Ingresando al Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro (CECEQ), al fondo y a la derecha, en blanco y negro, encontramos el mural de Paola Delfín; Mictlantecuhtli, el señor del inframundo, preside radiante sobre un caótico enjambre de caballos, de los que emergen dos identidades mestizas. Esta deidad representa a la muerte y reinaba sobre el mundo subterráneo por el que los muertos viajaban. A pesar de las dificultades que el fallecido encontraba en el Mictlán, este no era un infierno si no un desafío que se enfrentaba para llegar al palacio de Mictlatecuhtli.
Los símbolos plasmados en esta pieza parecen reconocer los enormes dolores y penas del pasado como retos fortalecedores, que nos pueden dar fuerza e inspirarnos a vivir con conciencia. Entre el caos del conflicto humano y sus pasiones, es donde lo nuevo es creado y florece.