A medida que las comunidades devastadas por las catastróficas inundaciones en partes de Europa occidental comienzan a recuperarse, se preguntan cómo fue todo tan mal, tan rápido. Después de todo, Europa tiene un sistema de alerta líder en el mundo que emitía alertas regulares durante días antes de que las inundaciones envolvieran pueblos enteros.
Pero al menos 195 personas murieron en Alemania y Bélgica, en inundaciones que llegaron rápida y contundentemente. El Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus dijo que envió más de 25 advertencias para regiones específicas de las cuencas de los ríos Rin y Mosa en los días previos a las inundaciones, a través de su Sistema Europeo de Concienciación sobre Inundaciones (EFAS), mucho antes de que las fuertes lluvias desencadenaran las inundaciones repentinas.
Pero pocas de estas advertencias tempranas parecen haber sido transmitidas a los residentes lo suficientemente temprano y claro, tomándolos completamente desprevenidos. Ahora se plantean dudas sobre si la cadena de comunicación desde el nivel centroeuropeo hacia las regiones está funcionando.
«Claramente hubo una seria falla en la comunicación, que en algunos casos ha costado trágicamente la vida de las personas», dijo Jeff Da Costa, investigador de doctorado en hidrometeorología de la Universidad de Reading en el Reino Unido.
Da Costa se centra en los sistemas de alerta de inundaciones en su investigación, y la casa de sus propios padres en Luxemburgo resultó afectada durante el fin de semana. Dijo que las experiencias de la semana pasada muestran que a menudo hay una brecha entre las advertencias meteorológicas que emiten los científicos y las acciones que realmente toman las personas a cargo en el terreno.
Algunas de las advertencias, incluso en Luxemburgo, solo se emitieron después de la inundación, dijo.
«La gente, incluida mi propia familia, se quedó a su suerte sin ninguna indicación sobre qué hacer y sin darles la oportunidad de prepararse», dijo.
En muchos lugares gravemente afectados, los residentes se sintieron abrumados por la velocidad y ferocidad con la que llegaba el agua.
En Alemania, con unas elecciones que se acercan, el tema de las inundaciones se ha politizado rápidamente y los funcionarios están desviando la culpa donde pueden.
El alcalde de Schuld, Helmut Lussi, dijo que la inundación fue completamente impredecible, señalando el hecho de que la ciudad solo había experimentado dos eventos previos de inundaciones intensas, en 1790 y otro en 1910.
Con información de CNN.
