Lo más generoso y valioso que uno puede hacer como artista es explorar y compartir todo aquello disfrutado genuinamente: Fuensanta

Fotografía de Revista Bocetos con patrocinio de la Fundación Cultural México, Orgullo y Tradición (FCMOT)

Fuensanta Méndez, compositora, cantante y bailarina veracruzana, quien con su presentación en la más reciente edición del Eurojazz, tomó parte en el cierre de la conmemoración del XXX aniversario del Centro Nacional de las Artes (CENART), se dijo complacida por haber representando a los Países Bajos, puesto que, se trata del país que la ha acogido y formado por varios años. Pero considera sumamente valioso escribir e interpretar sus canciones para la gente de México. Derivado de lo anterior, haber contado con la presencia y sensibilidad de todos los asistentes el 24 de noviembre del año inmediato anterior en el recinto mencionado con antelación, le llena de emoción.

La artista trajo a la memoria que nació en Tlalnelhuayocan, al interior de una casita en el bosque de niebla, se instruyó con los libros, los discos, la práctica de sus padres; también en la escuela y con la gente de Xalapa. Posteriormente, se trasladó a Ámsterdam y continuó su aprendizaje al aprovechar la interacción con personas que arriban a esa cuidad desde varias partes del mundo. Se involucró en el conservatorio y emprendió giras.

Aunado a lo anterior, recordó que desde muy temprana edad, deseó involucrarse en el arte de alguna forma. Tomó la decisión a los 13 años, precisamente el día de su primera clase de canto. Más tarde, pasaría a otras ideas; y, pese a que hay muchas cosas disfrutables para Fuensanta, nunca ha podido pensar seriamente en otra manera de vivir. Sin embargo, cuando no se siente del todo bien y piensa que le falta alguna cualidad necesaria para vivir del arte, al final concluye que, para bien o para mal, deberá aprender a hacer funcionar su trabajo artístico porque no ve más opciones. Únicamente se visualiza en el ámbito donde está inmersa o muerta. Pero cuestiona, cómo y para qué, no obstante, es profundamente feliz al saber que le corresponde hacer arte. Con sus dificultades y alegrías.

Para Fuensanta, transcurrir el tiempo en este mundo con su dedicación a la música, constituye el mayor privilegio de su vida, junto con la familia y el sitio en el que nació. Bajo esta tesitura, la creativa afirma que, la música y el arte son, además de la hermosura de las disciplinas y la disciplina de la hermosura, una comunidad infinitamente noble. Toda vez que, uno se encuentra con personas realmente buenas y empáticas; personas que tienen en común el dedicar su día entero a pensar “¿cómo podemos hacer algo más bello, más sincero, más profundo, más relevante, más útil, mejor?” No habla sólo de los artistas, sino de todos los individuos comprometidos para hacerlo posible. Y la reciprocidad con el público también sucede en zonas muy luminosas a nivel humano, es decir, que aunque todos tenemos luz y sombra, siente que este trabajo se mueve, sobre todo por las áreas de luz dentro de las personas. En fin, vivir así. le parece una distinción inmensa; y, hay personas que deben luchar mucho por defenderlo. A veces piensa que, los artistas al ver o sentir algo hermoso u horrible, naturalmente se plantean ¿Qué creo con esto?

La contrabajista considera las melodías, la textura y la letra en caso de haberla, los factores más relevantes en sus composiciones. Dentro del proceso creativo, destaca sentir que las cosas están alineadas y hacen sentido en un plano abstracto que no se puede explicar del todo, es intuición pura. Al componer música, muchas veces hay un aura o sensación guía, útil para intentar el relleno de los vacíos en la composición; y, desarrollarla sin traicionar la atmósfera o el sentimiento perseguido, señaló Fuensanta, quien añade que, para eso, es muy útil buscar referencias de otros aspectos capaces de hacerla sentir como requiere y estudiarlas, con el fin de extraer algún elemento apropiado para copiar y obtener una estructura, con la cual empezar o salir de un lapso complicado donde su intuición no puede sola. Mientras más herramientas e información consiga acumular en su historia, más tiene de dónde obtener algo relevante su perspicacia. Con otros medios que nunca estudió formalmente, como la ilustración, la poesía o vídeo, no tiene más estrategia que prueba y error, hasta encontrar algo de su interés.

La visita de Fuensanta a México, dio principio con su concierto en el Eurojazz, ahí tuvo la oportunidad de reunirse con un cuarteto que es de su gusto; y, aprovecharon para grabar música. Permaneció en nuestro país durante las fiestas decembrinas, así resultó factible la convivencia con sus abuelas y otros familiares. Ahora intenta aprender a tocar leona. También está alistándose para grabar un disco en la primavera, objetivo planeado desde hace años.

La mayor enseñanza obtenida por Fuensanta a lo largo de su vasta trayectoria profesional, radica en que lo más generoso y valioso que uno puede hacer como artista es explorar y compartir todo aquello disfrutado genuinamente. Para concluir su intervención, mostró suma franqueza al agradecer la ocasión viable para compartir ideas. Le estremece en demasía construir paulatinamente un vínculo con la gente de México, y de esa manera, añadir valor de forma recíproca.