En el Centro de las Artes de Querétaro, sede de la Secretaría de Cultura del Estado, se llevó a cabo el concierto; «Música de Cámara de Mozart, Beethoven y Ponce».
El Mtro. Ezequiel Domínguez Cardoso, hizo saber que el programa se integró por 3 obras, comenzó con un dúo para violín y viola en G Major k. 523 de Wolfgang Amadeus Mozart, obra compuesta en 1783 que, exhibe la maestría de este compositor en la creación de música para diferentes combinaciones e instrumentos, consta de 3 movimientos: allegro de carácter enérgico, cautivador desde el comienzo con melodías encantadoras y un notorio virtuosismo instrumental, dentro del cual, tanto violín como viola hacen notar el entrelace de sus líneas melódicas, dando lugar a un diálogo lleno de vitalidad. El segundo movimiento es un adagio en una atmósfera más intima y contemplativa. Mozart nos deleita con melodías más serenas, creando una sensación de belleza y emotividad, capaces de invitar a reflexionar y llevar a un estado de tranquilidad. El tercer movimiento es un rondón animado lleno de destreza técnica y movimientos emocionantes, pasajes de virtuosismo colmados de posibilidades técnicas del violín y la viola.
Posteriormente, continuó una obra del compositor mexicano Manuel M. Ponce, fue una sonata a dueto de violín y viola que destaca por su belleza y afán de buscar la capacidad expresiva de estos dos instrumentos de cuerdas. El autor antes citado, escribió esta sonata en un período de gran influencia por la música europea y su riqueza armónica, enfatiza momentos de serenidad, así como pasajes virtuosos que desafían a los interpretes. Además, descubre la capacidad de Ponce para combinar elementos románticos con características de la música mexicana, creando un lenguaje musical único y cautivador.
Como tercera pieza, presentaron un String Trio in C Minor, Op. 9, Nº. 3 de Ludwig Van Beethoven creado a finales del Siglo XVIII, y destaca por su riqueza armónica. A lo largo de los movimientos de esta obra, el público asistente fue testigo de la maestría de Beethoven para generar melodías conmovedoras y dar lugar a diálogos emotivos entre violín, viola y violoncello, cada nota cautivó y llevó a un viaje musical inimaginable.