Redacción ACI Prensa
P. José Kentenich. Crédito: Sitio web oficial del proceso de beatificación del fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
El vaticanista Sandro Magister publicó este lunes una carta del Cardenal Joseph Ratzinger de 1982, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la que afirma que el Vaticano no autorizó al Padre José Kentenich a dirigir nuevamente el movimiento Schoenstatt que fundó.
La carta tiene fecha 2 de abril de 1982 y fue enviada por el Cardenal Joseph Ratzinger al P. Ludwig Münz, rector general de los palotinos, a los que pertenecía el P. Kentenich.
La misiva se publica casi un mes después de ser difundida una investigación de la historiadora Alexandra von Teuffenbach sobre acusaciones de abusos sexuales y de poder que habría cometido el P. Kentenich, cuya causa de beatificación se realiza en la diócesis alemana de Tréveris. El contenido de la investigación recibió diversas respuestas de Schoenstatt.
El P. Kentenich fundó Schoenstatt en 1914. Sin embargo, en 1951 el Vaticano ordenó una visita apostólica a la Familia de Schoenstatt y se decidió que el fundador fuera enviado a Estados Unidos y separado del movimiento, un periodo que en la institución religiosa se conoce como “exilio”.
No sería hasta 1965, tres años antes de su muerte, que el sacerdote pudo regresar a Alemania y reunirse con la Familia de Schoenstatt.
En un comunicado del 2 de julio, el P. Juan Pablo Catoggio, presidente de la Presidencia General de Schoenstatt, aseguró que en 1965 “los decretos que lo separaban de su fundación fueron revocados, y la causa del fundador fue devuelta a la Congregación de los Religiosos de la época. De esta manera pudo asumir una vez más su posición de fundador en la Obra de Schoenstatt. De hecho, con esto se invalidó también la acusación de abuso de poder”.
Sin embargo, la carta del Cardenal Ratzinger, publicada este lunes por Sandro Magister, afirma que “la Congregación [para la Doctrina de la Fe] no es de la opinión que las contestaciones que el visitador hizo entonces a la doctrina y a la actividad del padre Kentenich, han sido un desagradable error y se han basado en informaciones erróneas”.
“En la sesión del Santo Oficio del 29 de octubre de 1965 no se anuló ninguna de las anteriores decisiones del Santo Oficio que se referían a la doctrina, la actividad y la persona del padre Kentenich; simplemente no se insistió para que el padre Kentenich, al haber regresado a Roma desde Estados Unidos sin el permiso de la Congregación, sino solo sobre la base de un telegrama interpretado en forma errónea, tuviera que retornar”, prosigue la carta.
La Congregación para la Doctrina de la Fe, precisa la misiva, “dio su permiso cuando la Congregación de los Religiosos dispensó al padre Kentenich de sus promesas hechas en la Sociedad de Vida Apostólica de los palotinos y le dio el permiso de incardinarse en la diócesis de Münster, pero con la condición de que el padre Kentenich no ingresara al instituto secular de los sacerdotes de Schönstatt y no asumiera la dirección de la obra de Schönstatt”, señala el texto del Cardenal Ratzinger.
Las denuncias de abusos contra el fundador de Schoenstatt
Un informe de la académica italiana Alexandra von Teuffenbach publicado el 2 de julio en el blog Settimo Cielo, del vaticanista Sandro Magister, y en el periódico alemán Die Tagespost, revela denuncias de abusos de poder y sexual contra el P. Kentenich que se remontan a mediados del siglo XX.
Von Teuffenbach se remitió a documentación disponible en los recientemente abiertos documentos del pontificado de Pío XII en el Archivo Apostólico Vaticano y a los hallazgos del teólogo jesuita Sebastiaan Tromp, que realizó una visita apostólica a la Familia de Schoenstatt a pedido de la Santa Sede.
En su informe, la experta en historia de la Iglesia presentó supuestos diálogos de contenido sexual que habrían ocurrido entre el P. Kentenich e integrantes del Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt antes de la visita apostólica del P. Tromp. Además señaló la existencia de al menos una carta denunciando “abuso sexual” y dijo que otras misivas con contenido similar habrían sido desechadas por la entonces madre general de la institución religiosa en Alemania.
