Fotografía de A2radio.
Dos encuentros casuales en la misma esquina de la calle West Philadelphia muestran el notable arco de la vida de Larry Miller. El primero, cuando era un joven de 16 años borracho y enojado, terminó con el asesinando a otro adolescente. El segundo, 56 años después como elogiado ejecutivo empresarial, visionario de la marca y amigo de Michael Jordan, le dio una nueva oportunidad de buscar la redención.
Las décadas intermedias se vieron empañadas por Miller manteniendo en secreto su pasado criminal a medida que ascendía en la escala corporativa, principalmente liderando la marca Jordan en Nike, además de encabezar la franquicia de la NBA de los Portland Trail Blazers.
Dice que sufrió migrañas debilitantes y pesadillas hasta que decidió abrirse sobre toda su vida, no solo sobre la parte que vivió a la vista del público.
“Tenía pesadillas con regularidad acerca de volver a la cárcel. Tuve dolores de cabeza por migraña increíbles y estoy seguro de que todo fue por tratar de contener todo esto y preocuparme de que pudiera salir. Siempre hubo esta tensión y este miedo de que de alguna manera esto va a salir y eso va a arruinar todo lo que he construido hasta este punto», dijo a las periodistas Sara Sidner y Pamela Kirkland.
La tensión se disipó cuando escribió un libro sobre la notable historia de su vida, y espera que su conversación acerca su redención ofrezca una nueva forma de mirar a las personas que estuvieron encarceladas.
Por eso está en la esquina de la 53 y Locust, donde cometió el peor acto de su vida: quitarle la vida a otro. Al contar su historia a los medios y en el nuevo libro «Jump: My Secret Journey from the Streets to the Boardroom», tal vez pueda llegar a un niño hoy para evitar que haga algo de lo que se arrepienta, o mostrarle a una persona encarcelada que hay una vida después de la prisión, concluyó diciendo.