La Mtra. Mónika Rojas, actriz de cine, teatro y televisión, interpreta a «Cynthia» en «Aniela», al respecto comentó que dicha ejecución constituyó un reto diferente, al permitirle implicarse con sensaciones, emociones y circunstancias crudas, rudas y valientes que cimbraron su interior, e hicieron factible hacer cosas atrevidas que no siempre se pueden llevar a la práctica actoralmente hablando, desde experiencias físicas como someterse a 10 horas de prostético o estar tirada y desnuda en una presa, cerca de aguas negras, además de someterse a acciones agresivas de índole sexual. Todo lo citado previamente dio lugar a una inflexión en su carrera, toda vez que, nunca antes había encarado algo así.
A la Mtra. Rojas se le preguntó: «sin justificar lo injustificable». Se ha dado a conocer en diversas ocasiones que una persona es violentada a raíz de haber salido con un desconocido. ¿Hasta qué punto se puede considerar como una irresponsabilidad depositar tanta confianza en alguien que no se conoce?, si bajo ninguna circunstancia alguien podría confiar sus datos confidenciales a cualquier individuo, mucho menos se debería arriesgar la persona de esa manera. Al respecto, la interprete y productora hizo notar lo siguiente: Hablar de responsabilidad es muy destino a culpabilidad, en este punto, resaltó como ser humano, no sólo como mujer, que hay la obligación de salvaguardar su integridad por parte de cada quien, pero nadie es culpable de ser víctima de una agresión, son circunstancias desafortunadas que vive el mundo ante carencia de valores, empatía, generosidad, etc., y somos vulnerables ante esta situación, lo que nos obliga a tener mayor cuidado de nuestra seguridad. Hablando como mujer, acentuó que es irresponsable señalar como culpable a alguien por confiar en quien se acera, cada historia es diferente, no se debe trivializar las cadenas de hechos violentes, es insensible e inconsciente. Resulta indispensable ubicarse en un entorno de responsabilidad social y cuestionarnos sobre qué hacemos como sociedad para estar bien; y, como mujer qué está haciendo para que sus compañeras se encuentren bien pese a no identificarlas personalmente. Reiteró que la falta de valores, amor, generosidad y conciencia sobre quienes somos como sociedad no se debe justificar, jamás pensará que una mujer tras haber sido violada, ultrajada, atacada, etc., fue culpable de ello, y tal acontecimiento, solo le invita a reflexionar sobre su posición social para hacer que su generación levante la voz y cuide de todos nosotros.
Le enorgullece estar en un entorno donde las mujeres alzan la voz, tienen participación activa y originan poder. La intervención que tiene dentro de «Aniela», desde su perspectiva humilde es una canalización y representación de una realidad dolorosa y cruel, poco a poco se perciben adelantos acerca de cómo darnos cuenta donde ubicarnos y qué hacer para avanzar. Está agradecida con generaciones de mujeres que por décadas se exhibieron revolucionarias para que ella sea libre de escoger un camino, incluso de poder desnudarse en pantalla sin ser juzgada; derivado de lo anterior, remarcó que como actriz puede hace algo gracias a mujeres que lucharon para que haya logrado estudiar, trabajar y ser independiente, todo ello se debe a esas damas poderosas que exaltan fuertemente la palabra.
Su personaje «Cynthia» representa significativamente la voz que no se escucha, y culmina desesperada, ahogándose en la desolación con un dolor entrañable, por realmente decir lo que está pasando. «Cynthia» simboliza a millones de mujeres que no sólo han sido agredidas en repetidas ocasiones, culpabilizadas e ignoradas, y que simbólicamente no han muerto, porque han fallecido interiormente ante la carente justicia de autoridades y apoyo social, ya que es más fácil culpar a mujeres lastimadas que cuidarlas y abrazarlas, y se prefiere continuar agrediéndolas, al verlas en una condición de mayor vulnerabilidad se torna más sencillo volver a dañarlas.
La estructura de abordar un personaje dependerá de la naturaleza del mismo, la Mtra. Rojas es una actriz que gusta de sensibilizar, empatizar, observar, identificar y encontrar justificaciones humanas para transmitir con verdad. «Cynthia» dio motivo a un trabajo de observación e investigación sobre victimas, conocer cómo estaban después de determinado tiempo de sufrir una vejación, en «Aniela» se puede suponer que tras haber sido violada y aventada a un basurero, estaría siempre llorando, y no ocurrió así, se ubicaba en shock. En este proceso observó que las entrevistas se llevaban desde un punto indolente, la gente no sentía nada, era interesante ver cómo canalizaba su cansancio, desolación, y desgate; y, lo permitido por los momentos más rudos del personaje en las escenas desde la misma apertura de la película, que muestra a «Cynthia» totalmente desnuda con el rostro desfigurado en una presa de aguas negras, también el final de la obra, el cual es un punto aún más inclemente, puesto que nuevamente ocurre una violación, pero en esta vez se efectúa por tres hombres, y la termina matando la misma mujer que acometió contra ella en primera instancia. Esos dos instantes le dieron a la Mtra. Rojas, «el aquí y ahora» para interpretar; por tal razón, la artista considera que el actor debe confiar en sus sentidos, ser autoconsciente e instintivo, permitir que los ojos vean lo que deben y la piel sienta, de igual forma, imaginar es sumamente relevante. Pero vivir «el aquí y el ahora», los movimientos que son posesiones agresivas ante un cuerpo vulnerable es primordial, aunque tanto la preparación, justificación, observación como el entendimiento del texto, de igual forma, aportan valor.
