Aspectos fundamentales que debe considerar una mujer sobre el cáncer de mama

Entrevistas

El Dr. Gamaliel de Jesús Hernández Ramírez es graduado por la Universidad Nacional Autónoma de México, especialista en Ginecología y Obstetricia (4 años), y subespecialista en Oncología Ginecológica (3 años), el hospital de especialidades fue el Centro Médico Nacional La Raza.

El Dr. Hernández Ramírez remarcó que la carrera de medicina es bastante larga, fueron 7 años de especialidad, de 2010 a 2017, lapso en el cual, radicó en la capital del país, anteriormente debió estudiar durante 6 años la licenciatura en medicina de 2003 a 2009.

Llegando a Querétaro (2017), buscó acomodo en un hospital, tanto institucional como privado porque su especialidad, lamentablemente tiene mucha demanda actualmente, muestran incremento los casos de canceres porque la longevidad de vida aumenta y el aumento del nivel de vida originan una mayor probabilidad de adquirir más enfermedades. Se dieron las oportunidades para abrir su consultorio en 2018.

Precisó el cáncer de mama tiene comportamiento muy clásico, puede suscitarse en hombres y mueres, pero la diferencia es abrumadora, ya que la proporción es de 200 mujeres a 1 hombre. Hernández Ramírez tuvo la perspectiva de asociarse con ginecólogas porque acaparan el mercado conformado por la mujer, una dama enferma a menos que sea muy especifico su problema iría con un hombre, en caso de tumores de mama el ginecólogo es el primer contacto de la paciente, al no tener la formación oncológica la envían con quien compete, por ello en su consultorio (Hospital San José) hay un cirujano general y una ginecóloga. Las pacientes que llegan a tener cáncer son conducidas hacia él, o directamente llegan a consultarle en situaciones determinadas.
Es complicado llevar una estadística particular en relación al cáncer de mama, pero en general, refleja un aumento con el nivel de vida y el mayor número de años que una persona llega a vivir hoy en día, también interviene la marcada inclinación a la alimentación occidental, acentuada por los productos emanados principalmente de Estados Unidos, desde hace 10 o 15 años invadieron países con industrialización tardía, haciendo fuerte presencia empresas como McDonald’s, Pizza Hut, KFC, etc., y el mexicano adopto hábitos que han desencadenado en el desarrollo de la obesidad, aspecto que genera riesgo de cáncer, sobre todo del mamario, y se ha disparado en los últimos 15 años, a principios de la primera década del siglo actual, se registraban 11 casos por cada 100 mil habitantes ahora es el doble, en dos grupos de edad, quienes aún no cumplen 60 años tienen menor incidencia; en cambio, quienes tienen 60 años cumplidos o más, concentran la mayoría de casos, en la mujer que sobre pasa los 65 años hay 60 casos por cada 100 mil habitantes en México, al año en el mundo son 1.7 millones de afectadas, aproximadamente el Dr. Gamaliel Hernández ha visto 60 pacientes con este tipo de cáncer en poco mas de dos años y medio de práctica médica.

Hay factores de riesgo a considerar, la gente debe saber que la obesidad tiene relación directa con el cáncer de mama, aunque no es causal, de igual manera, resulta indispensable ser consientes que también tienen vinculación con este mal: el tabaquismo (las mujeres fuman prácticamente a la par de los hombres), tener muchos años con su menstruación, una amplia ventana estrogénica (iniciar temprano y terminar tardíamente les ubica en peligro), el consumo actual de anticonceptivos orales o inyectados, meterse hormonas es riesgoso cuando sobre pasan los 5 años, como médicos tienen que conducir la terapia con el debido cuidado; aunado a lo anterior, especificó que las mujeres tienen que evitar automedicarse. En este punto se mostró reiterativo al asegurar que su uso indiscriminado es riesgo para desarrollar el cáncer de mama, cuando el período de utilización es superior al lustro. El consumo de alcohol también tiene que ver con ello. Actualmente las prioridades de las mujeres hacen que posterguen su maternidad; derivado de lo previamente citado, el especialista aseveró que tanto mujeres nuligestas como aquellas cuyo su primer embarazo haya después de los 30 años de edad, también se se ubican en riesgo porque se concentraron por más tiempo las hormonas estrogénicas; en general hijos tardíos o escasa cantidad pueden constituir un factor.

