Aún sin haber resultados publicados sobre un ensayo internacional denominado REMAP-CAP, señalan que son dos fármacos: srilumab y tocilizumab, los cuales, podrían disminuir el riesgo de muerte de los pacientes en cuidados intensivos. Los fármacos en cuestión son Actemra de Roche o Kevzara de Sanofi, mejorarían en gran medida las tasas de supervivencia y reducirían la cantidad de tiempo, en el cual, los pacientes mejoran significativamente las tasas de supervivencia y ven disminuido el tiempo requerido en cuidados intensivos.
Hallazgos publicados en la red por medRxiv, exhibieron que el inmunosupresor Actemra, mejor conocido como tocilizumab, y el Kevzara, también llamado sarilumab, bajaron las tasas de muerte en 8.5 puntos porcentuales entre pacientes hospitalizados y en estado grave a causa del COVID19.
Lo cual querría decir que, por cada 12 pacientes tratados con uno de los dos medicamentos, una vida extra sería salvada, conforme a lo hecho saber por Anthony Gordon, profesor de anestesia y cuidados intensivos del Imperial College de Londres, quien por cierto, habría dirigido el estudio.
Cerca de 800 pacientes tratados por COVID19, quienes se ubican en estado grave y tomaron parte en el estudio REMAP-CAP, exhibieron que los fármacos mencionados reiteradamente, disminuyeron las tasas de mortalidad: de 35,8% en un grupo de control a 27,3%.
Resultados han dado a conocer que, en promedio, pacientes tratados con Actemra o Kevzara, lograron una recuperación más rápida y consiguieron el alta médica de cuidados intensivos en un lapso que oscila entre 7 y 10 días, antes que aquellos pacientes, quienes no recibieron dichos medicamentos.