En general, para la Mtra. Rojas, tanto cine, teatro y televisión, proporcionan fisionomías deliciosas, la televisión da la posibilidad de trabajar bajo presión, con rapidez, ejecución y precisión, ha laborado en Tv como productora, asistente de dirección, directora de diálogos y actriz; emanado de lo anterior, puntos que destaca por la utilidad que han causado en ella, son la puntualidad y exactitud. La capacidad de resolución que tiene en México la televisión es de hacer resaltar, puesto que hay respuestas rápidas y plena conciencia sobre el valor del tiempo. Para la actriz, el teatro deja un enriquecimiento y deleite distinto, tocar diario el mismo texto permite buscar y encontrar cosas nuevas diariamente. El cine da instante, «tocas y sueltas», ejercitas otros músculos, en Tv se utiliza apuntador electrónico como actriz, y está a favor de emplear este dispositivo, no por pereza sino para enfatizar en cómo decir las cosas, tal proceso da lugar a un reto interesante pese a que haya quien lo demerite. En el cine hay tiempo de memorizar como en el teatro, pero no de repetir, sólo habrá la posibilidad de hacer una escena las veces requeridas, pero deberá ser ese día. Televisión, cine y teatro permiten ejercitar músculos emocionales y físicos diversos, los cuales todo actor debería agilizar; asimismo, brindan una complementación actoral madura. Por tal razón, agradeció a estas áreas que considera un espacio sagrado merecedor de todo respeto y entrega.
Ser productora y actriz en un mismo rodaje no es complicado cuando se tiene el respaldo del equipo, en «Aleida» tuvo una conjunción adecuada con los demás productores, dosificaron las actividades, disfrutó en demasía. Previo a esta película ya había realizado dos, en la primera tuvo un personaje que aparecía unos cuantos segundos, haber actuado y producido en ese tiempo le generó fuerte nerviosismo, debido a que mientras la maquillaban resolvía asuntos de otra índole. En la segunda película no actuó, y en la «Aleida», al ser varios productores, cuando fungía como actriz sólo se enfocaba en ese esfuerzo. Desarrollar ambas facetas fue un logro de los más destacables en su carrera, quiere seguir produciendo para sacar adelante proyectos propios y abrir fuentes de empleo.
Su trayectoria profesional ha sido una aventura, tanto como actriz y productora, porque ha entrelazado ambas actividades para conocer personas inesperadamente, sondear personajes, trabajos y roles misteriosos que agradece. Hoy por hoy, la Mtra. Rojas vive en un estado constante de sorpresa, su vida puede cambiar de un momento a otro, ha tenido muchos matices: desilusión, tolerancia a la frustración, llanto, etc., pero hay otras tonalidades cargadas de muchísima alegría, satisfacción y fuerza para demostrar que se puede materializar lo soñado.
A pesar de vivir un año sumamente retador, se dijo contenta por iniciar el 2020 con la gerencia de producción de la película «90 días para el dos de julio», ópera prima del Mtro. Rafael Martínez. Antes de que comenzara el proceso mundial paralizante, estuvo haciendo cine y gozó de sorpresas por demás agradables, actualmente tiene películas con varios socios, situadas en proceso de postproducción, «Mi mariachi» su ópera prima ha estado «festivaleando» y espera que en 2021 tenga salida comercial. Con el Mtro. Isaac Basulto, quien es su socio en otras dos películas: «Breve al momento de morir» del Mtro. Juan Briseño y «Piel Morena» del Mtro. Atruro Castelán, planea que dichas obras, el próximo año puedan ver la luz. Desde 2016 ha sido productora de Shorts México, el año en curso fue la XV edición de este festival. Para concluir, señaló que el camino recorrido por el equipo poderoso de cineastas es un rumbo de mucha ilusión y esfuerzo que está dando frutos, aguarda por el 2021 con mucho temple para recuperar el tiempo perdido durante la contingencia sanitaria, «Aniela» seguirá «festivaleando» y se escuchará de ella. Mónika Rojas conserva su apertura al universo y la vida, no se hace expectativas, lo que se presente será lo correcto y perfecto.