En Galería Libertad, recinto administrado por la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, se dio a conocer que la puesta en escena «Aratiri: la noche obscura», se exhibirá los días 9. 10, 11, 30 y 31 de marzo; y, 1 de abril del presente año en el Museo de la Ciudad.
El espectáculo que involucra danza-multimedia y teatro integra siete personajes, hizo saber la directora del proyecto; Rayito Zamudio Niño, quien previo al ensayo comentó que, Aratiri es una niña, que a su vez, es el personaje protagónico, interpretado por la maestra Irma Monterrubio, Aratiri, quien atraviesa por esta historia encontrándose con su propia identidad, a través de los cuentos de su abuelo, constituye un relato acerca de cómo ella transita en una noche obscura para entender cuál es su esencia en relación con su madre y padre. Anuk (Omar Bass) el padre de Aratiri, toma decisiones adversas a la familia y genera una ruptura, pero Aratiri logra enderezar el rumbo hacia la reconciliación con su padre tras el abandono, al final, perdona su pasado para continuar.
Por otra parte, Lucía (Carlota Dessiré), madre de Aratiri, quien tiene la responsabilidad de sacar adelante a su hija, acumula secretos, pero al final debe abrir su corazón, dentro de una historia, en la cual, tuvo que intervenir para que la menor encuentre el reconcilio con el pasado. Los personajes de Tawa, Chalote y Sanpititaco son creaciones de su abuelo Ramiro Niño, y se emplean como eje dramático para un cuento que el Tata relata a Aratiri en un momento de gran dolor, él la ayuda contándole estas historias para que cambie su visión y perciba las cosas de otra manera, sepa que no esta sola, el mundo no se acaba, y tiene que aprender y crecer.
El espíritu sanador de Tawa (Carlos Cortés), está ubicado dentro del mundo de la fantasía y tiene conexión con el gran espíritu que existe en cada individuo, mientras que, el Tata (Francisco Peralta), entra en acción para ayudar y guiar a Aratiri, para que halle la paz interna. En tanto que, la Chonta ( Beatriz Juan Gil), llega a ser como una guía espiritual, sanadora y chamana, que hace limpias para quitar el dolor.
El Tótem de la Serpiente (Fernando Medina), es el guía o animal protector de Aratiri, quien entra en un trance cuando llega la abuela y la duerme, el Tótem la envuelve para llevarla a transitar por otro camino y encuentre la liberación a través del espíritu sanador de Tawe. Tanto la aparición del Tótem que arriba para guiarla, como la abuela, son factores claves, sin obviar la presencia del espíritu de Tawe, quien es un indio navajo que brinda su respaldo para conducirla en el trayecto.
Realizar el montaje les ha tardado un lapso superior a tres años, la dramaturgia ha sido efectuada por Rayito Zamudio Niño y Raúl Andrade Lee. Toda la labor llevada a cabo es muy simbólica y el mensaje puede ser enviado a cualquier parte del mundo porque no se habla de una cultura en específico, puntualizó Rayito Zamudio, quien finalizó su intervención haciendo notar que; de manera general, la obra nos dice: “todos somos lo mismo, pero en diferente contexto y fisionomía, pero siempre buscamos el sentido de identidad, y responder por qué soy así, qué estoy haciendo aquí, por qué tengo esto, etc».