Florencio Olvera Ochoa, jerarca católico, falleció ayer a los 87 años, conforme a informes divulgados a primeras horas del día por parte del vocero de la Diócesis de Tabasco, quien sin precisar detalles del motivo que habrían originado el suceso, sí dio a conocer que serán trasladados los restos mortales del ex obispo a su municipio de origen, Tequisquiapan, Querétaro, en donde nació el 12 de octubre de 1933.
Cabe recordar que al concluir sus estudios fundamentales en el Seminario se dirigió a Roma; seguidamente, hizo una residencia en el Colegio Pío Latino Americano. Estudió la Licenciatura en Teología, en la Universidad Gregoriana; y, finalmente llegó su ordenación sacerdotal el 26 de octubre de 1958. El 30 de noviembre de 1992; Olvera Ochoa, fue nombrado Obispo para la Diócesis de Tabasco, de ahí, debió trasladarse a la Diócesis de Cuernavaca para tomar posesión el 21 de marzo de 2002. En este punto, se considera relevante traer al presente que, el 10 de julio de 2009, el Papa Benedicto XVI aceptó su declinación al gobierno pastoral de la Diócesis, a causa del límite de edad.
Entre las características de su ministerio en Tabasco, quiso dar a las Parroquias de la Diócesis una estructura de áreas que permitiera la diversificación de los ministerios. Visitó casi todas las comunidades católicas en distintos momentos. En su tiempo, se logró que hubiera un sacerdote dedicado exclusivamente a la Pastoral Vocacional. Notable fue su empeño en la formación de los futuros sacerdotes proporcionando criterios de formación y un fuerte apoyo al Seminario Diocesano. Durante este período y bajo su impulso se construyó el Comedor y la Gran Capilla del Seminario. Ordenó a 47 sacerdotes.
Fue reconocido, entre otros aspectos, por haberse enfocado en la catequesis y el empleo de los medios de comunicación para concretar sus fines al respecto, también promovió el trabajo de la «Formación Permanente» para los sacerdotes, conformando una comisión coordinadora. Había dado principio a la hechura del Plan Diocesano de Pastoral, pero al dejar vacante la sede, el proyectó no pudo seguir.
Se envolvió en una férrea polémica este finado clérigo, tras la creación del Decálogo de los Pecados Electorales; el cual, se estructura de la siguiente manera:
1.- Es Pecado no votar, caer injustamente en el abstencionismo por pereza, por apatía, sabiendo que el abstencionismo puede favorecer a los más inmorales. Si en conciencia no encuentro al candidato puro, debo votar por el menos malo o por algún candidato no registrado.
2.- Es Pecado votar sin conocer, el partido o al candidato como persona capaz y honesta.
3.- Es Pecado vender mi voto, comprar el voto, robar votos. El voto del miedo. Presionar el voto con amenazas o con dádivas e imponer el voto cooperativo, que es anticonstitucional; todo líder tiene únicamente un voto: el personal.
4.- Es Pecado votar a favor de propuestas que apoye el aborto, la eutanasia, la prolongación de la vida por medios extraordinarios (aferramiento terapéutico), la destrucción y la manipulación del embrión humano.
5.- Es Pecado votar por proyectos en contra de la familia monogámica e indisoluble, por proyectos que promueven caricaturas grotescas de familia integrada por personas del mismo sexo; por proyectos que quitan a los padres el derecho de educar a sus hijos.
6.- Es Pecado por quien no respeta la libertad religiosa, de todos y cada uno de los mexicanos, no solo de los católicos.
7.- Es Pecado votar por quienes fomenten las formas modernas de esclavitud: Alcohol, Droga, Pornografía, Prostitución, Secuestro, etcétera.
8.- Es Pecado votar por proyectos de economía salvaje que atacan a la persona humana y el bien común, que dañen la justicia social, la solidaridad y la subsidiariedad perjudicando sobre todo a los más pobres.
9.- Es Pecado no saber ganar, considerar como enemigo a quién vota distinto a mí, ser prepotente, no trabajar para los demás y trabajar únicamente para mi grupito.
10.- Es Pecado no saber perder, ni aceptar la realidad, no reconocer mis debilidades, perder el ánimo, no colaborar con la autoridad legítima para lograr acuerdos comunes y prepararme para la próxima campaña.