Shakhtar recibió a Feyenoord, y desde temprano los locales buscaban ir hacia adelante, más tarde, Feyenoord tomaba la pelota, pero se mostraban incapaces de penetrar la defensiva local.
Paulatinamente, Feyenoord exhibía mayor confianza, se encontraba plenamente aclimatado. Shakhtar no terminaba de volver al encuentro, ningún remate directo al arco resguardado por Wellenreuther. Acabó la etapa inicial.
Ya en el complemento, Gernot dejó su lugar a Marcus Holmgen, salieron Trouré y Kryskiv, entraron Kesly y Durasek. Trubin ya era factor, Wieffer vio la cartulina amarilla.
Era mucho más Feyenoord que Shakhtar en Varsovia, Pero cuando agonizaban las hostilidades Ezequiel Bullaude emparejó los cartones.