Fotografía de Presidencia.
Juna Peñaloza Ibarra, teniente y química bióloga parasitóloga de la Secretaría de Marina (SEMAR), durante la «Mañanera del Pueblo» cuestionó el reportaje efectuado por el New York Times (NYT) sobre laboratorios de fentanilo del Cártel de Sinaloa.
En este respecto, destacó que no es posible reunir indicios suficientes para determinar la realización de un proceso de síntesis de clorhidrato de fentanilo en citada locación debido a que menciona de forma escasa el proceso, tanto de síntesis como de las sustancias químicas utilizadas.
Además, durante la ejecución de los videos y el articulo no se observó ni mencionan los principales precursores quimos para originar o sintetizar el fentanilo, como 4-ANPP, anilina y cloruro de propionilo por mencionar algunos, presentando únicamente sustancias químicas esenciales como el hidróxido de sodio y acetona. Tampoco se observa el mínimo de protección personal requerido para evitar intoxicación a causa de los gases desprendidos durante la reacción de síntesis, o bien, de exposición directa al clorhidrato de fentanilo puro, toda vez que, las principales vías de exposición de los opioides son por inhalación, exposición dérmica e ingestión, del mismo modo, el uso de guantes y equipos de respiración autónoma son indispensables para realizar este tipo de actividades.
Peñaloza Ibarra trajo a la memoria que, en una parte del vídeo los supuestos cocineros afirman no requerir el mismo equipo de protección personal que las reporteras debido a que han desarrollado tolerancia a la droga letal; si bien, existen factores capaces de influir en la toxicidad, como la tipología física de una persona, no existe evidencia científica que respalde tal idea, anexo a esto, el uso de pasamontañas o bandanas y el cubrebocas de tela de tres pliegues observados en los cocineros, pudiera estar vinculado únicamente como medida de protección de su identidad y no para protección personal.