Moderna, según se ha hecho saber, hasta el año inmediato anterior era una organización carente de productos comercializados, escasamente rentable, pero con una tecnología prometedora, aunque incomprobada. Inclusive, sus medicamentos y vacunas aún experimentales, no habían completado ensayos a gran escala. Derivado de lo anterior, conocedores del tema dividían opiniones sobre la eficacia de su vacuna contra el COVID19, basada en el ARN mensajero; la cual, se encontraba por ingresar la fase III de ensayos, mientras tenía enfrente otras vacunas cimentadas en tecnologías más consolidadas.
En cambio, el presente para dicha compañía pinta de un tono totalmente contrastante, hoy por hoy; Moderna, podría conseguir ingresos por USD 19,000,000,000.00 a causa del suministro de 1,000,000,000 de dosis de su inmunizador anticovid.
Al presente, esta farmacéutica ya vale más de USD 900,000,000,000.00, ha superado a le empresa alemana de la aspirina; Bayer, y a otras biotecnológicas como Biogen. En la actualidad esta empresa se ha convertido en líder del sector sin haber sido absorbida por una entidad de gran envergadura.
El vertiginoso crecimiento de Moderna y su principal contrincante en el ARN mensajero, la asociación entre Pfizer y BioNtech, han dado lugar a un importante aporte a la lucha por finalizar la pandemia del Coronavirus.
Derivado de lo anterior, se ha divulgado que, Moderna cuenta con fármacos en fase de prueba para tres categorías, y Bancel asegura que su organización también puede llegar a ser un fabricante de vacunas dominante, elaborando vacunas para virus emergentes como el Nipah y el Zika, además de otros patógenos más conocidos y complicados de abordar, como el VIH.
Moderna se afana en emprender un proyecto que de lugar a una supervacuna anual; la cual, podría suprimir diversas enfermedades respiratorias, como la gripa, el COVID19, entre otras. “Nuestro objetivo es administrar varios ARN mensajero en una sola inyección en una farmacia o en un centro de salud cada agosto o septiembre”, aseguró Bancel.