Una delegación estadounidense encabezada por la subsecretaria de Estado; Wendy Sherman, se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores; Wang Yi, y otros funcionarios en Tianjin, China, una semana después de que la administración Biden se uniera a una coalición internacional para condenar a China por sus ciberataques globales.
El Departamento de Estado calificó las reuniones de «francas y abiertas» y describió a Beijing como un caso atípico internacional, que está subvirtiendo las normas internacionales, enumerando el genocidio de China en Xinjiang y su negativa a cooperar con una investigación internacional sobre los orígenes del coronavirus.
«El subsecretario subrayó que Estados Unidos da la bienvenida a la dura competencia entre ambos países; y, que tenemos la intención de continuar fortaleciendo nuestra propia mano competitiva, pero que no buscamos conflictos con China», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.
Beijing, que describió las conversaciones como «profundas y francas», respondió con un torrente de condena. Los funcionarios chinos expresaron «fuerte insatisfacción» con la «política extremadamente peligrosa de Washington y la acusaron de hipocresía en materia de derechos humanos.
Con información de CNN y fotografía de mz.ent.official.