Lo principal es tener conciencia acerca de que la enfermedad cada vez es más frecuente, no es ajena, todos conocemos a alguien con cáncer, acercarse a las fuentes de información, ya sea internet, médicos, hospitales, campañas de prevención e información resulta de suma importancia, del mismo modo, es sumamente relevante que  sean responsables con su salud en el autocuidado, si ya poseen información sólo queda accionar para disminuir. En este punto, Hernández Ramírez puntualizó que las damas tienen que llevar a cabo la autoexploración mamaria, revisarse por sí solas a partir de los 18 años, cada mujer debe hacerlo una vez al mes 5 a 7 días después de haber finalizado su menstruación. Posteriormente, llegará un punto en el cual deberán practicarse estudios, mastografía anuales a partir delo s 40 años, aunque estén sanas. Cuando hay oportunidad con edad correspondiente que se puede realizar determinado estudio se puede determinar a tiempo.
Los estudios son a cierta edad, a partir de 40 años la mastografía, aunque se puede presentar en mujeres más jóvenes, también hay otros estudios que se llevan a la práctica dependiendo de cada situación, como pueden ser el ultrasonido mamario, tomosíntesis, resonancia magnética y tomografía con emisión de positrones (PET/TS).

  • Ultrasonido: es en tiempo real, con frecuencias no audibles para el oído humano, donde la frecuencia sónica permite ver lesiones nodulares llenas de líquido, nódulos solidos, abscesos, y diferenciara lo que es liquido o tumores quísticos, es a través de la sonda que emite sonido. la principal utilidad es la diferenciación antes citada, entre lesiones quísticas y solidas, caracterizándolas (tamaño, margen, etc). Si tienen menos de 40 años, es recomendable que las mujeres se hagan este estudio aún sin síntomas.
  • Mastografía: es de tamizaje, tiene que practicarse por mujeres desde los 40 años, con o sin síntomas deben hacérselo, son lanzadas diversas campañas a la población sana para descubrir casos positivos. Consiste en una radiografía de la mama, desnuda la dama introduce sus senos en palcas que hacen compresión de ambas manas , con proyección de arriba hacia abajo y otra oblicua, se observan lesiones que clínicamente no son detectadas, al ser imperceptibles al tacto se puede hallar lesiones antes de que sean reconocibles o preclínicas. Es la oportunidad de descubrir enfermedades en etapas muy precoces y sea factible lograr mejores resultados. Al comprimir las glándulas mamarias se redistribuye el tejido, mediante radiaciones, se ven a través de un negatoscopio, son identificadas asimetrías, nódulos, microcalcificaciones (puntos blancos en mamas que pueden ser cáncer inicial).
  • Resonancia magnética: estudio con buena nitidez que no emplea radiación, es electromagnética, tiene mas utilidad en pacientes con prótesis mamaria, puesto que resulta complicado evaluarlas con los estudios anteriores, porque la mastografía les puede generar incomodidad, dolor o deterioro en el implante. Con la resonancia es posible observar lesiones delante de los implantes, aunque también es viable practicar este estudio a pacientes sin implantes, ya que cuando se reseca un tumor, la mastografía no la diferencia bien, confunde, hace parecer una lesión; por el contrario, la resonancia señala con precisión si lo mostrado corresponde a una operación, y lo que aparece es cicatriz postquirúrgica, no otra cosa.
  • PET: intervienen dos contextos, el primero se relaciona a la respuesta al tratamiento cuando dan principio las quimios y ver cómo se reduce el tumor, asimismo, es beneficiosa para saber con precisión si alguien que tuvo cáncer ha vuelto a presentar la enfermedad, favorece la pronta identificación de recaídas.

