El Ing. Jorge Fernando Rocha Balderas, presentó el tema «Mexicanos en la Segunda Guerra Mundial» en el Centro de las Artes de Querétaro dentro de Lunes de Cronistas.
En el caso de la Segunda Guerra Mundial hay 2 símbolos que destacan por encima de cualquier otro, se trata del humo generado por la destrucción masiva nunca antes vista, después del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. La otra representación icónica es la Swastica, símbolo elegido por el partido Nazi, como señal de buena suerte. Anteriormente se utilizaba en la India, Nepal, incluso, en culturas nórdicas la mostraban como el martillo de Thor girando, pero desde los Nazis quedó marcada por esa situación.
Advertencias del Reino Unido acerca de lo que sucedería si invadían Polonia, no fueron tomadas en cuenta por los alemanes, quienes realizaron la acometida y dio comienzo la beligerancia que, en primera instancia fue solo entre países europeos.
El primer imperio alemán fue desarrollado en tiempos de Carlo Magno, el segundo bajo el líderazgo del Kaiser Wilhelm II y el que estaban a punto de desarrollar y duraría 1000 años, sería el tercero.
El 6 de junio de 1944 la incursión militar de fuerzas aliadas protagonizada por Estados Unidos-Inglaterra-Canadá, mediante una operación anfibia, planeada por mucho tiempo, originó el gasto de demasiados recursos.
México no tenía una rama aérea en su Ejército, por tal razón, Luis Pérez Gómez se fue a Canadá para reclutarse y convertirse en piloto, el oficial Luis Pérez estaba incluido en la Real Fuerza Aérea canadiense. Las aeronaves se marcaban con líneas blancas llamadas el Rayado de Normandía. Luis Pérez Gómez fue derribado en su avión y falleció, cayó cerca del pueblo de Sassy, habitantes del lugar acudieron para ver si podían rescatar a los soldados aliados, pero los encontraron muertos, vieron los apellidos y pensaron que era español, procedieron a enterrarlo en su cementerio. Un piloto aliado que quizá haya sido español, tuvo un romance con una canadiense, a quien le llegó un mensaje sobre la muerte del oficial; derivado de lo anterior, investigó con pilotos y posibles sobrevivientes; finamente, concluyó que el piloto fallecido fue Luis Pérez, se hizo un reconocimiento.
El general Robert L. Cárdenas nacido en Mérida, migró con su familia a Estados Undos y se reclutó en cuerpos aéreos, lo nombraron piloto de entrenamiento, probó diversas aeronaves previo al ingreso del Ejército estadounidense a la guerra; y, después del ataque a Pearl Harbor. Fue incluido en el grupo 44, tuvo cerca de 20 misiones, cambió de naves, fue derribado por la artillería anti aérea, cayó en Suiza como prisionero, logró escapar y volvió a Estados Unidos, ahí quedó convaleciente por una herida en la cabeza, pero siguió activo, ya no eran los cuerpos aéreos del Ejército, se había constituido la Fuerza Aérea estadounidense, probó los primeros «cazas» capturados en la guerra y llevados a Estados Unidos. En esa época el avión grande soltaba el avión pequeño y el piloto que lo manipulaba llevaba un tipo de traje espacial, el general Cárdenas tripulaba el avión mayor. Se mantuvo activo durante la guerra de Corea y Vietnam, alcanzó el grado de General Brigadier, murió a los 102 años en 2022. Un bombardero Steel pasó por encima de su funeral a menara de homenaje.
Mayor Héctor Pérez García, nació en Tamaulipas, emigró a Estados Unidos, estudió medicina y se enlistó cuando Estados Unidos ingresó a la Guerra, pasó a los cuerpos médicos del Ejército, ganó la Estrella de Bronce entre otras condecoraciones, al volver en tiempos de paz fundó la American GI Forum, con el firme objetivo de lograr igualdad en las Fuerzas Armadas estadounidenses; toda vez que, soldados de América Latina enlistados en el Ejército no tenían los mismos derechos que los soldados blancos, un caso sonado es con el soldado Félix Longoria, estadounidense de padres mexicanos, quien a pocos días de que concluyera la guerra frente a Japón fues asesinado por combatientes japoneses, no querían honrarlo, pero el doctor Pérez García con ayuda del senador Milton Ruben Young, lograron que Longoria fuera reconocido, el primer soldado de ascendencia mexicana enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington. Héctor Pérez García falleció en 1995, quien hasta ahora tiene en Texas una biblioteca en su memoria, también se le rinde tributo en Corpus Christi mediante una estatua, la cual es tocada en el pie por estudiantes a manera de cábala antes de presentar exámenes. En México se le otorgó el Águila Azteca.
Sargento Macario García, emigró desde muy joven a Estdos Unidos, ganó la Medalla de Honor, porque su arrojo contra tropas alemanas logró que su pelotón avanzara. El presidente Truman le otorgó la presea del Congreso, también obtuvo más deferencias. Posteriormente, quedó a cargo de la oficina de Veteranos en Texas, conoció al entonces senador John F. Kennedy. Fue enterrado con todos los honores militares.
