Redacción y fotografía de Bajo Tierra Museo del Agua
Belém do Pará, 6 al 18 de noviembre
Bajo Tierra Museo del Agua participó en la COP30 y en la Cumbre de los Pueblos llevando una mirada desde Querétaro para visibilizar los riesgos hídricos y climáticos vinculados a los modelos de desarrollo actuales. Durante la misión el equipo entregó el informe Historias que andan, presentó la serie de mapas “Ciudades en Riesgo” y difundió el Decálogo por el Agua y el Clima para
fortalecer la incidencia desde lo local hacia lo global. Mientras los gobiernos nacionales y locales continúan sin concretar acuerdos a la altura del problema es necesario que, desde nuestras comunidades, sigamos profundizando alianzas y colocando el cuidado, la justicia hídrica y la protección de los territorios en el centro de la acción climática.
COP30: negociaciones multilaterales, alcances y límites Desde el Amazonas, un territorio decisivo para el equilibrio ecológico global y para las expectativas de justicia climática, las negociaciones de la COP 30 estuvieron marcadas por la urgencia de fortalecer los compromisos climáticos, particularmente en adaptación, financiamiento y protección de ecosistemas estratégicos. Quizá el logro más importante es el avance en marcos de acción para la implementación aunque de nuevo hicieron falta mecanismos vinculantes para asegurar que los estados parte cumplan con sus compromisos.
Brasil asumió un rol político y simbólico que por un lado, colocó a la Amazonía en el corazón de la discusión global; y por otro, buscó posicionarse como actor diplomático clave en la arquitectura climática. Sin embargo, la presencia política del Sur Global, aunque mayor que en ediciones anteriores, continúa siendo insuficiente y frecuentemente folclorizada en los espacios oficiales, lo que reduce la posibilidad de incidir de manera efectiva en los acuerdos finales.
Mientras las exigencias de los pueblos no se conviertan en compromisos, su presencia en los espacios seguirá siendo insuficiente.
México presentó su tercera NDC y su primer Plan de Acción Nacionales.
Reconocemos los avances de esta COP en torno al debate sobre adaptación, movilidad humana y resiliencia hídrica, pero es importante subrayar que las tensiones entre ambición climática y modelos de desarrollo basados en la explotación de territorios y ecosistemas siguen presentes. La falta de compromisos concretos y verificables sigue dañando la promesa de este mecanismo global para encontrar soluciones a la altura de la policrisis ambiental.
Cumbre de los Pueblos: movilización social y construcción de alternativas. En paralelo a la conferencia oficial, la Cúpula dos Povos reunió a comunidades, organizaciones sociales, movimientos territoriales, juventudes, pueblos originarios y colectivos de todo el mundo. Una
movilización amplia y diversa que puso en el centro la defensa de los territorios, la soberanía de los pueblos, la justicia climática y los derechos humanos. Esta movilización mostró cómo diversos actores sociales y laborales han formado coaliciones con defensores ambientales, movimientos climáticos y frentes agroecológicos.
En la Cumbre de los Pueblos se discutieron estrategias comunes frente al avance extractivo en la Amazonía y el mundo, el debilitamiento de los derechos ambientales, la inseguridad hídrica global y las desigualdades que profundizan la crisis climática. La Carta de los Pueblos y la Carta de las Infancias condensan las principales demandas hacia los gobiernos y organismos internacionales que salieron de este encuentro: protección de defensoras y defensores ambientales, garantías para las juventudes con el derecho a un futuro habitable, justicia hídrica, reconocimiento de la deuda ecológica histórica y participación efectiva de las comunidades en la toma de decisiones,
Entrega del informe sobre migración climática Historias que andan
Durante la misión, el equipo de Bajo Tierra Museo del Agua entregó el Informe Especial sobre Desplazamiento Climático, Historias que andan, a instituciones clave como la Relatoría Especial de la ONU sobre cambio climático y derechos humanos, la Organización Internacional para las Migraciones, LISER, UNU-EHS y la CIMA Research Foundation. El informe reúne historias de vida afectadas por inundaciones, sequías, contaminación y despojos, con cuatro estudios de caso (Bellavista del Río, Carrillo Puerto, Jurica–Juriquilla y Cerro Prieto) y un análisis de riesgos de desplazamiento potencial en la Zona Metropolitana de Querétaro. La recepción del informe subrayó la importancia de situar a las personas en el centro de la discusión climática porque detrás de cada dato hay personas, historias que cruzan la vida de comunidades enteras.
Presentación de los mapas de riesgo: ciencia ciudadana para comprender los territorios
En el panel “Desplazamientos climáticos: ¿Cómo asegurar la vida de aquellos que son históricamente más vulnerables y discriminados?”, organizado por Cooperación de la Juventud Amazónica para el Desarrollo Sostenible (Instituto COJOVEM), presentamos la serie de mapas “Ciudades en Riesgo”. Esta cartografía que retoma, complementa y fortalece los mapas “Aguas Turbias”, “Territorios Amenazados”, “Monitoreo de Incendios” del Museo del Agua de Querétaro, fue elaborada en colaboración con Netas Ciudadanas, Pedaleanda y Geografía en Viz, a partir de ejercicios de mapeo comunitario que registran inundaciones, expansión inmobiliaria, incendios provocados, aguas contaminadas y otros riesgos vinculados a la crisis climática. Con estas herramientas que combinan ciencia ciudadana, datos abiertos y trabajo comunitario desde la ciudadanía logramos ofrecer una lectura integral de los riesgos que atraviesan los territorios y aportar a la discusión sobre la importancia de incorporar conocimiento local y metodologías
participativas en la planificación urbana, la adaptación climática y la gestión del riesgo.
Decálogo por el Agua y el Clima
Como parte de Redes del Agua México, compartimos el Decálogo por el Agua y el Clima, un llamado a los gobiernos a reconocer que agua y clima constituyen una sola agenda. El documento plantea diez puntos esenciales: la necesidad de una política hídrica coherente con los compromisos climáticos, el reconocimiento del agua como derecho humano y bien común público, la gobernanza hídrica participativa, la igualdad en el acceso, el liderazgo de mujeres y comunidades, la integración de saberes ancestrales, la adaptación con justicia climática, la inversión transparente y la exigencia de compromisos medibles y verificables. El Decálogo fue presentado en el pabellón del agua y en distintos diálogos sobre resiliencia hídrica con actores científicos, institucionales
y comunitarios. Su difusión reforzó la urgencia de que toda política climática incorpore estrategias hídricas que aseguren la protección de los ecosistemas y la continuidad de los ciclos naturales que sostienen la vida.
¿Qué sigue?
Llevamos una mirada local a este espacio global para unirnos con otras voces y dejar claro que no existe acción climática sin una gestión integral del agua que reconozca la interdependencia entre la Tierra y quienes la habitan y sin situar el cuidado como respuesta ético política frente al colapso. Estamos de vuelta para seguir impulsando estas agendas en nuestro territorio. Las Conferencias de las partes sobre cambio climático han mostrado sus límites una y otra vez. Lo que sigue creciendo, ramificándose, y creando grietas en los sistemas de explotación y extracción, son las crecientes redes de solidaridad entre los movimientos sociales y ciudadanos del mundo. Desde ahí seguiremos ampliando las alianzas en favor de un presente y un futuro con la vida al centro de las políticas urbanas, hídricas y climáticas.
