El Mtro. Juan Manuel Roca, hizo notar la relevancia que poseen tanto la poesía como la libertad; derivado de ello, destacó que la más alta poesía se ha dado en momentos de crisis, ya sea espiritual como de otra índole; inclusive, de orden bélico, si se ve en el retrovisor, expresionistas alemanes en momentos más críticos de su sociedad, vislumbraron como la poesía empezaba a atender algo no sólo ornamental ni estetizante, por el contrario, buscaba algo esencial mediante el lenguaje.
Charles Baudelaire dice que todo hombre sano puede pasar dos días sin comer pero no sin poesía, al respecto, el Mtro. Roca no está de acuerdo aunque quisiera, porque en sociedades antipoéticas es factible estar sin poesía o lo que presume ser poesía, pero no sin alimento, pero la pandemia está alrededor de la creación, mientras la poesía es algo genérico y se ubica como centro de las artes, esa esencia a la que se llega a través del lenguaje, y silencios para incorporarlos a la pablara se vuelven muy importante en acorralamientos espirituales.
Realmente es impracticable hoy que yo sea otro, no nos dejan aproximarnos, negar el abrazo y el distanciamiento es terrible a su parecer, más allá de que la poesía no tenga carácter salvador y ahonde la crisis, la alta poesía lo dice a lo largo de la historia, la poesía es como una prótesis, en este punto si coincide con Baudelaire. A veces uno piensa que intentar cambiar la realidad con palabras es como afanarse en descarrilar el tren con una flor, pero el poema de alguna manera es como arrojar una botella al mar, y de no llegar a nadie será inviable lograr algo, pero cuando alguien lo lee, habita, complace y comparte ocurre el milagro del hecho estético, porque éste no existe cuando se escribe, sino cuando habita en los demás.
Una vez en un festiva de poesía en Chile, lo llevaron a leer en una cárcel de Valparaíso, cuando finalizó le dijo un individuo privado de su libertad, que gustaba mucho de la poesía, porque cuando leía poemas en la cárcel, trepaba los muros y se volaba la barda, ese era su sentir cuan leía a San Juan de La Cruz. Por tal razón, Roca hizo resaltar que para quienes niegan la utilidad de la poesía, en momentos de crisis hace que un hombre entre muros cambie totalmente su pensar en relación a su entorno. Bajo esta tesitura, el Mtro. Roca señaló que en su caso particular ha sido muy útil, por no saber que hacer sin la poesía. «La canción es un vehículo de poesía impresionante, no existe un arte sin poesía, se da más en la canción popular, es otra prótesis que nos ayuda, en el encierro se usa la música como un sacristán para echar incienso en la casa».
«La poesía nos puede cambiar la vida, hacer que veamos lo que vemos diario sin verlo realmente, es una observación del mundo que nos ayuda a movernos de él, a veces es más fácil negar lo viejo que sustituirlo, una poesía con grado de anacronismo, no porque sea escrito en la actualidad, sino por excesos liricos que no dicen mayor cosa, pues la poesía debe estar sucia de realidad, con un grado de intuición, como ciertos manifiestos vanguardistas que eran una falacia, es importante poner la huella antes de dar el paso».
Ante realidades contemporáneas tan infames, sin tener olfato poético ni intuición, el Mtro. Roca acentuó que, el poeta podrá acceder a momentos muy altos de la poesía. Pero, la poesía está pegada a la vida, y habrá maneras en que las nuevas tecnologías lleguen a ésta; sin embargo, la calidad de la poesía no se puede confundir con la superstición poética. Puesto que no toda la poesía que se escribe hoy; es actual, y no toda es poesía, por otro lado, ha encontrado en Facebook poemas de personas desconocidas que le sorprenden por no pretender ser actuales. En este sentido, el Mtro. Roca considera que hoy en día se exige la superficialidad con lenguaje hueco, al desconocer la historia poética y los sedimentos que va dejando.
