El Coeditor de Gris Tormenta; Jacobo Zanella, mencionó que hoy en el Museo de la Ciudad se conmemoró al Mtro. Jorge Ibargüengoitia a través de una efeméride, los 36 años de su muerte; además, se le recordó mediante unas lecturas; a quienes, no le conocían, se les hizo notar lo divertido que era; y, a quienes ya sabían de él, se les recordó de gran manera este clásico mexicano, destacando su voz satírica.
Si el maestro viviera nos daría una manera muy agradable, divertida y fresca de ver el México contemporáneo, criticando desde el humor y la sátira; pese a que, el México que se vive hoy es muy distinto al que presenció él, pero sus textos siguen vigentes, nos continúan diciendo cosas sobre nosotros y nuestro país. Por encima de todo, (el maestro) mostraría a los jóvenes, otra forma de analizar las problemáticas; toda vez que, ahora la juventud está muy politizada con mucha seriedad, como si esta característica fuera parte de una postura; y, no es así, desde el humor hay una crítica muy importante; y, al igual que la sátira, son géneros que en el mundo ya nadie emplea.
Considera que sus columnas periodísticas son el secretao literario mejor guardado de Ibargüengoitia, señaló que se inició en el teatro y después emigró hacia la narrativa, para finalmente llegar al periodismo, e hizo resaltar que en el periodismo es donde mejor se plasma su voz; ahora, al leer sus novelas, no se sabe si esas obras invitan a descubrir la voz del maestro, pero en sus columnas, su estilo es reconocible de manera inmediata; estos textos, hoy en día se pueden encontrar en recopilaciones, la más conocida es: Instrucciones para vivir en México, y se edita cada año; en general, su mayor aporte a las letras mexicanas está justametne ahí.
Jorge Ibargüengoitia hizo muy presente que México es un país absurdo e irónico; derivado de ello, los surrealistas empezaron a hablar de México como el país surrealista y artístico, pero el maestro contradijo, afirmó que nuestro país no era surrealista, sino absurdo y ridículo; pero en concluisión, afirmó que el maestro como escritor y como persona fue muy similar; ya que, esta visión de decir mira ahí está lo absurso y ridículo que somos, y cuando él lo escribe y nosotros lo leemos, funciona como una especie de espejo, y se tiene una sensación doble, una de agrado por la menera en que se escribe, y otra que no genera gusto al descubrir que somos una sociedad llena de defectos, «el mexicano es un ser con inumerables defectos, el mayor defecto es ser mexicno», considera que como persona el maestro era insufrible.
Para finalizar, remarcó que Octavio Paz definió nuestra idiosincrasia como mexicanos desde la teoría, e Ibargüengoitia desde la práctica; y, ello le convierte en alguien digno de admira;, por tal motivo, pondera que la obra «Instrucciones para vivir en México» es un merecido y sensible homenaje al Mtro. Ibargüengoitia.