Fotografía: cortesía
Nubia Alfonso y Anamaría Moctezuma, quienes integran la compañía Sopa de Clown, hablaron en el marco del XXX aniversario del Centro Nacional de las Artes (CENART); toda vez que, presentarán «FIÚ-FIÚ. Cómo ser clown sin dejar de ser mujer» del 24 de agosto al 13 de septiembre, al interior del Foro de las Artes.
Gardi Hutter, catalogada como una de las mejores exponentes del clown a nivel mundial, en algún momento de su carrera dijo que cuando no tenía el privilegio disfrutado hoy en día, recibía cuestionamientos por razón de género, «las mujeres no son graciosas»; afirmaban.
Al presente, los escenarios tienen mayor apertura debido a la presencia de una red conformada por féminas, quienes han irrumpido con el propósito de hacerse notar tal como son, pese a ello, aún el trabajo de la mujer clown es devaluado socialmente, no ser apreciado como una especialización del quehacer actoral le concede una relevancia menor, tal situación no es percibida por Nubia en sus colegas hombres, quienes siguen siendo figuras admirados en escuelas de actuación o instituciones culturales. En este contexto, se trajo a la memoria cuando la intérprete vallense; Pepa Plana i Llort, merecedora al Premio Nacional de Circo en España, cierta ocasión mencionó que algunos estudiantes cerca estuvieron de abandonar el aula cuando vieron a una mujer como su docente de técnica. Al respecto, Nubia aseguró no haber vivido problema similar, quizá en determinada circunstancia, un técnico pudo haber hecho caso omiso a sus comentarios mientras fungía como directora de escena.
En esta misma tónica, se comentó cuando Mercedes Ochoa «Merche», también condecorada con el galardón antes referido, rememoró sus inicios y los comentarios recibidos acerca de sufrir hambre, incluso morir por esta causa, al haberse inmiscuido en el clown. Bajo esta tesitura, Nubia, destaca creer en sí misma como el aspecto más difícil, aunque en su casa las mujeres podían gozar de muchas libertades. Pero quienes tomaban las decisiones y llevaban la batuta eran los hombres. Pensar en la viabilidad de llegar a escribir, producir o dirigir teatro ha constituido un proceso lento, el cual requiere de mucha necedad. Ahora, únicamente tiene la obligación de probar su capacidad a ella misma.
Por su parte, Anamaría, acentúa que varias mujeres clown intentan ver a su favor un mundo por explorar; y, trabajar para presentarlo, hasta llegar a reírse con el público. Empero, tener el control no significa competir con los hombres, por el contrario, la intención radica en generar sinergia al intercambiar roles y coordinar esfuerzos entre hombres, mujeres, jóvenes y personas mayores. Priorizando el grupo y no las individualidades. Para algunas personas ha generado sorpresa encontrarse con mujeres clown y divertirse, lo cual ha motivado la creación de nuevos públicos.
En relación a cómo afectan, tanto patrones culturales como el lenguaje verbal y no verbal en las relaciones inequitativas de género; Anamaría, afirma que el mayor perjuicio consiste en invisibilizar el trabajo femenino. Mientras continúen autonombrándose “payasas” y “payasitas”, el diminutivo será asociado a una condición de vulnerabilidad.
Aunado a lo anterior, remarcó que todas las mujeres han padecido en determinado momento de su vida por ser “calificadas” a partir del cuerpo. Pero se trata de una noción impuesta a través del tiempo en la educación de hombres y mujeres; bajo este tenor, la intérprete tilda de erróneo el pensamiento de que así debe ser, y aunque sea cuestionable, mujeres sigan accediendo a estereotipos como esmerarse en mantener su esbeltez, piel joven y pelo sin canas, además de utilizar prendas diseñadas para realzar su figura.
Algunos hombres también sufren con ésta práctica social, asegura la histriona, al precisar que las mujeres padecen de forma más rigurosa este tipo de hábitos; motivo por el cual, varias mujeres clown incluyen en sus rutinas la temática antes citada.
Para concluir su intervención, Nubia y Anamaría, recordaron la invitación abierta para disfrutar del trabajo de Sopa de Clown en el Centro Nacional de las Artes. También sugirieron conocer más acerca de su trabajo profesional en Facebook, IG, Twitter y Tik Tok.