El cambio hacia un mundo mejor está en la educación: Mtra. Irina Rodríguez Calderón

Entrevistas

La Mtra. Irina Rodríguez Calderón, empezó muy joven a trabajar con niños; únicamente, porque le encantaba, y estar rodeada de seres tan inocentes hacía que lograra alcanzar su mejor versión como persona.

El amor y todo lo que aprendía estando con los infantes, constituyeron aspectos fundamentales para tomar la decisión de preparase cada día más; al presente, el cariño que siente por su trabajo ha crecido tanto como su compromiso. En relación a lo anterior, precisó que si las niñas y los niños son felices, y se encuentran bien y en armonía, tanto con ellos mismos como con su familia, el aprendizaje surge, y cuando lo citado con antelación se produce, le genera energía, pasión, amor y admiración por la educación de cada niño, y entre más tiempo está con los niños más se enamora de su profesión; por ende, adquiere un deber mayor.

Considera que los padres de familia, antes de elegir a una profesional que trabaje con sus hijos, deben tener una clara percepción sobre lo que buscan para sus pequeños; y de esta forma, logren seleccionar de la mejor manera posible entre todas las excelentes maestras que hay, a la persona que se adecúe al perfil idóneo conforme a sus valores y filosofía. En lo personal, piensa que es de vital relevancia la fluidez en el desempeño del niño al estar con su pedagoga, para obtener la confianza necesaria de los padres. Derivado de ello, citó literalmente lo siguiente: “Mi filosofía de vida es muy Montessori, cada niño necesita algo diferente, y por eso es importante aprender a darle a cada niño, familia y ser humano lo que requiere en el momento justo, esto es lo que me diferencia”.

Destacó que siempre se debe iniciar la búsqueda de originar un cambio para bien, en el entorno donde uno vive y trabaja; recientemente, fundó el Club Pedagógico Integral, y a raíz de este suceso, ha podido ayudar de gran manera a la gente; además, ha resultado de suma utilidad el uso de nuevas plataformas para compartir sus conocimientos, con el firme objetivo de que juntos, podamos realizar un punto de inflexión. Hizo notar que incurriría en una falsedad, si afirma que por sí sola ha cumplido los objetivos trazados; porque realmente, siempre ha habido gente que cree en ella; y por tal razón, en todo momento ha recibido, tanto el apoyo indispensable como las enseñanzas imprescindibles; asimismo, ha desarrollado las capacidades indispensables para conformar un óptimo trabajo en equipo.

“Yo como docente y elemento del Club Pedagógico Integral, me baso en la filosofía que cada ser humano tiene, considerando todas las necesidades biológicas, físicas, sociales; y por supuesto, psíquicas, que le ayudan a crecer y aprender, para no únicamente sobresalir en una materia, eso es lo que buscamos satisfacer para que todo se de manera natural e integralmente”.

Acentuó la importancia de analizar los procesos de maduración y crecimiento,  ya que cada niño; y, en general, todo ser humano es completamente distinto, así como su entorno y su manera de aprender; en este sentido, resulta conveniente tener presente que cada persona cuenta con diferentes ritmos, y el escenario ideal es lograr obtener lo mejor de nosotros mismos.

Se le preguntó sobre la trascendencia de centrarse en las competencias que se adquieren en la primera etapa de la vida, al respecto hizo resaltar de manera textual lo siguiente: “No me gusta llamarlas competencias porque este término tiende a malinterpretarse, pero si es muy importante que nuestros pequeños en los primeros años de vida vayan creciendo y cumpliendo los hitos del desarrollo, si vemos que algo está pasando con un pequeño, lo mejor es que si ya nos dimos cuenta, podamos intentar ayudar y mejorar, es una etapa básica donde no se debe perder tiempo, a pesar de que cada uno tiene su ritmo existen estándares que nos pueden guiar si el pequeño va bien o podemos buscar un poquito de ayuda”.

Sobre la comunicación entre la familia del infante y el centro educativo, mencionó que es diaria; toda vez que, beneficia en gran medida formar equipo con los papás, porque sólo así se logran avances significativos. Comentó que diariamente se entrega un informe escrito y oral a los padres; asociado a lo anterior, también se les proporcionan reportes bimestrales, ya que si los responsables no están comprometidos con su pequeño, el trabajo del club se vuelve muy complicado de ejecutar.

Piensa que la primera herramienta en la pedagogía infantil consiste en estar preparada, porque sería insuficiente con tener la buena intención, es imperante contar con la capacitación que satisfaga los requerimientos del interesado, otro elemento básico; sin duda, es el amor hacia lo que estamos haciendo, y estar conscientes de lo que ello implica. No sólo el trabajo en equipo es fundamental, de igual manera lo es la observación, tanto interior de cada adulto, como la de cada niño que está siendo guiado.

Destacó que en su vida profesional se han presentado muchos desafíos, empezando por la educación que se lleva en nuestro país, donde se cree que todos debemos aprender lo mismo, y que todos somos iguales según nuestra edad, y no se visualiza por nuestro nivel de madurez cognitivo, así como biofisiológico.

Otro reto muy grande son los papás que no se comprometen, y hoy por hoy, cada vez es más frecuente, ver infantes que no viven una niñez sana por falta de límites apropiados, y una excesiva exposición a las nuevas tecnologías.

Pese a ello, su trayectoria profesional le ha colmado de satisfacciones cada vez más grandes, remarcó el contento que le produce el ver papás más involucrados, “nosotros buscamos trabajar y concientizarlos porque sin el trabajo en equipo de la sociedad no podemos los maestros hacer nada, así que me encanta ver y  me siento feliz y agradecida de haber podido acercar a familias, a especialistas a un grupo de trabajo excelente, y cada día poder llegar a más seres humanos que buscan crecer y educar para la paz, desde nosotros mismos hasta los niños”.

Para finalizar, afirmó ser una fiel creyente de que el cambio hacia un mundo mejor está en la educación, no sólo en la de nuestros niños y adolescentes que pronto estarán dirigiendo nuestro país, sino en cada persona que hoy está aquí, preponderó que todos necesitamos mejorar y pedir ayuda de ser imperioso; del mismo modo, señaló que para ella, el cambio y el crecimiento son de adentro hacia afuera. Y como colectividad, para dar lugar a una modificación real, necesitamos hacerlo ya, siempre considerando que con nuestro actuar damos un ejemplo con el cual crecerán los infantes.

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