Pavel Granados, director de la FONOTECA Nacional, dio la bienvenida a la presentación de «Las que no te sabes de Chava Flores», una exposición virtual, para admirar cada vez más a este compositor jamás olvidado, según afirmó el funcionario federal.
«La casa de Chava Flores está llena de historias, canciones, partituras, viejos boletos de cine, fotografías, postales, caricaturas, revistas, instrumentos musicales, discos y hasta cintas de cine con grabaciones caseras en Super-8. No es que viniéramos a criticar, todo lo contrario: vinimos para pedirle a su hija, María Eugenia Flores, que nos permitiera mostrar a otro Chava Flores, al que nadie conoce, al coleccionista que disfrutó otro México. Con sus vivencias confeccionó canciones maravillosas, que nos hablan de un país que muchos, afortunadamente, llegaron a conocer. Como Chava cumple 100 años y como todos aquí lo admiramos, quisimos hacerle una exposición. Naturalmente, nada iba a impedir que nos dedicáramos a realizar con admiración un mapa sentimental de sus canciones, una geografía simbólica del barrio. El 14 de enero de 1920 nació y el 5 de agosto de 1987 murió. Y en medio de esos productivos 67 años nos dio personajes entrañables que reconocemos de pronto cuando paseamos por nuestra ciudad. Nuestro homenaje será virtual. Así es, querido Chava Flores, para que con tu generosidad de siempre, compartas canciones y buen humor –ahora los necesitamos más que nunca–, y para que nos muestres el gozo de ir al cine, de visitar los lugares que te encantaban. Antes, cuando era la premiere de una película, las taquillas ofrecían una edición especial de los boletos, alusiva al estreno. Ésa no se la sabía nadie. Pero pudimos conocer esa colección estupenda para que los visitantes de la Fonoteca la pudieran apreciar. Las que no te sabes de Chava Flores un mapa de los intereses, suceso y temas, que formaron la vida del compositor. Hagan favor de pasearse por la “Esquina de mi barrio”, por la “Vecindad Peso sobre peso” y por la “Plaza del mariachi”. Verán la colección del compositor, oirán los documentos sonoros que la Fonoteca preserva y disfrutarán las imágenes de la Fototeca Nacional».
Maru Flores, hija del Mtro. Chava Flores agradeció tanto a Pavel Granados y la Fonoteca, como a los expertos en curación e investigación, quienes se dedicaron con gran profesionalismo a presentar aspectos novedosos en la exposición.
Aunado a lo anterior, hizo notar que, su padre fue gran amigo del guionista y director; Alfonso Arau Incháustegui, de igual manera, lo fue del actor Sergio Corona, ambos eran bailarines de tap y comediantes, aunque luego se separaron; derivado de lo anterior, no se le hace raro que Alfonso Arau, residente en Estados Unidos y fiel admirador de su papá, haya escrito algo de Chava Flores. En este mismo orden de ideas, la Sra. Maru aclaró que se quedó pendiente una obra de teatro preparada por Carlos Monsiváis y otro amigo.
Recordó que Chava fue socio de Irma Carlón y Vicente Garrido Calderón en el restaurante 1800, al respecto, comentó que tiene una muestra de la bajilla del 1900. Maru trajo al presente que dicho establecimiento se situaba en Paseo de la Reforma esquina con Nisa, en una casa afrancesada de la época Porfiriana, adaptada a un restaurante internacional, donde el chef Fito hacía un filete maravilloso, por su parte, Maru en las noches apoyaba dentro del negocio en el área de contabilidad, cuando cerraban a la 1:00 hrs., era la época de Uruchurtu, Amparo Montes, Amalia Mendoza «La Tariácuri», y toda esa pleya de grandes bohemios, que no se oían comúnmente en el barrio. Fue un restaurante muy popular en ese tiempo; el cual, finalmente cerró y no queda nada de ese sitio.
Del mismo modo, Maru Flores, mencionó que su padre hizo grabaciones caseras en Súper 8, el cine estuvo siempre presente en su vida, aún tiene muy presente como juntaba dinero para ir a funciones. A principios de los cuarenta, hay una foto donde un fantasma se transparenta, esos efectos los estudiaba, aspectos como este, denotaban su afición por el cine.
El Mtro. Flores, conforme a lo hecho saber por su hija, no empezaba su día sin escuchar música, luego se metía a bañar, siempre oyó música y vio películas, iban al cine con él, coleccionó aspectos del séptimo arte y artistas que admiraba. En este punto, citó a la actriz; Kim Pauline Novak, añadiendo que Chava Flores conservaba algunas fotografías dedicadas por artistas.
Chava Flores convivió con Gabriel Vargas, autor de la Familia Burrón, ambos escribieron, uno en caricatura y otro en música, sobre la forma de ser de mexicanos y de la ciudad, se concentraban mucho en la CDMX, tuvieron una cercanía muy estrecha con el Mtro. Jiménez por el albur, Flores fue muy cercano a Vargas porque decía que el caricaturista era lo que él en la música, e iban por el mismo lado de la banqueta. Si bien, el Mtro. Vargas no vivió en La Merced, como lo hizo Flores, porque Vargas viene de hacendados radicados en el estado de Hidalgo; incluso, según palabras de la Sra. Maru, Vargas se habría hecho cargo de las haciendas, no sabe cuántas tenía, pero piensa que no las supo manejar y se trasladó a la capital, conoció a un amigo que lo llevaba a Tepito y le gustaba, iba y le enseñaban las convivencias y vecindades, de ahí surgió el gusto por hacer esas maravillosas cosas que todos conocemos, considera Maru Flores que Chava y Vargas nacieron para lo que fueron y son hasta nuestro días, «la vida los llevó a hacer la obra que tienen que hacer en este mundo, en el caso de ambos, los dos hacen reír, podemos leerlo y disfrutar, a Flores le pueden oír para que su día se vuelva agradable, siempre cambia el humor para bien». Maru Flores trajo a la memoria el momento en que solicitó a Vargas, que hiciera la portada de un cancionero, éste último acepto realizar la encomienda, llegado el momento de recoger el pedido, Maru Flores remarcó que no preguntaba el costo del servicio por temor, pero Vargas no cobró porque quiso participar en la obra de su amigo.
El Mtro. Chava Flores eligió Morelia para radicar y finalizar sus días allá, pese a que nació en CDMX; y, aunque la amó profundamente, quería tener una casa propia en provincia, durante el sexenio de López Portillo, el estuvo trabajando desde Tijuana a Chetumal, y ahorró para su casa, cuando decidió dejar CDMX e irse a disfrutar la provincia, eligió varias ciudades, pero se instaló en Morelia por su relativa cercanía a la capital, no quería distanciarse de sus hijas casadas. Maru Flores especificó que su padre también contemplaba Xalapa para edificar su cas, pero decidió no dirigirse a Veracruz porque llueve mucho. Finalmente la casa que hizo en la capital michoacana sólo disfrutó 4 años, a causa de la enfermedad que padecía. Como artista siempre disfrutó el aplauso y gustaba de que la gente lo buscara, por ello regresaba a presentarse a la CDMX, su casa era campirana, la gozaron todas y todos con él, y Chava Flores cumplió su misión de vivir en una ciudad preciosa.
