Fotografía tomada en la Parroquia de Santa Ana
José Martín Lara Becerril, vicario de la Diócesis de Querétaro, mencionó que, el Viernes Santo tiene dos grandes momentos; ordinario por la mañana, cuando se hace el Via Crucis, ya sea meditado, recorrido por las calles o representado de alguna forma, según lo organicen las comunidades parroquiales.
Por la tarde, según la tradición, a partir de las 15:00 hrs., es llevada a cabo la Liturgia más importante del Viernes Santo, la celebración de la Muerte del Señor, cabe señalar que no se celebra la Santa Misa en mingua parte del mundo, recordemos que Jesús desde el Jueves Santo empieza la entrega de su Cuerpo y derramamiento de su Sangre, no hay misa sacramental sino existencial, es el Señor Jesús que se entrega en la Cruz.
El Viernes Santo por la tarde se efectúa la celebración antes referida y tiene varios momentos importantes, el primero es la liturgia de la palabra, su centro es la lectura de la Pasión del Señor Jesús y es meditada brevemente con la homilía de los sacerdotes, una vez terminada, hay otro momento llamado la adoración de la Santa Cruz, es muy importante, porque es el único día que la Iglesia Católica permite que se adore a la Santa Cruz, fuera de la Santísima Trinidad, porque la Cruz ha sido el instrumento por medio del cual, el Señor Jesús ha entregado su Cuerpo y derramado su Sangre por nosotros y nuestra salvación, una vez hecha la adoración con una reverencia, beso o gesto que manifieste la adoración, viene el tercer momento que es la Comunión del Cuerpo del Señor Jesús, las Hostias consagradas en el día anterior se consumen mediante la Comunión en Viernes Santo, la Iglesia se envuelve en el silencio, y a partir de ahí, la actitud es permanecer frente al sepulcro de Jesús para esperar su resurrección gloriosa.