Respuestas de Schoenstatt
Una primera respuesta a la investigación de la historiadora italiana la dio el P. Juan Pablo Catoggio, Presidente de la Presidencia General de Schoenstatt, que en un comunicado el 1 de julio indicó que «se sabe que durante la visitación eclesiástica de la Obra de Schoenstatt en los años 50, algunas personas hicieron acusaciones contra el Fundador de Schoenstatt a las autoridades del Vaticano, las cuales llevaron al exilio de 14 años del Fundador. Estas cuestiones también se retomaron y aclararon en el proceso de beatificación abierto en 1975. Entonces se pusieron a disposición de las autoridades eclesiásticas competentes todos los documentos y testimonios de alguna manera pertinentes».
«Si las dudas sobre la integridad moral del fundador de Schoenstatt hubieran seguido existiendo, el exilio no habría terminado y el Vaticano no habría podido emitir un nihil obstat para abrir el proceso de beatificación», añadió entonces.
El 2 de julio, en un nuevo comunicado, el P. Catoggio expresó su rechazo a las acusaciones de supuestos abusos sexuales contra mujeres consagradas a manos del fundador de la institución religiosa, el fallecido P. José Kentenich.
El P. Catoggio aseguró entonces que “rechazamos firmemente la acusación de que José Kentenich haya sido culpable de abuso sexual a miembros del Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt”.
“Su comportamiento hacia otras personas –especialmente frente a las mujeres– siempre estuvo marcado por una pronunciada reverencia y estima, como también por el principio de la intangibilidad corporal, que también imprimió en sus comunidades”, aseguró entonces.
El 2 de julio, el Obispo de Encarnación (Paraguay), Mons. Francisco Javier Pistilli Scorzara, alentó a la institución a “buscar respuestas sin miedo y sin necesidad de dibujar un fundador perfecto”.
En un artículo publicado en el sitio web Schoenstatt.org, Mons. Pistilli Scorzara, que hizo sus votos perpetuos como miembro del Instituto Padres de Schoenstatt en 1996 y recibió la ordenación sacerdotal al año siguiente, dijo que “se va a exigir de nosotros mucha objetividad. De alguna forma, nuestro fundador es puesto a prueba. Confiamos en que pasará la prueba, pero debe poder mostrarse así, con imparcialidad”.
“Estoy convencido que no se trata de ponerse a la defensiva, sino de animarse a la luz. Puede ser doloroso, seguramente lo será”, señaló.
Por su parte, el P. Diogo Barata, superior de los Padres de Schoenstatt en España, aseguró su compromiso con la realización de una “profunda investigación histórica que nos lleve a conocer toda la verdad”.
En un artículo publicado en el sitio web Schoenstatt.org, el P. Barata señaló que este proceso “requiere un tiempo de investigación profunda de los hechos y de dicha documentación, que nos lleve a entender tanto la situación de las personas afectadas como la actuación del Padre Kentenich”.
“Que se conozcan otras dimensiones de lo ocurrido en aquellos años solamente puede ser algo bueno. Para el Movimiento y para la Iglesia”, aseguró.
El P. Patricio Moore, vocero del Instituto de los Padres de Schoenstatt en Chile, pidió perdón por la institución religiosa y ofreció una explicación sobre la historia y el contexto de las acusaciones de abusos presentadas recientemente contra su fundador, el P. José Kentenich.
En una videoconferencia de cerca de hora y media realizada la noche del 3 de julio, en la que participaron más de 2.000 personas, el P. Moore dijo que “lo primero que quiero hacer es pedir perdón en realidad y pedir perdón en primer lugar en forma personal, yo mismo”, pues “creo que nosotros o yo no estuve a la altura de dar a conocer una serie de cosas que deberíamos haber dado a conocer en el momento oportuno”.
“No estuvimos a la altura de realmente entregar todo esto que sabíamos, sobre todo pensando que ya había muerto toda la gente que participó en esta historia”, lamentó.
El 7 de julio, Mons. Stephan Ackermann, Obispo de Tréveris (Alemania), anunció la creación de una nueva comisión de historiadores para analizar la causa de beatificación del fundador de la Familia de Schoenstatt, P. José Kentenich.
Hasta el cierre de esta edición las autoridades de Schoenstatt no se han pronunciado sobre la carta publicada hoy por Sandro Magister.