La cirugía del cáncer de mama ha evolucionado por tres períodos importantes: radical-conservador-oncoplástico (OC), en el primer procedimiento quitaban mama y ganglios, no tomaban en cuenta tamaños de tumores (era radical), antes eran muy grandes por no existir la mastografía, y la cirugía radical consistía en quitar todos, a veces desarticulaban y amputaban el brazo (hace más de 150 años). En el período el conservador se decía que sólo extirpaban la parte involucrada, pero empezaban a quitar pedazos mas grandes, generaban asimetría con la mama sana, era beneficioso porque no perdía el seno la mujer, pero la asimetría creaba inseguridad y otros problemas, especialistas empezaron a caer en cuenta de que la cirugía conservadora requería tratamientos cosméticos.
La cirugía oncoplástica comprende múltiples procedimientos con distintas especificaciones, se llegó a dos términos, la reconstrucción inmediata o diferida, dentro de la OC se le opera y al mismo tiempo colocar el implante o rotar tejido de la misma mujer, esto es una reconstrucción inmediata, ocurre al mismo tiempo que se da el tratamiento, en otros casos, porque la mujer no tiene recursos o se presentan diversas situaciones, hay que hacer el procedimiento diferido, la mujer se va a casa sin su mama, pero después se reconstruirá a través de rotación del colgajo propio o implante. En la cirugía OC hay muchas, pero para le público en general vino a renovar y revolucionar el tratamiento del implante. Las cirugías conservadoras no satisfacían requerimientos cosméticos, OC trata el cáncer adecuadamente, y al mismo tiempo da lugar a un resultado estético.
Pero medicamente no en todos los casos se ofrece la OC, por ejemplo en pacientes con enfermedad del tejido conectivo, si padecen el síndrome llamado Ehlers-Danlo (enfermedad del hombre de chicle), el lupus eritematoso o afecciones importantes en la piel. De aplicar estos tratamientos, la enfermedad puede empeorar en el área radiada e incrementar lesiones dérmicas, sobre todo en las pacientes lúpicas. Cabe señalar que al quitar una porción enferma se deja alguna sana, pero es indispensable cuidar que en la zona intacta no haya células que puedan originar cáncer, pero con las enfermedades anteriores se deben aplicar radiaciones y sólo hay cabida para aplicar un tratamiento radical.
Principales molestias, sensaciones de bolita, generalmente caracterizadas por dureza pétrea, nódulos petrosos, con anfractuosa superficie, generalmente no dolorosos; sin embargo, en tanto se ulceren, dolerán, puede cambiar la coloración a rojizo o dorado en la piel, la consistencia también puede cambiar, generalmente llamada piel de naranja, involucrará o no al pezón, si lo se suscitara el primer caso puede haber secreción hemática o retracción del pezón.
Cuando el nódulo mide menos de un centímetro no es fácilmente palpable por la mujer, ni siquiera por el médico, regularmente se operan dos centímetros cuando una mujer llega a detectarlo, pero los que miden menos de un centímetro son apreciados con la mastografía. dicho estudio es de los pocos que ha demostrado una reducción del 20 al 30% en defunciones por el cáncer de mama; es decir, han fallecido el 30% menos en un grupo (30 de 100). Avanzado el padecimiento puede ulcerar la piel, generar dolor y ganglio axilares palpables, porque la enfermedad migra hacia la axila.

El tratamiento es largo: quirúrgico, quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia, inmunoterapia.
El cáncer de mama incorpora 4 etapas, una mayor etapa requiere un tratamiento más agresivo, si es inicial sólo cirugía o radiación, variará y será individualizado, por ello es importante acudir con un especialista oncólogo que domine el tema, porque cuando caen en el aspecto quirúrgico, depende del deseo de la paciente que participa en la toma de decisiones. A mayor etapa, la intención sanativa disminuirá en la tasa de curación, y será mas frecuente que la enfermedad regrese, si se opera en etapa 3, algunas pacientes recaerán en etapas tempranas. En este punto se implican factores pronósticos adversos (edad avanzada, comorbilidades asociadas, tumor inicial muy grande, etc.), son factores que pueden originar el retorno, y entre más factores pronósticos adversos y predictivos de la enfermedad presente, será más severo.

La peligrosidad de recurrencia va fuertemente asociada a factores que hablan del comportamiento que predice el curso de la enfermedad en determinadas pacientes (edad -a menor edad más agresivo-, la presencia de ganglios linfáticos con cáncer, porque son como un almacén que disemina la enfermedad, la etapa avanzada inicial, comorbilidades, receptores hormonales triple negativo, etc.), de presentarlos el pronóstico puede tornarse más sombrío.
Si la enfermedad regresa, es prácticamente iniciar de ceros para determinar sí solo es a la mama donde regreso, ultrasonidos, PET (escáner de todo para pintar en color especifico lo que se está buscando). Bajo esta tesitura, el Dr. Hernández Ramírez fue puntual al mencionar que cuando es diagnosticada la mujer, y finaliza tratamiento ingresa a un período de vigilancia, este punto es significativo porque permite identificar si se liberó de la enfermedad o sufre recaída, si se encuentra en el segundo escenario es recomendable buscar atención oncológica de cabecera para estudios de identificación a nivel local o sistémico (hueso, hígado, pulmón, etc.), los estudios van a sitios de mayor recaída, a continuación se enlistan son los más frecuentes conforme a su orden de mayor afección: hueso, pulmón, hígado y cerebro. Al llegar a la determinación necesaria, corresponde dar tratamiento quirúrgico o quimioterapia si hay un órgano dañado.

Para concluir, hizo notar la trascendencia de la concientización, porque es la única manera de empezar a cuidarse.

  • En las siguientes imágenes se exhibe una aguja de muestra con pistola automática.
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