En estos años de la pandemia, una película resuena con insistencia: El año de la peste (1978), de Felipe Cazals, es un agobiante relato de una epidemia que asola a México y de las dificultades que tienen las autoridades para frenarla.
La película está basada en el relato homónimo de Daniel Defoe; Gabriel García Márquez, Juan Arturo Brennan y José Agustín lo adaptaron al presente de aquel México de finales de los setenta, que se mecía entre la prosperidad artificial y la amenaza de la crisis económica.
¿Por qué tiene tanta actualidad esta película de hace 42 años? Por supuesto hay un contexto ineludible, pero además Cazals tiene la habilidad de transformar la fábula original en un espejo cruento de la realidad, que funcionó en 1978 y que sigue funcionando en 2021.
Ahí podría estar el mayor mérito del cine de Felipe Cazals: en su capacidad de hacer de la coyuntura un mapa de símbolos y vectores de total pertinencia para cualquier momento en el que se regrese a su filmografía.
Cazals es de los directores más importantes del cine mexicano contemporáneo, con más de cuarenta títulos y una filmografía que siempre ha estado cercana del acontecer nacional, en sus ámbitos políticos, sociales y culturales.
Nació el 28 de julio de 1937 en Guatari, Francia, pero está registrado en Zapopan, Jalisco. Su afición al cine lo llevó a estudiar en el Institut d’Hautes Etudes Cinematographiques (IDHEC) en París.
Desde finales de los años sesenta, junto con otros cineastas como Arturo Ripstein, Rafael Castanedo y Pedro F. Miret, participó en el grupo Cine Independiente de México, donde realizó sus primeros largometrajes: La
manzana de la discordia (1968) y Familiaridades (1969). De 1970 es Emiliano Zapata, su primera incursión en el cine industrial, que le merece la Diosa de Plata de Periodistas Cinematográficos de México A.C.
(Pecime) como mejor ópera prima.
Seguirán títulos como El jardín de tía Isabel (1971) y Aquellos años (1972), ambas con corte histórico, y el documental sobre los seris de Sonora, Los que viven donde sopla el viento suave (1973).
Entre 1975 y 1976 Felipe Cazals crea tres de las obras fundamentales del cine mexicano, que también habrán de cristalizar su propuesta como cineasta. La primera es Canoa, memoria de un hecho vergonzoso, que recrea el linchamiento de cinco jóvenes en el pueblo de San Miguel Canoa, Puebla, el 14 de septiembre de 1968. Esta película se encuentra en el sitio 7 de las 100 mejores películas mexicanas, según la encuesta realizada en 2019 por el portal Sector Cine.
En El apando, Cazals adapta la novela corta de José Revueltas, con testimonios del escritor sobre su paso por el Palacio de Lecumberri; mientras, en Las Poquianchis retoma el caso de nota roja de las hermanas González Valenzuela, leonelas de Guanajuato que ejercían la trata de blanca y asesinaban a las mujeres que tenían sometidas en su red de prostitución.
En esta trilogía, Cazals crea una veta que será constante en su carrera posterior: además de dar testimonio de acontecimientos controvertidos para la sociedad mexicana de la época, las tres películas también funcionan como indagaciones de la violencia, la corrupción y la impunidad que fueron actuales en los tiempos de su estreno pero
también ahora que tenemos la oportunidad de volver a verlas.
Desde esta trilogía, el cine de Felipe Cazals oscila entre la recreación histórica y el testimonio de lo contemporáneo.
Del primer grupo hay títulos como La Güera Rodríguez (1977), Kino (1991), Su Alteza Serenísima (2001), Las vueltas del citrillo (2005), Chicogrande (2009) y Ciudadano Buelna (2012). En el otro grupo destaca la ya mencionada El año de la peste (1978), el retrato de la guerrilla urbana mexicana y sus contradicciones en Bajo la metralla (1982), basada en la obra Los justos de Albert Camus; el filicidio de Elvira Luz Cruz en Los motivos de Luz (1985) o el docudrama Digna… hasta el último aliento (2003), que reconstruye el asesinato de la activista por los derechos
humanos, Digna Ochoa.
La carrera de Felipe Cazals ha recibido reconocimiento como los premios Ariel a Mejor película (en 1979 por El año de la peste y en 1983 por Bajo la metralla), Mejor dirección (en 1979 por El año de la peste, en 1983 por Bajo la metralla y en 2006 por Las vueltas del citrillo), Mejor largometraje documental (Digna… hasta el último aliento) y el Ariel de Oro en 2010 por su trayectoria.
También ha ganado la Concha de Plata a la mejor dirección por Los motivos de Luz, el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2007.
Para celebrar la trayectoria de Felipe Cazals, en el marco de la celebración por el Día Nacional del Cine Mexicano 2021, el Instituto Mexicano de Cinematografía presenta el ciclo Ruta Cazals, que muestra ocho películas del director mexicano. Este homenaje será inaugurado el domingo 15 de agosto con una conversación entre este maestro y el
documentalista Everardo González, la cual será transmitida a las 18:30 horas a través de Canal 22 y en el Facebook del Imcine, Noticias 22, Marquesina 22 y Canal 22 Internacional.
Programación ciclo Ruta Cazals
En FilminLatino se presentan:
– Kino (1992)
– El tres de copas (1986)
– Bajo la metralla (1982)
– El año de la peste (1978)
Además de estos estrenos en el catálogo:
– Los que viven donde sopla el viento suave (1973)
– Chicogrande (2000)
– Las vueltas del citrillo (2005)
Funciones presenciales en 35 mm:
Cine Club de la Universidad de Guanajuato
1 de septiembre
Los que viven donde sopla el viento suave, 1973
8 de septiembre
El año de la peste, 1978
14 de septiembre
Chicogrande, 2000
Museo Cabañas (Guadalajara)
18 de agosto
Las vueltas del citrillo, 2005
Cineteca Nuevo León (Monterrey)
15 de agosto
El año de la peste, 1978
Cineteca Nacional (Ciudad de México)
15 de agosto
Bajo la metralla, 1982
Kino, 1992
Funciones en Canal 22
15 de agosto, 22:00 horas.
Chicogrande, 2000
12 de septiembre, 22:00 horas
Canoa, 1976. Versión restaurada por The Criterion Collection en 2015.
Conoce toda la programación #TodoLoQueVemos, que celebra durante un mes el Día Nacional del Cine Mexicano 2021, en imcine.gob.mx.