a la comparación con otras madres. Todas las mujeres tienen el derecho de encontrar su ritmo y sus dinámicas. No existe una receta de como convertirse en la madre perfecta, hay más que sólo una manera y encima de eso no existe la perfección. Las personas, sus familiares y amistades van a interferir continuamente, aportando opiniones sobre que no hacer, lo cual fácilmente puede abrumar a la nueva
mamá. No tengan miedo de establecer límites ante sus familiares y romper con los patrones dañinos

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