- El país debe contar con rutas tecnológicas para sustitución paulatina de las fuentes de energía no renovables.
- Impulsar la innovación tecnológica para encontrar las mejores soluciones y garantizar su suministro constante.
México, Querétaro a 8 de septiembre del 2020 — El país requiere de una estrategia energética que no solo se concentre en petróleo, gas, carbón, energía solar o eólica, sino que impulse la investigación y desarrollo tecnológico nacional y explore las nuevas tendencias como el hidrógeno y la fusión nuclear, cometa el académico de la carrera de Ingeniería en Energía de la Universidad Mondragón México (UMx), Omar Yañez.
Si bien, no podemos desaprovechar los recursos disponibles de combustibles fósiles, es necesario recuperar las plantas hidroeléctricas y reestructurar la estrategia en torno a las energías renovables como la solar y eólica, como lo propone la presente administración federal.
También se debe impulsar la investigación y desarrollo tecnológico en torno a las potenciales nuevas fuentes de energías renovables como el hidrógeno y la fusión nuclear, explica el catedrático de la materia en Conversión de Energía.
Aún no se ha encontrado la fuente de energía perfecta, que sea inagotable, ecológica y barata. Por ello, México requiere establecer diferentes rutas tecnológicas para la sustitución paulatina de las fuentes de energía no renovables tomando en cuenta los alcances de cada tecnología como por ejemplo el hecho que por ahora no es viable cambiar el parque vehicular a automotores eléctricos, porque la infraestructura del país -incluso de los países desarrollados- no podrían soportar la demanda.
“Tenemos que conocer la realidad energética de México, sus capacidades actuales, posibilidades de crecimiento, impulsar la innovación tecnológica para encontrar las mejores soluciones y, especialmente, garantizar su suministro constante”, argumenta el especialista.
“El hidrógeno como energético se puede obtener a partir de recursos renovables como la biomasa y genera energía limpia, ya que en su combustión sólo se genera agua”, puntualiza.
Un ejemplo del uso del hidrógeno es Japón, donde el gobierno se unió con las empresas locales en 2017 con el objetivo de transformarse en la «sociedad del hidrógeno», donde todo estaría alimentado por combustibles libres de emisiones. Desde los autobuses, coches y hogares para el año 2050.
En nuestro país, desde 1999 se creó la Sociedad Mexicana del Hidrógeno por un grupo de investigadores, quienes buscan aplicar de forma efectiva toda investigación y desarrollo tecnológico relacionados con el tema para ofrecer a la sociedad una alternativa en energías renovables.
Incluso en 2011, probaron con éxito las celdas de hidrógeno en prototipos de autos monoplaza con posibles usos en aeropuertos y hospitales en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.
Otra, alternativa sería apoyar a los investigadores mexicanos interesados en participar en el programa del Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER) en Francia. Desde hace años, China, la Unión Europea, India, Japón, Corea del Sur, Rusia y Estados Unidos colaboran para la construcción del proyecto de fusión nuclear más grande del mundo, que se encuentra en su fase de ensamble.
El proyecto, describe el académico de UMx, básicamente busca replicar la fusión que realiza el Sol, en la Tierra, para desarrollar una fuente de energía limpia e ilimitada, el cual se espera se encienda en 2025.
En general, como nación se debe impulsar la innovación y desarrollo tecnológico en: sistemas solares, eólicos y geotérmicos, que se están gestando en las universidades y centros de investigación, que son de alto nivel y requieren de mayor apoyo y vinculación con la industria, concluyó.