El 10 de octubre, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, la Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro se suma y refuerza acciones para que las personas cuiden la salud mental en la línea de vida y presten apoyo a los demás.
La Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH, por sus siglas en inglés), con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), impulsa la efeméride y tiene el objetivo de crear conciencia sobre los problemas de salud mental en el mundo.
La salud mental de acuerdo con la OMS, es un componente esencial de la salud general y un derecho humano básico. Es el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno socio-cultural que los rodea, incluye el bienestar emocional, psíquico y social e influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante momentos de estrés.
Los entornos de trabajo seguros y saludables pueden actuar como un factor protector para la salud mental ya que ofrecen objetivos y estabilidad. En cambio, las condiciones laborales deficientes perjudican el bienestar mental, al reducir la satisfacción laboral.
Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que, previo a la pandemia, México ya figuraba como uno de los países con mayor fatiga por estrés laboral.
El estrés laboral es donde la creciente presión en el entorno puede provocar la saturación física y mental del trabajador, generando consecuencias que afectan la salud, e inclusive el entorno de la persona al generar un desequilibrio entre lo laboral y personal.
El síndrome de Burnout o también conocido como síndrome de desgaste profesional, síndrome de sobrecarga emocional, síndrome del quemado o síndrome de fatiga en el trabajo, fue declarado en el año 2000 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un factor de riesgo laboral, debido a su capacidad para afectar la calidad de vida, salud mental e incluso hasta poner en riesgo la vida del individuo que lo sufre.
La definición más aceptada es la de C. Maslach, que lo describe como una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño personal. La OMS definió al síndrome, como “el resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo, que no se ha manejado con éxito”.
Se recomiendan las siguientes estrategias de afrontamiento ante el estrés laboral existente:
- Llevar a cabo técnicas de relajación, meditación, música relajante y ejercicios de estiramientos.
- Practicar algún deporte ya que es un gran aliado para la liberación de endorfinas y nos ayuda a descansar mejor por las noches.
- Mantener un estilo de vida saludable: Cuidar la alimentación, dormir las horas necesarias, evitar tabaco y el alcohol y tomar descansos.
- Mejorar habilidades de comunicación, ser amable, exponer la situación y procurar no enfadarse.
- Buscar ayuda profesional en caso de ser necesario.
Para más información acudir al Centro de Salud.