La Fiscalía General de la República (FGR) acusó al expresidente de México, Enrique Peña Nieto de ser un traidor a la patria, además de ser autor material y promovente del delito de cohecho del caso Odebrecht y los de carácter electoral.
La Fiscalía General de la República (FGR) acusó al expresidente de México, Enrique Peña Nieto de ser un traidor a la patria, además de ser autor material y promovente del delito de cohecho del caso Odebrecht y los de carácter electoral.
De acuerdo con información proporcionada por el medio Reforma, quienes tuvieron acceso a datos oficiales otorgados por la Fiscalía, Peña Nieto jugó un papel principal en la comisión de delitos de traición a la patria, al impulsar las reformas estructurales para otorgar beneficios a empresas extranjeras como Odebrecht y que podrían beneficiarse del aprovechamiento y explotación de los recursos naturales que por mandato constitucional son propiedad de la nación.
Destacan que el exmandatario se apartó del Estado de Derecho y utilizó el cargo para el que fue electo con el fin de delinquir.
Con su posición como presidente de la República, no sólo obtuvo beneficio personal sino procuró «también el beneficio de la empresa Odebrecht quien los había ya hecho objeto de cohecho, traicionando a la patria con su mal desempeño».
«Los hechos delictivos de cohecho y traición a la patria surgieron por disposición de él mismo», subrayó la FGR en su solicitud al juez.
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Detallaron que el delito de cohecho se configuró con las entregas en efectivo a los políticos panistas y priistas señalados; dichas entregas tenían el propósito de obtener el voto de los aludidos en favor de la reforma energética sin atender los intereses que representaban sino sólo a su beneficio personal.
La Fiscalía General de la República asegura a su vez que Peña «contaba con su propio aparato de poder criminal, con cuya ayuda implementó una estrategia de cooptación de la voluntad de los legisladores» para la aprobación de la reforma energética.
Enrique Peña Nieto tuvo «un poder de mando y dirección sobre sus allegados en el gobierno que, desde luego, no era simbólico, sino que también incluía la capacidad de dar órdenes específicas las cuales estaban obligadas a cumplirlas», refirieron.
MS.