POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
El P. José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, publicó un video en el que relata la historia de San Arnulfo de Metz, santo patrono de la cerveza a quien la Iglesia celebra este domingo 18 de julio.
San Arnulfo o Arnoldo de Metz, explicó el P. Aguilar, “no es patrono de la embriaguez o los borrachos porque eso no tiene nada de santidad”. De hecho, precisó el sacerdote, “la embriaguez es parte del pecado de gula”, uno de los siete pecados capitales.
Sobre las razones del patronazgo, el sacerdote explicó que “durante cierta época la gente utilizaba los ríos como basureros e incluso la gente lanzaba cadáveres de personas y animales por lo que tomar agua de los ríos llegaba a ocasionar la muerte”.
Por eso y “para prevenir enfermedades y la peste”, el santo “predicaba sobre el peligro de tomar agua en aquella época. En su lugar recomendaba tomar cerveza porque en aquella región se elaboraba con mucha facilidad”.
En el año 627 San Arnulfo se retiró a un monasterio cerca de Remiremont en Francia, donde murió el 18 de julio alrededor del año 640.
Un año más tarde, los ciudadanos de Metz pidieron que su cuerpo fuera exhumado y llevado a su ciudad de Metz para enterrarlo en su iglesia local en la cual predicaba las virtudes de la cerveza.
El P. Aguilar resaltó que según la tradición, “durante el viaje, largo y agotador, los fieles se detuvieron para comprar cerveza pero quedaba muy poca, algunos dicen que solo había un tarro que tenían que compartir y, sin embargo la cerveza alcanzó para satisfacer la sed de todos”.
“A esto se le conoce como el milagro de la cerveza y es la razón por la que se considera a San Arnulfo el Santo Patrón de los cerveceros y la cerveza”, subrayó el sacerdote quien alentó a los fieles a pedirle al santo que esta bebida «nunca sea consumida por los niños y siempre sea bebida con moderación».
San Arnulfo o Arnoldo nació en Austria alrededor del año 580 en una familia acomodada.
En su juventud entró al servicio de la corte bajo Brunegilda y luego del rey Teodoberto II quien lo incluyó en la lista regular de oficiales reales: fue comandante miliar y tuvo seis provincias bajo su cuidado.
Pasó 30 años en Metz, durante el periodo de los reyes merovingios.
En el año 612 renunció a todos sus cargos y, pese a estar casado y tener dos hijos llegó a ser Obispo de Metz, algo que no era inusual en la época ya que el poder civil iba muy de la mano con la jerarquía eclesial.
San Arnulfo también es venerado como santo en la Iglesia Ortodoxa.