El sueño del músico guerrerense Francisco Javier Vega Cuevas era crear una monumental orquesta con especial énfasis en la música de Tierra Caliente, una de las regiones del estado de Guerrero, pero hacerlo “a gran escala, bien fundamentada, bien armada y ensayada”, recalca en entrevista.
Está en el camino a lograrlo, actualmente la Orquesta Infantil de Tierra Caliente se conforma por 86 niñas y niños de Ajuchitlán de Progreso; tiene el objetivo de promover y difundir la música a las nuevas generaciones, así como a nuevas y nuevos músicos “quiénes serán los que tomen la estafeta en un futuro próximo”, dice Vega Cuevas.
Comenta el entrevistado que prácticamente iniciaron a contracorriente, y tras varios inconvenientes que han logrado sortear; así, tras la suspensión de actividades por la COVID-19 han logrado arrancar con el proyecto por tercera ocasión.
Por lo pronto la idea del maestro es integrar a 50 niñas y niños más de Ciudad Altamirano, poblado en el que nació originalmente este proyecto y a dónde piensa regresar en cuanto sea posible para darle continuidad al sueño.
“La meta es hacer una orquesta monumental enfocada a niñas y niños de cuarto de primaria en adelante, con la intención de llegar a tener 150 integrantes para que, cuando los más grandes lleguen a preparatoria y sus actividades cambien, tengamos nuevos talentos”.
Comenta el violinista tradicional, originario del municipio de Arcelia, Guerrero, que este proyecto ha sido tan bondadoso que ha ayudado a infancias y juventudes a integrarse y socializar. “Les ha servido de terapia y han aprendido a socializar. Gracias a la confianza de los padres de familia y a su apoyo, ahora veo niños felices, desenvueltos y que vienen por gusto a aprender, esa es la clave de este gran proyecto”.
Comenta que, desde que la iniciativa se retomó, ha crecido a pasos acelerados y por ello, ha requerido del apoyo de otros músicos para la enseñanza de los diferentes instrumentos como violín, guitarra, percusiones, tamborita, bongoes, contrabajo y claves. “ya vi que no puedo hacer todo yo, ahora todos somos un equipo, una misma maquinaria, trabajamos para un solo lado”.
El director Vega Cuevas empezó a tocar violín a los 15 años, pero recuerda que desde los 10 inició con su promoción cultural en talleres de música “por eso digo que ya estoy a la mitad del camino, ya tengo 43 años y mi generación se va ¿y luego qué va a pasar? Entonces no hay más que enfocarse a las nuevas generaciones, porque los que vienen son los que siguen con la estafeta de difundir nuestra identidad, por eso decidí promover la música tradicional a nivel orquestal”.
La clase no se cobra, es gratis, lo único que el maestro pide para enseñarl es disciplina. No porque sea gratis no significa que no se tenga calidad o control, hay que ser constantes y perseverantes para alcanzar la meta, apunta.
“La mayoría viene por gusto y saben que tienen en mí un amigo, un aliado, a alguien que los respeta y los encausa, pero también espero lo mismo de ellos. Aquí vienen a aprender música de Tierra Caliente, posiblemente nos podemos pasar a otros estilos, un bolero, un mambo, sí lo podemos hacer, pero la idea es que ellos conozcan la música que nos heredaron los grandes maestros”.
Por lo pronto se siguen preparando y ensayando para próximos conciertos, el más reciente lo tuvieron en la Feria del Gallo en Cutzamala, Guerrero.