Después de casi un trienio de pandemia; «Máscaras, escape al caos» de Alfredo Mendoza , hace resaltar la trascendencia que posee la mascara en diversas civilizaciones; y, cómo la humanidad debió hacer uso de este objeto con fin de protegerse. A raíz de la contingencia sanitaria, la humanidad debió tuvo que acostumbrarse a portar el cubrebocas.
El autor dio lugar dentro de la Jornada Nacional de Sana Distancia a una especie de metamorfosis; la cual, entre lo imaginario y real, sugiere una vinculación simbiótica entre la máscara y el proceso creativo, con el firme objetivo de recrearse mutuamente en su desarrollo, tanto a nivel personal como artístico.
La serie de máscaras y cabezas surrealistas se originaron a partir de una experimentación cimentada en la cerámica tradicional, la intervención y la técnica raku. Estas creaciones tomaron forma en lapsos donde prevalecía la incertidumbre, y los únicos medios que resultaron viables para materializar las ideas, fueron la imaginación y la improvisación.