Sargento José Mendoza López, originario de Oaxaca, fue boxeador, ingresó a la marina mercante; y, al estallar la guerra debido al ataque a Pearl Harbor, se enlistó en el Ejército. En combate, su pelotón fue rodeado, y el hizo uso de una ametralladora enorme, cargándola se abalanzó contra rivales alemanes, solo con su 1.60 metros de estatura. Derivado de lo anterior, ganó la Medalla de Honor, presea que le fue entregada en el campo de batalla.
Camargo Herrera de Chihuahua, emigró a Estados Unidos, y en una emboscada su pelotón se vio acorralado, pisó una mina; y, con medio cuerpo tomó su arma para cubrirlos del fuego enemigo, derivado de lo anterior, hizo posible que su agrupación avanzara. El presidente Truman le entregó la Medalla de Honor y el Corazón Purpura. Antes de que falleciera fue autorizado por los gobiernos de México y Estados Unidos para portar las medallas de honor que le entregaron ambas naciones.
Soldado Pedro Cano, cuando él y su pelotón se vieron atrapados encontró una salida, tomó una bazuca para destruir puntos de ataque del rival, le entregaron la Estrella de Bronce, el Corazón Purpura, entre otros. Se pidió la Medalla de Honor; sin embargo, se le otorgó la Cruz del servicio distinguido, no le avisaron que la ganó y le hicieron llegar por correo el reconocimiento, solo la guardó en una caja. Conocidos solicitaron que la entrega se hiciera de manera propia, también el gobierno mexicano hizo un llamado al respecto, finalmente se le concedieron todos los honores.
Las mujeres tuvieron un rol substancial en este lapso, se dio a conocer el cartel donde aparece «Rosy la remachadora», debido a que mujeres ocuparon el lugar de los hombres en las fábricas. Una de ellas fue María Isabel Solís Thomas, al igual que su hermana Elvia Solís Thomas, originarias de Veracruz, emigraron a Estados Unidos y trabajaron de soldadoras en muelles californianos, para reponer naves perdidas en acciones bélicas.
En este punto, Fernando Rocha, recordó cuando Estados Unidos y Gran Bretaña impusieron un boicot al petróleo mexicano por lo sucedido con el presidente Lázaro Cárdenas, quien encabezaba un gobierno que, finalmente, encontró un cliente en la Alemania Nazi; en ese entonces, había simpatía hacia la Alemania de Adolfo Hitler. Davies, un empresario estadounidense, gestionaba para que el petróleo mexicano pudiese llegar hasta Alemania. En medios prevalecía la filia hacia los alemanes.
Hubo espías en México, destacaba la artista alemana Hilda Krüger, involucrada con la agencia encargada del cine alemán, desarrollaron películas que exaltaban la superioridad de la raza aria. Hilda salió de Alemania para dirigirse a Inglaterra y después a Estados Unidos. Con México había fricciones para que no hiciera negocios con Alemania, porque Estados Unidos iba a ingresar a la guerra. Llegaría el presidente Miguel Ávila Camacho; y, se podía negociar con él, debido a que, desde los primeros días se decía que encabezaría un gobierno muy corrupto. La actriz referida previamente, tuvo acercamientos con ídolos del cine nacional, entre ellos; Cantinflas, también tuvo vínculos con el entonces secretario de Hacienda, después con Miguel Alemán, quien en aquel tiempo fungía secretario de Gobernación, fueron amantes, le puso un departamento en la colonia Juárez, y continuó el abasto energético. Posteriormente, finalizaron las relaciones con potencias del Eje.
El 28 de mayo de 1942 se declaró la guerra al Eje, por el hundimiento de dos barcos petroleros, sin embargo, Juan Rulfo, quien durante el conflicto estaba a cargo de aduanas y migración, dio una entrevista en 1977 para RTVE, y contó que los alemanes no hundieron el «Potrero del Llano», la verdad fue que explotó porque operarios mexicanos desconocían esas tecnologías. Pero México ingresó a la guerra y se realizaron una serie de carteles para recordar a los hundidos y las vidas perdidas. Fue decretado oficialmente el Servicio Militar Nacional, con Estados Unidos se estableció el programa bracero para reemplazar mano de obra en aquel país.
En ese momento, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) era aceptada; inclusive, anuncios solicitaban apoyarla, porque defendía las libertades de todo mundo.
The Walt Disney Company difundió al personaje Pancho Pistolas junto al pato Donald y José Carioca, representaban a México, Estados Unidos y Sudamérica, unidos en la guerra.
El Escuadrón 201 compuesto por muchos voluntarios, se hizo notar cuando el conflicto en Europa estaba cerca de terminar. Tanto la URSS por un lado, como por otro, estadounidenses e ingleses se ubicaban en las inmediaciones de Berlín. Entonces, seleccionaron las Filipinas para enfrentar a Japón. Primeramente, los mexicanos se dirigieron a Texas y de ahí a Filipinas, más tarde, volaron aeronaves estadounidenses para atacar lugares de artillería, varios perdieron la vida, desarrollaron la identidad del Escuadrón 201, cuando regresaron al país fueron recibidos en Buenavista, paulatinamente, el grupo en el poder fue despresurizando este tema, con el afán de que ningún integrante del Escuadrón 201 mostrara intenciones de lanzarse como candidato a algún cargo público relevante.
