- La finalidad es ofrecer, a su población y visitantes, un lugar seguro ante las graves repercusiones de inhalar sus partículas.
La coordinadora de Cultura Preventiva y Salud de la FDe, Mtra. Elisa León García, destacó que eliminar la exposición al humo de nicotina y otros compuestos nocivos representa un paso fundamental que permita prevenir enfermedades crónicas vinculadas al tabaquismo activo y pasivo. Con ello, la Unidad Académica fortalece el compromiso institucional con la creación de entornos educativos libres de adicciones, donde se promueve el autocuidado y el respeto de los derechos de las demás personas.
La FDe tiene el respaldo técnico y operativo de la Ley General para el Control de Tabaco, que establece la obligación de preservar espacios 100 por ciento libres de humo; el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, que detalla las disposiciones de señalización, vigilancia y sanciones; la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, recomendaciones de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
De acuerdo con la docente, al alinearse con la Ley General para el Control de Tabaco, el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud y el artículo 4° Constitucional; la Facultad reafirma su responsabilidad de cumplir con las normativas nacionales e internacionales sobre salud pública y garantías individuales, convirtiéndose, dijo, en un referente ético y social
La iniciativa comenzó formalmente en julio 2025 con una serie de pláticas de concientización dirigidas al personal administrativo, charlas enfocadas en los riesgos que conllevan el humo del tabaco y la importancia de tener lugares sin acceso a los objetos que lo emiten. Explicó la Coordinadora que posteriormente, en agosto, se instaló señalética oficial en áreas comunes. En los próximos meses, se contemplan conferencias destinadas a estudiantes, de forma que se amplíe el mensaje y la participación.
Detalló que el humo de tabaco contiene más de siete mil componentes químicos, muchos de ellos tóxicos y al menos 70 artículos cancerígenos, cuyos efectos incluyen, por ejemplo, irritación de las vías respiratorias, tos crónica y dificultad para respirar, cáncer de pulmón, boca, garganta y vejiga; así como afección al sistema inmunológico y el desarrollo pulmonar en jóvenes. En fumadores pasivos, las consecuencias son igualmente peligrosas, en especial en menores de edad y mujeres embarazadas.