Redacción ACI Prensa
Mons. Henryk Hoser, enviado especial del Papa para la parroquia y el santuario de Medjugorje (Bosnia y Herzegovina), falleció el pasado martes 10 de agosto en Varsovia (Polonia), aunque la Conferencia Episcopal Placa no difundió la noticia hasta el viernes 13 de agosto.
El Arzobispo polaco falleció a los 78 años tras enfermar de COVID 19. El prelado también estaba enfermo de malaria y, aunque su estado era grave, confiaba en recuperarse y regresar al santuario de Medjugorje tras su convalecencia.
Sin embargo, su estado de salud empeoró repentinamente por lo que debió ser ingresado de nuevo en el hospital de la capital polaca el martes pasado, donde falleció horas después.
Mons. Hoser recibió del Papa Francisco en febrero de 2017 el encargo de Enviado Especial de la Santa Sede en la parroquia de Medjugorje.
En mayo de 2018 el Pontífice formalizó su misión al otorgarle el encargo de Visitador Apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje por tiempo indeterminado y ad nutum Sanctae Sedis, es decir, por iniciativa de la Santa Sede.
La misión de Mons. Hoser encomendada por el Santo Padre tenía un carácter pastoral, sin ninguna referencia a las apariciones marianas en Medjugorje, una cuestión doctrinal competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Según la biografía publicada en Vatican News, Mons. Hoser nació en Varsovia el 27 de noviembre de 1942. Estudió medicina y, en 1969, entró en la Sociedad del Apostolado Católico (Palotinos).
Fue ordenado sacerdote en 1974 y partió como misionero en Ruanda, donde permaneció hasta 1995. Fue presidente de la Asociación de Centros Médicos Asociados en Kigali (Ruanda), donde fundó un Centro Médico-Social, responsable de un centro de monitorización epidemiológico de Sida y de un programa de asistencia psico-médico y social de enfermos.
En 1994 fue nombrado experto en el campo de la familia y del desarrollo en el Sínodo Especial para África. En ese año fue nombrado Visitador Apostólico en Ruanda.
Fue secretario de la Comisión Episcopal para la Santidad y, a continuación, de la Comisión Episcopal de la Familia.
Entre 1996 y 2003 fue superior regional de los Palotinos y miembro del Consejo Misionero de la Conferencia de Superiores Mayores en Francia. En 2004 es nombrado rector de la Procura misionera palotina en Bruselas y se incorpora en la pastoral en el ámbito de la Unión Europea.
En 2005 San Juan Pablo II lo nombró secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y presidente del Obras Misionales Pontificias con dignidad de Arzobispo.
En 2008, el Papa Benedicto XVI lo nombró Arzobispo-Obispo de la Diócesis de Varsovia-Praga, en la Archidiócesis de Varsovia, Polonia.
En 2017 el Papa Francisco lo envía a Medjugorje como Enviado Especial de la Santa Sede y en 2018 lo nombra Visitador Apostólico con carácter especial por tiempo indefinido.
Apariciones marianas
Las supuestas apariciones marianas en Medjugorje comenzaron el 24 de junio de 1981. Seis niños de este pequeño pueblo de Bosnia y Herzegovina, entonces bajo el régimen comunista de la antigua Yugoslavia, aseguraron haber visto a la Virgen María.
Según su testimonio, la Virgen le habría transmitido un mensaje de paz para el mundo, un llamado a la conversión, a la oración y al ayuno, además de una serie de secretos sobre eventos futuros.
Desde su origen, las presuntas apariciones de Medjugorje han sido fuente de controversia pero también de sincera devoción y conversión.
La Santa Sede concluyó en enero de 2014, una investigación que duró casi cuatro años sobre los aspectos doctrinales y disciplinarios de las supuestas apariciones, y presentó un documento a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Congregación todavía está estudiando el documento y, una vez finalizado el proceso, enviará un informe al Papa para que sea él quien tome la decisión final.
En mayo de 2017 el mismo Papa Francisco, en el vuelo devuelta a Roma después de haber visitado el santuario de Fátima, reveló que el documento en estudio establece una distinción entre las primeras apariciones marianas de Medjugorje y las que tuvieron lugar a continuación.
Sobre las “presuntas apariciones actuales”, señaló el Santo Padre, “el informe tiene sus dudas”.
Encargo pastoral
Sobre la misión desarrollada en estos años en Medjugorje por Mons. Henryk Hoser, la Santa Sede señaló en un comunicado de prensa en 2017, tras su nombramiento como Visitador Apostólico, que “se trata de un encargo exclusivamente pastoral”.
Su misión “tiene la finalidad de asegurar un acompañamiento estable y continuo de la comunidad parroquial de Medjugorje y de los fieles que acuden en peregrinación y cuyas exigencias requieren una peculiar atención”.
En 2019 la Santa Sede dio autorización para que sacerdotes y obispos organicen peregrinaciones al santuario de Medjugorje siempre que no impliquen un reconocimiento de las apariciones.