A unas horas de que concluya el período de campaña de los partidos y candidatos a la gubernatura, a los ayuntamientos, a las diputaciones, federales y locales, podemos afirmar que en lo que respecta a morena, partido al que llegamos a considerar, si no de izquierda, si de tendencia democrática, lamentablemente la campaña que realizó, fue de duda, de traiciones, de mentiras, de nepotismo, de manejo fraudulento de los recursos de la propia campaña. El resultado fue el desastre total.
Impusieron candidatos de acuerdo a los intereses de Celia Maya; la campaña la realizaron de acuerdo a los criterios empresariales de Guillermo Calderón Vega, sujeto señalado de tener una familia de dudosa reputación, investigado por la UIF; hicieron a un lado a todos los militantes y simpatizantes de morena, y contrataron a un grupúsculo, sin experiencia que, de acuerdo a los lineamientos de Calderón Vega, su mayor aporte es la estrategia de la formación de grupos de confianza, integrado por una lista de ciudadanos, que presumiblemente votarán por morena; en estas listas han apuntado, dicen, unos doscientos cincuenta mil ciudadanos. Calderón les ha hecho creer al equipo cercanos a Celia Maya, que obtendrán el triunfo con cuatrocientos mil enlistados.
Olvidan o nunca supieron los de la campaña ni el comité estatal de morena, que la política, es sobre todo, correlación de fuerzas, y hoy por lo que se puede ver, esa correlación, por errores y traiciones, no favorece a morena, por eso señalamos: lo que veremos el 6 de junio, es la crónica de una derrota anunciada de morena.
Celia Maya, y su equipo de Campaña, tienen que explicar, por qué el llamado al PRI a conformar una alianza. ¿acaso a doña Celia Maya, le ganó la nostalgia de cuando se codeaba con el gobierno priistas a los que, desde el tribunal, servía a los neoliberales del tricolor? Fue una ocurrencia ese llamado al PRI o una orden de «arriba».
Por otra parte, al final de la conformación de las planillas a la alcaldía del municipio de Querétaro, se impuso el nepotismo. Celia Maya y Maximiliano, tienen la obligación moral y política de explicar a la militancia y a los simpatizantes, por qué sucumbieron ante la tentación del nepotismo. ¿Por qué Celia Maya exigió que su cuñado, Luis Miguel Galicia Avendaño, estuviera en la planilla de Maximiliano, por encima de otros los militantes, con más merecimientos para ocupar un lugar en la planilla? Arturo Maximiliano García, tiene que explicar por qué permitió que Santiago Nieto, titular de la UIF, impusiera a su sobrino, José Manuel Sánchez Nieto, sin más merecimientos que solo llevar la sangre del tío, y ser hijo de la magistrada Gabriela Nieto Castillo, y nada más.
Para los hombres y mujeres de izquierda que se encuentren en morena, y los que no tengan partido, me permito llamarles para que, a la brevedad posible, lancemos una convocatoria, para organizar al pueblo, para la lucha que, necesariamente, ha de venir.
