El Museo de Arte de Querétaro (MAQRO) conmemora su XXXV Aniversario, en este contexto; Antonio Arelle Baquete, director del recinto antes citado, agradeció a quienes asistieron para hacer resaltar este acontecimiento por demás relevante. Asimismo, dio la bienvenida a los integrantes de la línea de honor: Gustavo Adolfo Sánchez Rivera, director de Difusión y Patrimonio de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro en representación de Marcela Herbert Pesquera, titular de la dependencia referida previamente; Christian Trejo, representante personal de Adriana Vega Vázquez Mellado, secretaria de Turismo del Estado de Querétaro, además de los maestros Jorge Marín y Juan Manuel Corrales, artistas que junto al Mtro. Daniel Taveira, exhiben parte de su vasto quehacer artístico dentro de este sitio para acentuar de gran manera la trascendencia del suceso. Arelle Baquete, destacó cómo se impone una perspectiva capaz de hace notar puntos importantes de este trayecto; y, gracias a las mentes y dedicados esfuerzos de muchas personas ha resultado factible ubicar al MAQRO como uno de los recintos culturales más significativos de nuestra entidad. Y, lograr que el antiguo Convento de los Agustinos, regrese a su vocación humanística a través de las artes. Derivado de lo anterior, la visión de todas las personas que han generado sinergia para llevar al Museo de Arte de Querétaro hasta el lugar ocupado actualmente, es motivo de una mayor consideración.
El Mtro. Jorge Marín, tomó la palabra e hizo notar su contento por la gran cantidad de gente interesada en conocer las muestras presentadas en el MAQRO por motivo de su 35 Aniversario.
Un recinto tan representativo de Querétaro para mostrar su obra es motivo de orgullo para Marín, quien se dijo enormemente agradecido por los esfuerzos de tanta gente involucrada, aunado a lo anterior, aprovechó de gran manera la oportunidad para invitar a disfrutar con él de esta noche tan especial; y, conocer su muestra «Balances y Equilibrios. En Retrospectiva».
El Mtro. Daniel Taveira presenta «Antropogénico», consecuencia de acciones pasadas que resultan en los constantes cambios climáticos del presente; y, significa efectos, procesos, objetos o materiales que derivan de las actividades humanas, en oposición aquellos que ocurren en ambientes naturales sin influencia del hombre.
Su muestra expresa vida y en una fracción de segundo nos acerca a la muerte. Un retrato artístico de la conciencia que nos obliga a reevaluar nuestro papel en la configuración del destino de nuestro planeta, y abogar por una coexistencia armoniosa, redefiniendo nuestra relación con el medio ambiente.
El Mtro. Juan Manuel Corrales, presenta “Galas Virreinales y Mexicanas. Los Textiles de la vida cotidiana de los siglos XVII al XIX”
En este respecto, mostró suma franqueza al decirse agradecido por la confianza depositada en su trabajo por parte de las autoridades gubernamentales queretanas. De igual manera, reconoció el puntual trabajo de cada persona que colaboró para dar lugar a esta exposición.
Durante los Siglos XVII y XVIII las Artes Decorativas desarrollaron un refinado gusto por los tejidos gracias, en gran medida, a la consolidación de las rutas transoceánicas. Durante esa primera globalización, el Virreinato de la Nueva España ocupó un papel destacado al enlazar Europa con los mercados de Asia Pacífico. Proliferaron entonces novedosos géneros textiles, debido al intercambio tecnológico europeo, la producción masiva de materias primas, como la seda asiática, y la comercialización de los tintes naturales novohispanos, entre ellos la grana cochinilla, el caracol púrpura y el palo de Campeche. La ciudad de Querétaro se consolidó como un pujante enclave social, comercial y productivo. En su parián se vendían numerosos y exóticos textiles llegados de lejanos territorios, junto a otros géneros de la región. Junto con Puebla de los Ángeles se posicionaron como unos de los más importantes centros productores de textiles de la Nueva España.
Los textiles barrocos en el ámbito religioso. Por una parte se encuentran los tejidos empleados en las indumentarias por el clero secular o diocesano, que vive con la sociedad, se somete a las leyes humanas y administra los sacramentos. Por otra, están hábitos del clero regular que vive aislado de la sociedad, en conventos y monasterios, bajo reglas propias.





















