En el Centro de las Artes de Querétaro, sede de la Secretaría de Cultura del Estado, se realizó «Festival de Música Raíz México» con «Rockeando el Folclor» de la Mtra. Rosalía León, acompañada por los guitarristas César Huesca y Ulises Ortega.
Gustavo Adolfo Sánchez Rivera, coordinador de Difusión y Patrimonio Cultural, representante personal de Marcela Herbert Pesquera, titular de la dependencia citada previamente, hizo saber datos relevantes de la Mtra. Rosalía León, previo al ingreso de la artista al escenario.
Rosalía León llevó a cabo un conversatorio, en el cual, hizo resaltar que, hubo muchos instrumentos antes que la guitarra española. La lira, fue uno de ellos, pero era un instrumento sin caja de resonancia; y, solo los acaudalados y reyes podían escucharla; toda vez que, no llegaba más allá el sonido. De esa forma empezó la necesidad de hacer instrumentos más grandes, poco a poco llegaron al laúd y otros instrumentos antecesores de la guitarra, la elaboración del laúd, primero fue en India; luego en España. Hasta que apareció un laudero y carpintero llamado Toño de Torres, quien al inicio no sabía ejecutar la guitarra, pero aconsejado por músicos, inició su aprendizaje; incluso, hay quienes dicen que en las noches, había personas escuchando tocar a Antonio de Torres con alguna nueva guitarra u otro instrumento, algo muy mágico en verdad.
La compositora se dirigió al respetable para hacerles saber que, las guitarras son consideradas como patrimonio de la familia, ya que los familiares deben enseñar a las generaciones venideras el dominio de este instrumento, puesto que éste, no se va a la tumba, la madera está viva. Cuando estudias laudería te enseñan que la guitarra se expande y encoje, está horneada en una humedad que jamás morirá, y en un museo español, donde resguardan las guitarras de Antonio de Torres, hay determinados momentos en que acuden guitarristas a tocarlas, porque de no hacerlo, las guitarras se pandean, abren y mueren.
El instrumento mejora cada vez que se toca, debido principalmente a los surcos de las vibraciones. Aunque sea de la misma gama, marca o laudero; una guitarra jamás es igual a la otra, tampoco importa que sean hechas al mayoreo. Pero, como ya no hay árboles, hay guitarras de aglomerado o plástico. En este punto, Rosalía trajo a la memoria que, cuando llegó Antonio de Torres y encontró el sonido indicado, fue instituido el nombre de guitarra debido a las medidas, ya tenía un brazo, trastes, puente, caja de resonancia, etc., dicen que al principio se hacían con las puertas de casas, por ser maderas muy finas y de alta gama. Hoy solo se consigue en Brasil este tipo de madera.
Monjes llegaron a Paracho, Michoacán y enseñaron a pobladores cómo hacer las guitarras, hoy en día, son consideradas a nivel mundial como un instrumento capaz de competir con la alta gama. Las maderas en Paracho se denominan «rosa mexicano», es como el «palo de rosa» de Brasil. La historia cuenta que toda la tapa y la parte de atrás la sacaban de un solo árbol, ahora es solo de una parte, porque los árboles ya son muy chicos; y las hornean.
Cuando Rosalía estudió laudería aprendió a valorar más cada guitarra. En este punto, la creativa hizo saber que si «yo se tocar guitarra, le voy a enseñar a alguien», porque en algún momento de la vida otra persona tuvo que inspirarle para tocar un instrumento, por tal motivo, considera que la guitarra es un patrimonio, mucho mejor heredar que un carro. Bajo esta tesitura, trajo al presente cuando el Mtro. Paco de Lucía era un niño muy pobre, y su padre les dijo, tanto a él como a su hermano, que únicamente les podía dar una guitarra porque no le resultaba posible enviarlos a estudiar, también debieron salir a trabajar desde muy temprana edad. Así se hizo mágico Paco de Lucía, porque desde niño encaró a un público y a la vida real; pero, ante todo, supo aprovechar que le dieron el mundo en una guitarra. Dicen que si estás triste, la guitarra suelta endorfina como si estuvieras haciendo ejercicio.
Rosalía precisó que cuando le toca componer, sus canciones son las más tristes o felices, nada puede ser gris, inclusive, llega a berrear de dolor como sucede en la canción «Le perdí el gusto al respiro», pieza tan dramática que fue grabada por la Mtra. Eugenia León en un disco nominado a los Latin Grammy´s de 2020. En este respecto, hizo saber que le envió otra canción para su nuevo álbum de 2023, pero ahora sobre amor, la creación recibe el nombre de «Reza en voz alta», la cual, envuelve una notoria admiración a esta gran interprete. En este contexto, Rosalía destaca que cantar es una arma bondadosa, si vamos a tocar y cantar, nada puede separarnos, no tiene porqué haber guerra. Por ahora, solo espera que escuchen esta canción en voz de Eugenia León, aunado a lo anterior, Rosalía León informó que «Le perdí el gusto al respiro» saldrá en un álbum del Mtro. Javier Batiz.
El set list presentado por Rosalía León se integró de la siguiente manera:
1. Antes paso por la gloria
2. Como lumbre prendida
3. La bikina
4. Guadalajara
5. Xochipitzahua
6. La Güera Rodríguez
7. Aires del Mayab
8. Ay de mi que tengo suerte
9. Guitarreros
10. Espectro
11. Reza en voz alta
12. Huapango
13. Mi ciudad
Rosalía León agradeció a la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, al CEART y el personal que ahí labora, al Festival Raíz Música, a su banda y al público que tomó parte en este espectáculo. Fans pidieron a Rosalía una canción más, la cantante accedió e interpretaron «Casi creo que aquí te quedas»; seguidamente, se levantaron y despidieron, pero las personas asistentes solicitaron más canciones, y las últimas piezas ejecutadas por Rosalía León, César Huesca y Ulises Ortega, fueron «Medley de Gipsy Kings» y «Son de la negra».
Al finalizar la presentación, fans, público en general y artistas conocidos por Rosalía León se acercaron a tomarse fotografías del recuerdo. Cabe señalar que a este concierto asistieron personas no solo de la capital queretana, había público de otros municipios, mayoritariamente de San Juan del Río.
El concierto «Rockendo el folclor» en el CEART, dio lugar a un maravilloso reencuentro entre amigos y colegas de la música, Rosalía León volvió a interactuar con el profesor Ricardo Torrentera y Stefanie, recordando viejos tiempos y anécdotas donde daban clases en la misma institución. También aprovecharon la ocasión para abordar otros temas de interés, entre ellos, nuevas colaboraciones para el enriquecimiento musical; en este respecto, Stefanie destacó que resultó sumamente grato ver cómo la música tiene la capacidad de unir, tanto a los amigos como al mundo entero. Para concluir, Rosalía León dijo a Revista Bocetos que, estaba muy feliz y agradecida por haber vivido uno de esos conciertos donde le dejan ser, porque tuvo la oportunidad de apreciar caras gozosas además de que pudieron mostrar su trabajo de investigación útil para enorgullecerse de la mexicanidad. En general, considera que la presentación en el CEART, fue importante para encauzar una propuesta a las nuevas generaciones mediante un folclor moderno, con el firme objetivo de que escuchen estas canciones, acompañadas por música de su autoría como «Casi creo que aquí te quedas», «Espectro», «Reza en voz alta» y «Antes paso por la gloria«, obras musicales que le cobijan e impulsan a seguir en este quehacer artístico por demás hermoso.
