La Directora de Operación y Proyectos Integrales para Artesanías; Elena Vázquez y de los Santos, hizo notar que en los últimos años ha habido un giro muy importante hacia el arte popular o la artesanía, el sólo hecho que se debata qué es artesanía y qué es arte popular, es muy bueno; toda vez que, lo que se pretende es que se fije la mirada en las creaciones populares.
Se considera importante precisar que algo es popular porque se maneja por mucha gente, no por un motivo peyorativo; más bien, se relaciona al dominio de algunas poblaciones sobre ciertas técnicas, materias primas, etc., incluso, el que se discuta sobre derechos colectivos, iconografías y sus significados, el uso ritual, ceremonial y festivo, ayuda mucho a quienes atienden al sector artesanal, porque se le está dando otra importancia y se están volviendo realmente como elementos de identidad; lo cual, se ha dicho mucho pero se ha considerado muy poco, todas estas discusiones que se han suscitado desde distintos frentes están fortaleciendo en gran medida el sector artesanal.
Recalcó que se les pide a los artesanos que compartan, piensa que justo por el desconocimiento de la elaboración y el significado de una artesanía es que no se valora como se debe; por ello, se considera sumamente importante que el artesano hable sobre sus procesos, qué implica hacerlo, qué le significa crear, considera que el artesano difícilmente se guarda lo que sabe, cuando la Mtra. Vázquez y de los Santos ha conversado con artesanos sobre el proceso que siguen, ha concluido en que ellos no desean ocultar alguna técnica o etapa de su procedimiento, si no que para ellos es tan natural, que se saltan pasos, en realidad no hay secretos, es mejor que quien se acerca a entrevistarlos adquiera un mínimo de conocimientos, para que si se omitió un paso o algo no se dijo, sea aclarado. En distintas regiones del país puede suceder así, porque los artesanos suponen que no es necesario contarlo; toda vez que, parece ser evidente, porque en algún lugar determinado proceso tiene un nombre y en otro sitio se llama de diferente forma; no obstante, destacó que al artesano le agrada ser visitado y que conozcan sus procedimientos.
Acentuó que cualquier actividad que se lleve a la práctica con los artesanos, si se les platica cuál es el objetivo, se remarca que todo es un proceso a largo plazo, y no se promete nada que no se logrará, en la medida que ellos van observando hacia donde los quieres llevar, es como se genera confianza y compromiso, aunque a veces las partes administrativas les cansa, pero cuando se reflejan los resultados favorables, se obtienen las derivaciones deseadas. Sobre todo, ha habido bordadoras que se han quedado gratamente sorprendidas, porque se dan cuenta que el límite son ellas, ya que la habilidad, destreza y los conocimientos los tienen, en ocasiones se trata de miedo al no vender o no recibir el pago merecido, pero cuando hacen resaltar el por qué se vende a determinado precio, y se enfocan en remarcar la calidad del producto, etc., se consigue ofrecer a un precio satisfactorio, esas acciones, aunque pequeñas, pero constantes, son asumidas por los artesanos, y las toman como propias.
Enfatizó en que la gente debe conocer procesos y procedimientos que llevan a cabo nuestros artesanos, tienen que acercarse a la artesanía como un objeto cultural; y, descubrir qué nos está contando, qué nos quiere decir, ya que en realidad la artesanía inicia con un fin utilitario, ritual, festivo, etc., y, mucho de esto persiste y no lo conocemos; en cambio, cuando nos damos cuenta de lo que encierra un objeto, qué significa al creador y qué está contando, se percibe de otra manera el bien artesanal y se termina por valorar correctamente. Por ejemplo, cuando se ve una blusa de Chiapas, inmediatamente uno se da cuenta que es de Chiapas, pero al observar la iconografía no necesariamente se tiene el conocimiento de qué es, se puede ver un personaje, y se puede decir que es muy bonito, pero puede ser un sapo, un santo, etc., pero por qué comparar un santo con un sapo, para el artesano la respuesta es muy sencilla, es válida la comparación, puesto que los dos generan vida, el sapo cuando croa provoca la lluvia; y, al caer ésta, concibe vida; mientras el santo, da fertilidad a un pueblo cuando se le ora. Entonces, ese tipo de conocimientos y elementos que a la vista parecen decorativos, pero que al adentrarse en ellos, uno se sumerge en el pensar del artesano; y, en cierto modo, también en su comunidad de origen, se obtiene una visión muy distinta y enriquecedora.
