Fotografía de archivo.
En el marco de acción global por un aborto legal, seguro y gratuito, distintas agrupaciones, activistas, defensoras, mujeres feministas de diversos espacios, nos convocamos en una jornada sabatina para pronunciarnos en favor de los Derechos sexuales y reproductivos, la despenalización del aborto, la defensa del Estado Laico y alto a la criminalización de la protesta en Querétaro. Lo hacemos aquí, frente a este recinto porque tiene una deuda
histórica con nosotras.
Como mujeres organizadas, apartidistas, autogestivas, nos manifestamos pacíficamente frente a la legislatura del Estado para recordarles a quienes ostentan en representarnos, que nosotras no olvidamos, no desistiremos de nuestra agenda en favor de la despenalización del aborto. Aquí estamos, juntas, fuertes, conformando la resistencia
feminista, exigiendo autonomía para decidir en nuestros cuerpos, exigiendo a legisladoras y legisladores que realicen su trabajo respetando los mandatos constitucionales y obligaciones internacionales que signaron por los derechos humanos de las mujeres y las niñas. La marea verde seguirá avanzando, celebramos la decisión de la Suprema Corte de Justicia al declarar inconstitucional la objeción de conciencia, igualmente inconstitucional la criminalización de mujeres que por diversas circunstancias decidieron abortar, así como proteger la vida desde la concepción. No daremos un paso atrás, porque las mujeres seguimos pagando con nuestros cuerpos los costos de este sistema patriarcal.
Muestra de ello son los datos que revelan la magnitud de una problemática de salud con varias aristas. México ocupa el primer lugar de embarazo adolescente entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según lo reportó la propia organización. En nuestro país existen 5.5 millones de madres adolescentes cuyas edades oscilan entre los 15 y 19 años, representan 15.7% de mujeres en edad reproductiva. En el 2019 se contabilizaron 2.1 millones de nacimientos, 16.2% corresponden a adolescentes. El 48.4 % de las madres adolescentes no quería que ocurriera el embarazo. Cada día en nuestro país, dos niñas entre 10 y once años se convierten en madres. De acuerdo a la Dirección General de Información en Salud (DGIS), recopilada por IPAS CAM, en Querétaro el 46 por ciento de las niñas entre 10 y 14 años de edad que tuvieron un hijo nacido vivo, reportaron que el hombre que ĺa embarazó tenía entre 18 y 50 años de edad, por lo que se habla de abusos sexuales.
La edad media de la primera relación sexual ocurre alrededor de los 17.5 años. Urge educación sexual integral desde una perspectiva científica, no basada en la moral rancia del conservadurismo queretano.
Exigimos Educación oportuna, puesto que Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha reconocido que en México, la brecha educativa es muy significativa entre las mujeres que fueron madres en edades tempranas y las que fueron madres en edad adulta, a ello se suma que las niñas embarazadas menores de 16 años corren un riesgo de defunción cuatro veces más alto que las mujeres de 20 a 30 años. Y un embarazo antes de los 19 años
representa un alto riesgo de muerte materna, equivalente al 20 por ciento del total de defunciones materna en el país (DGIS) La Organización Grupo Información en Reproducción Elegida (GIRE A.C)., señala que las consecuencias de las maternidades forzadas durante la niñez o la adolescencia en nuestro país son serias y numerosas, y tienen implicaciones en diversos ámbitos como la salud, la educación y las oportunidades laborales futuras. Mientras que en las jóvenes sin hijos su principal actividad es estudiar, en las madres adolescentes, es el trabajo del hogar. El
acceso a la educación sexual y reproductiva sin duda favorece que las niñas y adolescentes logren formar un proyecto de vida y planear, en caso de que así lo deseen, la maternidad en mejores condiciones para afrontar las responsabilidades que de ella se derivan.
En México, una de cada tres mujeres que tuvieron un parto o cesárea sufrió algún tipo de maltrato. 32.9 millones de mujeres se encuentra en edad reproductiva, de ellas, 8.7 millones de mujeres tienen una edad entre 15 y 49 años de edad y tuvieron, al menos un parto o cesárea en los últimos 5 años; 42% de ellas reportó que el último nacimiento de su hijo fue por cesárea. La violencia obstétrica es una forma de violencia que se ejerce contra las mujeres y se genera en el ámbito de la atención del parto, embarazo, posparto, o bien, sobre la salud sexual o reproductiva de las mujeres; constituye una violación grave a sus derechos humanos y es ejercida mayoritariamente en las instituciones de salud tanto públicas como privadas.
De acuerdo con datos del INEGI, 33.4% de las mujeres sufrieron algún tipo de violencia, Querétaro reportó 36.9%, 3.5 puntos por arriba de la media nacional. Las mujeres encuestadas señalaron haber sufrido algún tipo de violencia obstétrica, que van desde los gritos o regaños hasta la colocación de algún método anticonceptivo, sin su permiso (como la operación o esterilización para ya no tener hijos(as). Señalaron que no se les preguntaban ni les avisaban sobre dichas intervenciones o bien, que les negaron la anestesia o bloqueo para disminuir el dolor durante el trabajo de parto, sin darle explicaciones. Dentro de la atención médica que brindan las instituciones existe una prevalencia a la práctica de cesáreas, muchas de ellas innecesarias y no se les proporciona a las mujeres la información para que tomen decisiones, no se respeta su autonomía para decidir sobre un hecho tan importante como lo es el nacimiento de su hijo.
De los 3.7 millones de mujeres cuyo hija o hijo nació por cesárea, al 10.3% no se le informó de la razón de la práctica y al 9.7% no le pidieron autorización para realizarla. En el 57.3% la autorización la realizó es esposo o pareja. México ocupa uno de los más altos índices de cesáreas a nivel mundial, a pesar de que la cesárea pone en mayor riesgo a la madre y retrasa su recuperación.
Con todo lo anterior, exigimos:
• Absoluto respeto al principio constitucional del Estado Laico, estipulado en el art. 40.
• Legalización y despenalización del aborto, que demandamos al 60 Legislatura para que dictamen a favor del tema, pues con las recientes resoluciones de la SCJN, criminalizar a las mujeres por abortar es inconstitucional. Asimismo, demandamos hacer modificaciones al artículo del Código Penal de Querétaro que protege la vida desde el momento de la concepción.
• Educación laica, gratuita, científica y sexual en estricto apego a lo estipulado en nuestra Constitución y Tratados Internaciones suscritos por México. No al PIN parental.
• Políticas públicas efectivas para la prevención del embarazo adolescente. Respeto y aplicación irrestricta de la Norma Oficial Mexicana 046 (NOMJ 046).No a los embarazos infantiles.
• Garantizar a las mujeres el derecho a decidir sobre su sexualidad y reproducción brindando servicios de salud con un enfoque basado en derechos humanos y desde una perspectiva de justicia reproductiva.
• La inclusión de los derechos sexuales y reproductivos en la Ley de Salud del Estado de Querétaro.
Finalmente y no por ello menos importante, dignificamos la participación social de las feministas en sus diferentes expresiones artísticas, culturales, políticas, académicas, institucionales. Reivindicamos la protesta y manifestaciones en el espacio público como un derecho a la libre expresión, anteponiendo siempre la vida y la libertad de las mujeres.
Por un aborto legal, seguro y gratuito. Nosotras parimos, nosotras decidimos.
