La Mtra. Isabel Allende, hizo notar que no acostumbra las mentiras, al proceder de esta forma resulta imposible ser chantajeada, prefiere la transparencia, piensa que el mejor consejo recibido para como escritora radica en poder reemplazar un adjetivo por un buen sustantivo, puesto que tendemos a alargar y adornar, pretendemos mostrar cuanto sabemos; en este sentido, comentó que estuvo casada por 28 años y su esposo hablaba inglés, derivado de ello, cuando llegaba la correspondencia, el sabía que cartas venían en inglés y cuales español, porque en castellano el sobre era más pesado, el hispanoparlante empieza por saludar a todos y ocupa tres páginas, la petición viene al final porque considera de mal gusto anotarla al inicio, porque de hacer lo contrario se consideraría nada gentil. La Mtra. Allende en la ficción corta mucho, porque trata de generar reacción en el lector y hay que escoger palabras con mucho cuidado, el texto debe tener ritmo y color, pero en «Mujeres del alma mía» no requiere adorno, importa el contenido, mientras en la ficción se involucran muchas cosas, en cuanto a su más reciente obra, se mostró sincera al dar a conocer que no se derivó de una idea propia, en CDMX dio un discurso que se convirtió en un fenómeno viral, editoriales en España quisieron publicar un libro, ella pensó que era añejo, porque mujeres jóvenes con el movimiento MeToo en la calle lo hacían parecer así. La Mtra. Allende tiene 78 años y ha visto mucho, es feminista desde los 5, presenció diferentes olas, retrocesos, hegemonías, lo ha vivido como una lucha muy alegre, es una disputa tras otra, pero muy satisfactorias, en este punto, señaló que los hombres dicen que las mujeres ya van llegando a sus objetivos de la lucha, pero vivimos desde miles de años bajo el patriarcado, dentro de un sistema de comunicación que da al género masculino la supremacía no únicamente sobre mujeres, también por encima de hombres que no pertenecen al poder, el feminismo es contra el patriarcado no contra los hombres, porque no todos los hombres se benefician del patriarcado. La aspiración final es reemplazar el patriarcado y dar lugar al poder compartido entre hombres y mujeres, cimentado en igualdad de condiciones con valores del mismo peso, vivimos en una civilización totalmente masculina y no participan las voces femeninas en la toma de decisiones. Por tal razón, se busca vivir sin violencia, respetar el planeta, no se trata de implantar el matriarcado, ya que traerá consigo otros problemas.
La creadora recordó que su padre dejó la familia cuando ella ni siquiera cumplía tres años tenía, su madre joven, criada para ser señorita, esposa y madre de alguien, se fue a vivir con su padre, pero murió la abuela, y su madre, quien era recibida por caridad, debió pagar subliminalmente, por haber desobedecido a su padre y casarse con quien no querían, su madre no tenía dinero porque no trabajaba y cuidaba tres niños, escamoteaba del presupuesto familiar, su abuelo proveía y ordenaba, el primer axioma es «quien paga manda»; el cual, proviene desde el siglo XIX, y aprendió otras cosas, por respuesta a esos axiomas fue desarrollando su feminismo, primero era la certeza de que si no se mantiene sola no hay feminismo que vale, trabajar era fundamental, no quejarse ni pedir porque no te darán, luchar ante todo. Comentó sobre su abuelo, quien decía que un hombre con un solo hijo, le invitó a subir al balcón, para que saltara del segundo piso; y, cuando el niño lo hizo, el padre cruzó los brazos, dejó caer al niño, motivo por el cual, se fracturó varios huesos, la moraleja es, no creas en nadie, ni en tu padre, es la escuela estoica, el valle de lágrimas.
Isabel Allende dijo ser sana y optimista, su libro es canto a la vida y muerte digna, logra que sea divertido y estremecedor a la vez, no tiene interés por suicidarse, sucedió que con un amigo tenía el plan de volar sobre el pacífico en su avioneta y dejar que el aeronave siguiera su rumbo hasta que cayera, y morir sin molestar a nadie, pero el cumplió 80 años, le quitaron su licencia, y vendió el avión, pero compró una motocicleta, y esa sería la opción (¿sarcasmo?), pero no piensa en el suicidio, reiteró, aunque se exhibió tajante al decir que si quieres dejar el mundo, deberías tener derecho a una muerte digna.
También comentó que se casó hace poco, ella ama igual que cuando tenía 17, y la diferencia entre amar siendo joven y viejo, tiene que ver, según su parecer, con el sentido de urgencia, visualiza el futuro como una calendario y al ir eliminando hojas, la muerte está a la vuelta de la esquina, tal situación le da al presente, un brillo intenso, ahora no hay lugar para celos, falta de humor, impaciencia, etc.
Asimismo, señaló que los viejos son un problema porque cada vez se vive más años, pero pasan los años abandonados porque ya no hay familias que se hagan cargo de ellos, y los recursos acumulados son insuficientes, debe cambiar esto, pero en primer orden, hay que admitir que existen los viejos y conocer plenamente sus necesidades, pregunten que quieren.
Comentó sobre la agonía de su hija y su muerte; no obstante, lo peor llegó después; sin embargo, era cuestión de seguir caminando, ha tenido momentos de gran tristeza sin llegar a la depresión, porque ésta es paralizante. Ella no quiere superarlo, aprendió a vivir con el recuerdo, siente a su hija por todos lados.
Ganadora del Premio Nacional de Literatura, aseguró no tener carrera literaria, porque las cosas le han ido sucediendo, no planeaba la vida como una carrera, porque de lo contrario se vería como una mujer ambiciosa, serlo era de mal gusto, escribió «La casa de los espíritus»; y, por un golpe de suerte se convirtió en éxito a nivel internacional, dicho acontecimiento catapultó a los demás, debido a la disciplina aprendida de su abuelo ha escrito 26 obras; pese a ello, la literata se mostró franca al aseverar que, no se plantea escribir la gran novela americana o vender tantos títulos.