Un joven sólo 17 años en México sigue siendo considerado un niño, pues ese niño ha conseguido calificar a una semifinal de clavados en Juegos Olímpicos.
Se trata de Osmar Olvera, atleta jalisciense que cumplió una meta que desde niño se había marcado: ser olímpico y en Tokio se concretó.
«Desde muy chiquito he querido estar en unos juegos olímpicos, obviamente si me lo dicen ahora puedo confirmarte que los sueños se vuelven realidad», apuntó Osmar.
Tras su actuación en las preliminares y su noveno puesto Osmar se siente con la seguridad de romper paradigmas a pesar de su corta edad.
«Estoy muy feliz, contento, emocionado al saber que estoy contra los mejores y eso me motiva aún más para dar mi máximo y es algo especial que a mis 17 años lo viva.
Ellos son muy buenos y me superan en años pero los límites me los pongo yo», aseveró en la zona mixta del centro acuático de Tokio 2020.
Al preguntarle la importancia de lo que logrado y a quien se lo dedica sentenció.
«Se lo dedicó a mi familia y a todas aquellas personas que me apoyan y yo claro que me veo en la final por lo que yo traigo y lo que se hacer» concluyó.
MS.
