La atención psicológica es de suma importancia para instaurar nuevamente una tranquilidad y confianza en la mujer y no caer en la victimización: Psic. Karina Münchmeyer Escobar

Entrevistas

Karina Münchmeyer Escobar, psicóloga clínica, en el marco del Día Internacional de la Mujer, da contestación a preguntas de interés relacionadas con esta conmemoración y su área de especialidad.

1.-Desde el enfoque de la psicología ¿Qué es ser mujer y qué significa el Día de la mujer?

Ser mujer implica cargar con una amplia gama de expectativas y roles que cumplir. Socialmente nos es impuesto convertirnos en la “mujer perfecta” que represente belleza, fragilidad, elegancia, ser buena novia, esposa, hija y madre. Y a pesar de vivir en la modernidad, debemos ser sinceros y visualizar que el concepto y lo que significa ser mujer, aún no está actualizado en todos los aspectos. En la mayoría de las ocasiones, resulta muy sencillo perderse en la relación con la propia feminidad y sensualidad, la conexión con nuestra sexualidad e identificación con nuestro cuerpo, no únicamente es ignorado sino sumamente reprimido. Considero que el día de la mujer debe resaltar a la mujer como una entidad individual, independiente y fuerte, que encima de cumplir con las exigencias sociales y familiares, ha luchado a lo largo de la historia para obtener los derechos que nos merecemos y un trato basado en la equidad.

2.-¿Cuáles considera que son los motivos para que se desvirtúen las razones de conmemorar el origen del Día de la Mujer y se dirija hacia el consumo para felicitar a las mujeres por su día?

En realidad, lo podríamos considerar como una herramienta de control social para proporcionar una falsa sensación de reconocimiento y validación hacía la mujer y sus aportes a la vida y a la sociedad. No va más allá de una felicitación vacía que únicamente contribuye a la ignorancia y la normalización del ideal de la mujer. Y qué pasa si no logramos cumplir con el ideal de la mujer perfecta, ¿no nos merecemos una carta o flores? Queramos o no, estamos sumergidos en el consumismo, sin embargo, considero que sí es importante reflexionar todo lo que conlleva ser mujer, toda la historia y avances que hemos logrado para asegurar con cada día un mundo más seguro y justo para nosotras y nuestras hijas.

3.-En relación a la violencia contra la mujer ¿Cómo se vincula en particular este tipo de violencia con la psicología?

A mi perspectiva, va muy relacionado a la normalización de la violencia. El hecho de desacreditar los aportes y el valor que contribuimos como mujeres, representa una de las mayores violencias hacía la mujer, ya que evidencia la ausencia de respeto, y ¿por qué, sólo por no ser hombres? Es una manera más de callarnos y ejercer un control sobre nuestra persona, nuestro desarrollo personal y profesional.

4.-¿Cuál es el principal motivo por el cual las mujeres víctimas de violencia deben recibir atención psicológica profesional?

Sencillamente, el bienestar emocional de cada persona. Las situaciones de violencia contribuyen directamente al desarrollo de diversos trastornos psicológicos. Ansiedad, ataques de pánico, depresión, estrés postraumático, etc. Desconfiamos y vivimos ante una constante sensación de miedo, una incertidumbre sobre nuestro propio bienestar, tanto psicológico como físico, ya que después de vivir en violencia, cada persona puede ser vista como un potencial agresor. La atención psicológica es de suma importancia para instaurar nuevamente una tranquilidad y confianza en la mujer y no caer en la victimización. Todos nos podemos convertir en víctima dentro de ciertas circunstancias, sin embargo, victimizarnos va más dirigida a la manera de visualizarnos a nosotras mismas, asumirnos desde una vulnerabilidad y fragilidad. Y si bien el acto de violencia es irreversible, debemos trabajar sobre la impotencia y la aceptación de lo acontecido, reforzando el autoconcepto de las mujeres afectadas y llegar al reconocimiento propio que no hay ni culpa ni vergüenza en lo que sucedió.

5.-¿Cuáles son los tipos de violencia contra la mujer?

Hay diversos tipos, iniciando por la violencia física, sexual y psicológica. Pero la violencia hacía la mujer abarca más que sólo estos tres aspectos. También se dirige hacia la violencia patrimonial y económica, la violencia moral, obstétrica y también respecto a los derechos reproductivos.

