Fotografía tomada en Parroquia de Santa Ana
José Martín Lara Becerril, vicario de la Diócesis de Querétaro, destacó que el Jueves Santo es la entrada al Triduo Pascual.
Y al caer la tarde, como dice el Evangelio, nos resumimos dentro de las iglesias para celebrar la Cena del Señor Jesús, en esta actividad, se realiza la escucha de la palabra de Dios con las lecturas, da continuidad con el signo que Jesús hizo de la Última Cena con el lavatorio de los pies como muestra de servicio y entrega de la vida.
Después viene la Eucaristía, participación del Cuerpo y Sangre del Señor Jesús, luego se prolonga a un espacio de la noche para la adoración del Señor Jesús en la Santa Eucaristía en el Monumento, preparado para depositar la Reserva Eucarística, que será comulgada el Viernes Santo.
La celebración del Jueves Santo tendrá matices distintos dentro de las comunidades parroquiales, en algunas se acentúan diversos momentos, ya sea el prendimiento de Jesús en Getsemaní, la traición de Judas, etc., también puede ser la visita de las casas, ya sea la de Anás, Caifás, o alguna otra.
El Jueves Santo termina cuando alrededor de la medianoche se recoge el Santísimo en un lugar especial, desde donde permanecerá el Santísimo Sacramento para la celebración del día siguiente.