- SURA Asset Management México conmemora el aniversario luctuoso de uno de los artistas más importantes del siglo XX: Alfredo Ramos.
- Como pedagogo, promovió la libertad creativa y de enseñanza. Al ser director de la Academia, creó las Escuelas de Pintura al Aire libre.
- La Colección SURA cuenta con una obra que destaca muchos de los elementos más emblemáticos de su producción artística: Los Cesteros de 1939.
Ciudad de México, 8 de noviembre del 2020. A 74 años de su fallecimiento, SURA Asset Management México conmemora el aniversario luctuoso del considerado padre del arte moderno mexicano y uno de los artistas más importantes del siglo XX: Alfredo Ramos Martínez.
Alfredo Ramos Martínez destaca dentro de la historia del arte mexicano no solo como artista, sino como un pedagogo que promovió la libertad creativa y de enseñanza y que fomentó la creación de una vanguardia cultural que cambió el rumbo de la producción artística mexicana del siglo XX.
Alfredo Ramos nació en Monterrey, Nuevo león en 1871. Ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes en la Ciudad de México en 1890. Ahí permaneció 10 años, desarrollando técnicas y habilidades pictóricas, principalmente en la acuarela. Sin embargo, la metodología de enseñanza de la Academia le resultó un tanto represiva. Al mismo tiempo, empezó a interesarse por la obra impresionista y postimpresionista en Francia y con la ayuda de la filántropa estadounidense Phoebe Hearst, el pintor viajó a Europa para continuar sus estudios y definir su carrera artística.
Su llegada a Europa en el año 1900 se dio en pleno auge postimpresionista, por lo que pudo conocer de cerca la obra de pintores como Claude Monet, Henri Matisse, Vincent van Gogh, Odilón Redon y Paul Gauguin. Además, durante su estadía en París conoció al poeta nicaragüense Rubén Darío, con quien entabló una amistad cercana; el escritor lo llamó “El pintor de las melancolías”. Juntos viajaron a Bélgica y Holanda para estudiar a los grandes pintores de la región como Rembrandt y Van Gogh.
En 1905, Ramos Martínez participó en el Salón de Otoño de París, uno de los más importantes en esa época y un año más tarde, ganó la medalla de oro con su obra Le Printemps.
En 1910 Martínez volvió a México encontrándose con un país en pleno movimiento revolucionario. La huelga de estudiantes de la Academia denuncia la “dictadura estética” de la misma y proponen a Ramos Martínez como director. Es con este cargo que el artista creó las Escuelas de Pintura al Aire libre. La primera de ellas, conocida como “Barbizón”, se estableció en el distrito de Santa Anita Iztapalapa en la Ciudad de México en 1913 y la segunda en Coyoacán un año más tarde.
En 1929 se mudó a Los Ángeles, en donde tuvo la oportunidad de exponer en varias instituciones y conocer a destacadas figuras del cine que adquirieron y coleccionaron muchas de sus obras. Murió en California el 8 de noviembre de 1946.
SURA Asset Management México a través de la Colección SURA tiene el privilegio de contar con una obra que destaca muchos de los elementos más emblemáticos de su producción artística: Los Cesteros de 1939.
Datos de la obra
ALFREDO RAMOS MARTÍNEZ
LOS CESTEROS, 1939
Temple/Cartón
56 x 71 cm
Descripción
Esta pieza representa un grupo de personajes indígenas en un espacio que, por la vegetación representada, parece ser un emplazamiento tropical. Los personajes están trabajando sus cestas mientras un perro duerme a los pies de uno de ellos. Los hombres, ataviados en colores claros contrastan con la vivacidad cromática del escenario natural en el que se encuentran y con la indumentaria de las dos mujeres que visten de amarillo.
En un segundo plano se observa otro grupo de personas que destacan por el blanco brillante de su ropa y que parecen estar trabajando la tierra.
Esta es una pintura en donde es posible dar cuenta de la gran influencia que tuvo la pintura postimpresionista en Ramos Martínez, especialmente la obra de Paul Gauguin. De este pintor francés parece retomar la representación del indígena con pinceladas matizadas y la paleta de colores vivos.
La representación del indígena en la plástica cambia y se reivindica a partir de este tipo de obras y en conjunto con la filosofía de la Escuela de Pintura al Aire Libre. Se deja atrás la temática histórica y heroica, ahora los artistas los plasman en sus ambientes cotidianos, representando sus tradiciones, usos y costumbres.