Cuando cursaba el último semestre de la carrera de Diseño Industrial en la Universidad de Colima (2017), Brenda Gutiérrez Montaño realizó un proyecto de investigación sobre la realidad de la artesanía en Paticajo, Minatitlán, para mejorar y capacitar a los artesanos, el cual contó con respaldo del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) a través de la solicitud que realizó la artesana Adela García llamado Rescate de la Alfarería Tradicional de Paticajo, Minatitlán, Colima.
En aquellos años, detalla Brenda en entrevista, tenía muchas ganas de saber más sobre la cerámica y el barro, por lo que su acercamiento con Adela García fue muy afortunado, ya que es la última artesana de Paticajo que trabaja con el barro blanco tradicional y decora con tinta rosa, que proviene de una piedra que se localiza en la carretera.
“Es para mí un honor haber encontrado este tesoro y que me pueda compartir todo este conocimiento, no solo para mí, sino para más interesados en aprender y continuar con su legado y llevarlo hasta donde se pueda”, asegura la diseñadora.
Para Brenda, el proceso del trabajo de Adela es muy interesante, por lo que en 2016 que la conoció decidió encaminar su proyecto de la facultad para generar un trabajo en conjunto y buscar recursos del PACMyC, y con ello seguir laborando y capacitando a más gente, todo esto también con el asesoramiento del maestro Pablo Quezada.
Al tiempo que termina el proyecto, Brenda concluye la carrera, sin embargo dice, se quedó con la espinita de seguir haciendo algo por y con Adela, por lo que decide entrar a una convocatoria, ahora del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (Pecda).
Para esa convocatoria presenta el proyecto Un tesoro en el patio de mi casa- Situación actual de la alfarería tradicional de Paticajo, Minatitlán, postulado en la categoría de Investigación y Difusión del Patrimonio Artístico y Cultural, obtener el estímulo le permite difundir el trabajo y la historia de la artesana Adela García.
Como resultado del proyecto, se propusieron dos talleres, los cuales impartiría Adela. El primero ya se ofreció, en Paticajo, con duración de dos días, dirigido niñas, niños y personas de cualquier edad interesadas en la alfarería. El otro taller se impartirá en Colima con una expo venta de los trabajos realizados, producto del taller, además de una charla que impartirá Brenda.
“Adela es una artesana de 74 años con muchos deseos de seguir trabajando y aprendiendo, además de compartir su sapiencia dentro de la alfarería. Empezó haciendo vasijas chiquitas cuando tenía ocho años bajo la dirección de su abuela, así comienza a aprender del barro. Luego de una ausencia por maternidad, regresa a su labor, ahora con piezas tradicionales como centros de mesa, cántaros, servilleteros, saleros, fruteros para XV años, bodas, bautizos y festejos en general de la comunidad, todos con un toque muy especial en la técnica que emplea. Haber ganado este proyecto me permitirá ayudarla para que ella vuelva a la actividad y comparta sus conocimientos para que este arte no se pierda”, dice Brenda en entrevista.
La diseñadora industrial, nacida en Guadalajara, Jalisco, pero radicada en el estado de Colima, detalla que para este proyecto del Pecda realiza grabaciones en video y audio, además de fotografías de Adela como parte de su propuesta “es tan interesante el proceso de elaboración de sus piezas que seguramente me dará para otro proyecto más”.
Dice que también buscará compartirlo en su facultad “y mostrar que como diseñadores industriales, o de cualquier otra carrera, podemos trabajar en conjunto con artesanos y meternos más a proyectos sociales, para que vean la importancia de trabajar en y con la comunidad y no desde nuestro privilegio como licenciados. Que se cuestionen el cómo nosotros podemos hacer proyectos con impacto social desde un trabajo colaborativo, desde una colectividad pensando en el enfoque social y no con el ego de diseñadores”.
Desde hace más de 10 años Brenda ha seguido el camino del voluntariado donde, confiesa, ha aprendido diferentes realidades que se viven en México, las dificultades, los privilegios y las oportunidades para crear y diseñar soluciones en conjunto, lo cual aprendió y reforzó al conocer a la artesana Adela García.