Subrayó que el principal aporte derivado de su trabajo en favor de los artesanos mexicanos; es muy simple, hacer su labor con gusto; y, por encima de todo, con mucho respeto, siempre llegando a escuchar cómo lo hacen, por qué lo hacen y para qué lo hacen, sin ningún prejuicio, ni pensar en que se les va a enseñar; en este sentido, aseguró que la palabra capacitación no le gusta, porque no son personas incapacitadas, simplemente se comparten conocimientos distintitos con los artesanos, con quienes se complementan y fortalecen aprendizajes diferentes,
Su mejor forma de retroalimentarse para dar lugar a mejores proyectos, es escuchando y haciendo caso a la crítica proveniente de los artesanos, qué les gusto, qué no les gustó, qué se les facilitó, qué se les dificultó, por qué hacen determinada actividad; o, en su caso, por qué ya no la realizan, buscando no interferir en su vida personal, pero por ejemplo, en los concursos, cuando se pensaba en invitar a los artesanos, había quien decía que no aceptarían porque entre ellos se conocen, pero es como cuando entre investigadores se califican, si lo hacen entre ellos, porque debería ser distinto entre los artesanos; y, derivado de lo anterior, se ha dado a conocer por los propios artesanos, que actuar de esa manera les ha beneficiado en gran medida. Poder, tanto oírlos a los artesanos, como verlos en su entorno es de vital relevancia, ayuda mucho a entender, da pie a numerosas acciones, apoya a que los proyectos sean más directos y concretos para que forjen mejores efectos.
Hay artesanos a quienes no les importa salir a vender, ellos anhelan sólo probar con unos materiales o con otros; por tal razón, para la Mtra. Elena Vázquez, los artesanos son unos alquimistas, puesto que en todo momento están probando y haciendo combinaciones, hay artesanos que tienen muy calaras sus ideas al respecto, textileras hacen prendas para ellas y sus fiestas patronales, pero se saben ciertas que no saldrá su producto al mercado porque al ser muy costoso, no recibirán el pago correspondiente, pero sus prendas no serán dejadas.
La funcionaria federal afirmó que hay damas, quienes se han independizado, y actualmente pueden mantener a sus hijos sin vivir a cuenta de de un hombre. Hizo saber que también depende la zona, el artesano y la rama artesanal, cuando se trata más con ellos, se encuentra un gusto increíble por lo que realizan; incluso, uno se percata de que la venta para el artesano, realmente es un fin necesario, pero no el único.
Para concluir, señaló que se deben seguir manteniendo las políticas con cuidado de género, por convicción, sin discriminar por ser mujer, indígena, pobre, etc., hay que apoyar con mayor ahínco en poblaciones más alejadas o indígenas, porque la mujer sale poco y habla escasamente el español; por ello, se buscan alternativas para que las medidas dirigidas hacia ellas sean iguales.
En algunos casos, a las damas se les complica salir a vender, por su situación familiar; en esas circunstancias, se debe tener cuidado de no originar un problema comunitario por querer hacer un bien; sin embargo, se tienen muy claras las desventajas de las mujeres en zonas, principalmente indígenas, por que hablan poco español, les da miedo salir a vender, etc., hasta ahora se ha propiciado que salgan en mayor número a las ferias, y no dejarlas solas, se les traslada y vigila su seguridad, para que en determinado momento sin el respaldo, estas damas vayan perdiendo el miedo y establezcan por propia cuenta relaciones comerciales.