Hoy el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el reglamento para la producción, investigación y uso medicinal de la cannabis y sus derivados farmacológicos en el territorio nacional.
El objeto del reglamento es el siguiente: “la regulación, control, fomento y vigilancia sanitaria de materia prima, derivados farmacológicos y medicamentos de la Cannabis, con fines de producción, investigación, fabricación y médicos”.
Las instituciones encargadas de ejercer las atribuciones conferidas a las leyes y vigilar el cumplimiento cabal del nuevo ordenamiento son la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) y del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El debate sobre el empleo terapéutico del cannabis dio principio en 2015, según la agencia REUTERS, ocurrió cuando los padres de la menor; Graciela Elizalde, interpusieron un recurso de amparo ante la Suprema corte de Justicia (SCJN), puesto que su hija exhibía severas complicaciones epilépticas y los quejosos solicitaban suministrarle cannabidiol (CBD) para el uso medicinal. Producto de ello, en 2017 entró en vigor un decreto que reformó ciertas disposiciones de la Ley General de Salud, con el fin de regular el uso del Cannabis, pero como se excedió el plazo para que las autoridades regularan las disposiciones, el asunto terminó por entorpecerse. Pero en agosto de 2019, un menor de 15 años con discapacidad logró ampararse ante la SCJN; y así, pudo hacer uso de la marihuana medicinal. Ya que la Suprema Corte instó a la Secretaría de Salud a efectuar un reglamento relacionado al uso medicinal de la cannabis; el cual, hasta ahora se había retardado.
Sobre el nuevo reglamento, el oficio refiere que los interesados en investigar acerca del uso medicinal de la cannabis tienen que contar con un laboratorio de control de calidad independiente, y el lugar deberá estar a cargo de personal calificado, contando con la instrucción académica y experiencia indispensable para gestionarlo.
COFEPRIS tiene la facultad de llevar a la práctica las verificaciones sanitarias pertinentes, además de ejecutar visitas de control de calidad, tanto a los laboratorios como al personal; y, sus respectivos sistemas de gestión de calidad. De igual forma, esta dependencia podrá acceder a resultados emanados, con el firme objetivo de comprobar que las condiciones en las que ejecuten las investigaciones sean apropiadas. Aunado a lo anterior, el documento legal específica que los indagadores que quieran profundizar en el asunto, tienen que obtener la autorización del protocolo de investigación; la cual, deberá ser asignada por la COFEPRIS. Entretanto, el permiso para sembrar la cannabis debe ser tramitada ante el SENASICA, para llevar a cabo este procedimiento resulta inevitable, adjuntar a la solicitud la autorización del protocolo de investigación. Resulta obvio hacer notar que hay una disposición que exige sembrar en un sitio confinado y permitido.
Sobre la prescripción médica, el reglamento dictamina que los interesados podrán obtener el código de barras de los recetarios especiales de prescripción de medicamentos de cannabis, sólo con previa solicitud ante la COFEPRIS. Bajo esta tesitura, el escrito legal puntualiza que todo profesional autorizado prescribirá los medicamentos de cannabis en recetarios especiales, e invariablemente deberá ser en original y copia.
También se menciona que, tanto la fabricación de medicamentos, como la posesión de la materia prima y los derivados farmacológicos, son responsabilidad de quien los conserva; motivo por el cual, tendrán que contar con los documentos requeridos que acrediten la legalidad. Del mismo modo, si se desea eliminar el producto, entonces, el investigador tiene que entablar comunicación con la COFEPRIS, para que dicho proceso se lleve a la práctica ante un verificador sanitario.
Fotografía de MS Noticias.
