La autopsia efectuada a Debanhi a solicitud de su familia, según informó El País, reveló que la joven fue violentada sexualmente además de haber sufrido golpes. Por tal motivo, la segunda autopsia refleja contrastes con respecto a la versión emitida previamente por la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, la cual afirmaba que Debanhi cayó por accidente en una cisterna.
Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, quien desapareció el 9 de abril del año en curso, cuyo cadáver fue hallado casi 2 semanas después en un cisterna del motel Nueva Castilla, sin embargo, fue golpeada varias veces con un “agente contundente” en la cabeza y perdió la vida antes de llegar al tanque de agua. “Se trata de una muerte violenta homicida”, refiere el texto, según informó El País, medio que continuó asegurando que, el cadáver exhibió “huellas de una relación sexual violenta”.
El segundo dictamen forense, mediante el análisis de imágenes de la exploración médica del cadáver, pruebas diagnósticas y conclusiones, refiere que el cuerpo de Debanhi mostraba signos de violencia sexual, dato que no menciona ni habría analizado la primera autopsia, ni fue hecho saber por la Fiscalía. El segundo examen independiente fue solicitado por Mario Escobar y su esposa desde el 2 de mayo. “El cuerpo presenta huellas de una relación sexual vaginal, violenta y reciente. Esto se deduce por haber encontrado equimosis violáceas y hematomas” en la zona exterior de los genitales, señala el texto, al cual tuvo acceso el Diario el País.
El forense llega a la conclusión de que la Debanhi murió antes de que su cuerpo fuera inmerso o arrojado al tanque de agua, sin valorar cómo llegó ahí, pero concuerda con la primera necropsia en la causa de la muerte, fue originada por profundos golpes en la cabeza