Emma, Daniel, Cindy, Isabel, Silvia, Ulises, Gilberto y Claribel, 8 protagonistas que dan lugar al mismo número de relatos dentro del libro «Historias Privadas de la Libertad»; el cual, es la primera creación literaria de la empresaria y activista caleña; Johana Bahamón. En este sentido, la autora comentó que el número 8 se debe a que gusta de la numerología, su hijo Simón nación el 8 de agosto del 2008 casi a las 8:00 hrs., y este número representa importancia y equilibrio, no hay más razones, le pareció el equilibrio. Bahamón hizo notar que en su escritura se empecinó en lograr que, bajo ninguna circunstancia ella tomara un rol protagónico, si no cada una de las 8 personas que se involucran en la narrativa; toda vez que, es un medio para contar sus historias y hacerles visibles, aunque se mostró franca al aceptar que en cada historia vio representado algún momento de su vida. Bajo esta tesitura, la prosista recalcó la imperiosa necesidad de ver cómo es el país y comparar el reflejo de sus cárceles.
Johana Bahamón mencionó que el libro empieza con rebeldía, y, su trabajo actual; el cual, desempeña desde hace 9 años, ha sido en cierto modo, liberador para sus papás, puesto que le han echado del colegio y la universidad, también hubo lapsos, como cuando tuvo su primer hijo y quería casarse sólo por ello, bajo esta tesitura; Bahamón, especificó que el matrimonio no es muy importante para ella, se casó el 7 de noviembre y su hijo nació el 8 de agosto, ser mamá era algo nuevo para ella, ni sus amigas tenían hijos, fue la primera en casarse de su generación, su hermano es mayor que ella por 12 años; por lo cual, no tuvo la oportunidad de ver un hermanito, cuando nació su hijo, dio lugar a dos opciones, se adaptaba su hijo a su estilo de vida o ella al de él, sucedió lo primero, y se debió aclimatar el niño al ruido, los estudios de grabación, estar acompañado de mucha gente, etc., en general, entre historia e historia, la actriz relata un poco de su vida, segundo matrimonio, su segunda hija, cosas personales que no había contado.
Mía Salazar, Simón Cabas y Evelyn Maturana son sus tres hijos, ésta última, conforme hizo saber la empresaria, nació en prisión hace 2 años, en este punto, comentó que en Colombia, las mujeres mientras están en la cárcel, pueden estar con sus hijos hasta los 3 años, mientras esté embarazada o haya quedado embarazada por una relación conyugal. En este sentido, hizo resaltar que su libro concluye con la historia de Claribel, quien estuvo privada de su libertad mientras Johana escribía su libro, y Claribel le concedió a Evelyn la custodia temporal, razón por la cual, Evelyn se fue a vivir con Johana a su casa, aún sigue ahí, pese a que Claribel ya goza de su libertad.
Johana remarcó que las cárceles deberían cumplir con la finalidad de la pena conforme al Código Penitenciario, y brinden herramientas al interior, para que las personas privadas de su libertad tengan acceso al estudio, trabajo; y, derivado de ello, cuando salgan de esos lugares, se reincorporen de forma digna a los ámbitos social y laboral. En su fundación llamada Acción Interna, han diseñado una metodología a partir de conocer el día a día de estas personas, con el fin de conocer sus requerimientos; y, dar lugar a tres líneas de acción:
- Crecimiento personal y espiritual.
- Arte interno
- Productividad.
En la fundación trabajan por segundas oportunidades, que en su mayoría no han tenido ni la primera, portal razón, resulta pertinente convertir errores y adversidades en oportunidades. En este punto, mencionó que nadie mejor que estas personas sabe lo que es el encierro, conforme a su modo de pensar, el confinamiento generó empatía entre la población civil y la carcelaria, porque se quejaban del encierro al principio, pero no se compara con una celda; toda vez que, en prisión, la gente se ubica entre 4 paredes con gente desconocida, mientras en el hogar se convive con la familia, en casa el baño es para compartir exclusivamente entre los mismos integrantes, no es para 500 personas; emanado de lo citado anteriormente, Bahamón, recalcó la urgencia de hacer notar la empatía con la población carcelaria. En este sentido, destacó que el encierro también dejó motivación para ser mejores personas, ser más amables y pensar más en todos, pugnar por el bienestar común, la pandemia da una segunda oportunidad para ser mejores seres humanos, este año nos recuerda tal situación.
En cuanto a las diversas situaciones generadas por el encierro, señaló que las personas pueden ser presas físicamente por no soñar, ya que vivimos más encarcelados mentalmente que muchos individuos que se ubican en la cárcel, también conservamos más críticas, prejuicios y miedos, mientras que el trabajo de estar en la cárcel libera. A sus 38 años, ve como un cliché decir que todos somos lo mismo, pero lo vivimos y sentimos, a sus 38 años, siente y percibe que en verdad, somos lo mismo, porque independientemente de nuestro nivel socio económico, todos nos ubicamos en lo mismo, es importante, lo fue; y, sigue siendo, ya no constituye sólo una frase.
Hacen trabajo de calidad no cantidad, con sus programas capacitan, en las prácticas llevadas a cabo en restaurante son apoyadas por mejores chefs, y por tal razón, en su asociación se han hecho merecedores de reconocimientos nacionales e internacionales, incluso, por la revista times. Pero el aspecto más valioso radicó en que al lograr su libertad. trabajaron en los mejores restaurantes de Cartagena y la tasa de reincidencia fue del 0%.
Se dice que necesitan construir más cárceles en Colombia, la solución no es esa, es que no hayan más internos privados de libertad, conocer porque delinquen. En las 8 historias de su libro refleja al país, narcotráfico, hurtos, delincuencia ordinaria, microtráfico, etc., también está el otro lado de Colombia, la que empuja y espera otra oportunidad, son 8 ejemplos de personas valientes con la parte positiva. «Historias Privadas de la Libertad», en sus páginas exhibe la historia de Ulises, un integrante de la comunidad LGBTI que representa cómo viven en la cárcel las personas vinculadas a este sector de la sociedad, no es nada fácil; por ello, la escritora se afana en fomentar la diversidad y el respeto por las diferencias, el mensaje en el fondo es de ser una mejor persona, no juzgar ni odiar lo desconocido, no todos los que están en la cárcel son asesinos ni violadores, las historias de seres humanos para ella, son la mejor versión del libro, que la gente conozca sus historias y no sentencien.
Johana señaló que todos tenemos alguna aptitud, hay quienes cantan, bailan, actúan, etc., pero en común tenemos un talento, y es el de servir, lo que se requiere es quererlo hacer, para eso no se necesita estudiar ni prepararse, todos podemos apoyar cualquier causa, despertar ese talento y aplicarlo, cómo sociedad podemos apoyar a la población carcelaria cuando recuperan su libertad, es muy difícil volverse a reintegrar y creer en si mismos, porque cuando solicitan trabajo les exigen el historial judicial; y, si no se les da una segunda oportunidad, lo que hacen es reincidir.
Para concluir su oratoria, invitó a dar empleo a personas que han cometido errores, se lo merecen, ya cumplieron su condena y pagaron su deuda con la sociedad.
