En el Centro de las Artes de Querétaro, sede de la Secretaría de Cultura del Estado, se llevó a cabo una master class dentro del IV Festival de Canto Lírico.
Carlos Ezequiel Romero Jiménez de Querétaro, precisó que es una maravilla escuchar opiniones de profesionales consagrados, porque amplía el panorama y abre las puertas a la realidad, ya que en ocasiones uno va por la vida pensando que lo ha logrado, y al llegar a este tipo de lugares te percatas de que no es así, sin embargo, los catedráticos que tiene ahora sirven de guías, y ha tomado conciencia sobre que no es indispensable contar con muchos contactos ni dinero. Le fascina esta etapa de su proceso, realmente es algo fabuloso.
Le encantaría plasmar el contundente mensaje de nadie puede darse por vencido en esta carrera, pese a que hallen demasiados obstáculos. Bajo esta tesitura, consideró indispensable pensar que sí es posible y deben eliminarse los pensamientos acerca de que la música es individualista. Derivado de lo anterior, Romero Jiménez considera necesario dar lugar a la estructura de que este arte es un trabajo en equipo. También resulta muy edificante compartir la gran emoción de este quehacer artístico con el público de Querétaro.
Sobre la conferencia magistral titulada «La voz, reflejo del ser», impartida ayer por la soprano Zaira Soria en el Coro Bajo del CEART, destacó que la conferencia le hizo sentir como si estuviera frente a un espejo, porque al menos el 90% de las y los cantantes atraviesan por situaciones comentadas por Zaira. Al ejecutante queretano le encantó que Soria les hizo ver que no están solos, y tal pensamiento, resulta muy importante porque llegan a pensar en la deserción. En este contexto, Carlos considera que esta experiencia donde Zaira te dige que es un proceso, hace ver hay un camino por delante.
