“Mi pretexto visual ha sido la pintura figurativa, sobre todo el retrato psicológico, porque más que copiar de manera fidedigna a la o él modelo me enfoco en lo que tiene qué decir esa imagen, sea persona u objeto”.
Así describe su obra Diana Michelle Galaviz Valles, artista visual duranguense, cuyas obras exploran distintas formas de representación en el género del retrato y la figura humana, sin dejar fuera de sus composiciones la carga simbólica.
Señala que hablar de un retrato psicológico se refiere a que retrata el sentir o la emoción que está reflejando la persona, no tanto el físico. A través del trazo busca plasmar más lo emocional y lo temperamental.
Egresada de la Licenciatura en Artes visuales de la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), Diana Michelle subraya en entrevista que la búsqueda de su estilo se ha dado de manera muy natural, ya que lo atribuye a su temperamento, el cual la lleva a desmenuzar primero su fuente de inspiración para transformarlo a través de pinceladas y colores sobre el lienzo.
“Siempre he pensado que mi obra es un auto retrato, a pesar de que no sea yo la de la imagen, lo que estampo es la carga emocional y lo que me hace identificarme con la persona o el objeto”.
Hablando de lo íntimo, Michelle señala que se da cuenta de que cuando pinta, al ser una actividad que le permite meditar, empieza a tener encuentros consigo misma y es ahí cuando comienza a resolver cosas “es para mí como si fuera mi terapia”, resalta.
Y aunque inicialmente en sus obras sobresalían los colores brillantes, ahora asegura que en sus últimos trabajos ha encontrado más mesura “ya estoy pintando de una manera más tranquila, antes era muchísimo color y ahora es algo más tranquilo, pero con fuerza”, aclara.
La ganadora del Premio Estatal de Pintura “Guillermo Bravo Morán” por la obra Cuidados preoperatorios explica que la mayor parte de su trabajo es pintura figurativa, aunque reconoce que no ha dejado de explorar. “Me gusta el expresionismo y el impresionismo, me encanta ver tanto color hasta en la sombra, a pesar de que a veces uso ambientes oscuros por su mensaje. Ahora no sé si exista un impresionismo contemporáneo, pero yo diría que eso es lo que hago”.
Cabe resaltar que la joven artista plástica cuenta con tres obras dentro del acervo cultural del estado de Durango y realizó la imagen para el décimo Aniversario del festival de cine mexicano del estado de Durango. (2018), una exposición individual de la serie «El que no puede hablar» en la Galería 618 dentro de la exhibición «El espejo y la sed» (2019), así como la realización colectiva del mural Todos, por parte del colectivo «La casa” (del cual actualmente es miembro), dentro de las instalaciones del CECOART (2019).
Dentro de las exposiciones en las que ha participado se encuentra “A imagen y semejanza”, proyecto apoyado por el Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico el cual aborda la temática del retrato familiar.
“En este proyecto tomo los arquetipos de padre, madre e hijos y dentro de ellos desmenuzo temas implícitos y en su mayoría inconscientes como lo son la sobre adoración, el tributo a seguir, la herencia, sistema, el repetir, reparar, tomar, matar, amar y desdeñar.
El título lo tomo de la frase ‘a imagen y semejanza de Dios’ haciendo una analogía de ser a imagen y semejanza del núcleo en el que fuimos criados y ser reflejo de esta historia de vida”.
Finalmente, Michelle señala que está en su momento de exploración interna y aunque con mesura, sigue avanzando y hurgando en su pasado, en su infancia, en la familia, en su entorno con el que se identifica.
“Mi musa es mi exploración interna, el encontrar respuestas, el mejorar personalmente, salir de círculos viciosos propios o de otras personas”.