6.-¿Cómo identificar factores de riesgo de violencia; hay formas de prevenirla? Desafortunadamente, seguimos ante la ideología de que, al no presentar lesiones físicas, las personas no se encuentran en situaciones de riesgo. La violencia va más allá de la agresión corporal, y el hecho de no poder identificar violencia psicológica a simple vista, se convierte todavía en más peligrosa. La violencia abarca una amplia gama de factores, pero hablando en términos generales, nos referimos a situaciones de control sobre la mujer. La continua humillación, las críticas sobre nuestro cuerpo y factores como la dependencia económica, atacan directamente la autoestima de las mujeres y crean la ilusión de insuficiencia. Para prevenir situaciones de violencia, lo primero consiste en dejar de normalizarla. Ningún trato hacía otro ser vivo y humano debe ser dirigido mediante la humillación y falta de respeto. En primera instancia debemos identificar las señales de violencia y establecer límites firmes que permitan mantener nuestra dignidad y respeto propio.

7.-¿Cuáles son los modelos de intervención que aplican en estos casos?

Nuestro trabajo consiste en proporcionar un espacio seguro y de confianza para el paciente, considerando que hablar sobre las experiencias violentas representa un sufrimiento psicológico muy impactante. Las víctimas de violencia deben recibir la información y los contactos adecuados para obtener una continua atención psicológica y una asesoría legal. Aunque es sumamente doloroso, las experiencias de violencia deben de ser tratados psicológicamente, de lo contrario recurrimos al acumulo de nuestras emociones y a la represión, lo cual, más adelante puede provocar un estancamiento y conllevar repercusiones no solamente a nivel emocional, sino también físico mediante el desarrollo de síntomas.

8.-¿Cuáles son las secuelas que puede generar la violencia en la mujer? ¿Es posible evitarlas? ¿Cómo es el proceso de recuperación?

La violencia hacía la mujer conlleva diversas secuelas, desde el desarrollo de trastornos psicológicas, conductas de riesgo orientadas al suicidio, sensaciones de inferioridad e insuficiencia. La continua sensación de ser observada, criticada y sumergida en un profundo miedo respecto a nuestra seguridad. El proceso de recuperación es complejo, considerando que la experiencia violenta jamás se olvidará, sin embargo, eso no implica que no se puede trabajar y seguir adelante. En diversas ocasiones nos comunican que debemos perdonar el acto de violencia para encontrar una tranquilidad en nuestro propio ser. No concuerdo. No debemos perdonar el acto violento y vivir como si nunca hubiera sucedido, pero si nos debemos perdonar a nosotras mismas. Perdonarnos porque automáticamente buscamos una culpa en nosotras mismas, ya que es más sencillo culparnos que aceptar que no hay una justificación, ni razón detrás del acto. Perdonarnos porque nos provoca una sensación de vergüenza y lo ocultamos, en lugar de elevar nuestra voz y compartir nuestra experiencia para crear más conciencia social.

9.-¿De qué manera puede un profesional en psicología apoyar a mujeres para poder llevar una vida libre de violencia? ¿Cómo pueden apoyar a una mujer para que logre establecer vínculos de pareja cimentados en la equidad?

Lo más importante consiste en trabajar continuamente sobre nuestro autoconcepto. Vernos como esa entidad individual, independiente y fuerte, que no requiere de otra persona para estar bien. La selección de nuestras amistades y pareja, debe de ser basada en querer estar en ese acompañamiento, no debido a una necesidad. Debemos abordar el empoderamiento de la mujer, para que pueda identificar y comunicar asertivamente sus emociones y límites ante cualquier persona. Ser mujer implica ser socialmente culpada, por todo. Debemos trabajar sobre nuestra propia percepción y ya no permitir más actos de control y manipulación.

10.-Comentarios finales.

La violencia inicia desde la educación en casa. Resulta de suma importancia educar a nuestras hijas para la identificación y expresión asertiva de sus emociones, de la misma manera que debemos reforzar los límites tanto personales como sociales. Pero la educación no únicamente debe de ser dirigida hacía las mujeres jóvenes, sino también hacia nuestros hijos varones para inculcar el respeto hacía la mujer y sus derechos para evitar la sexualización y objetualización sobre nuestra persona.

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