El Centro de las Artes de Querétaro (CEART) cumple su XI Aniversario; y, la Mtra. Rayito Zamudio impartió la Masster Class; técnica Klein, dentro del programa conmemorativo.
Al respecto, hizo saber que esta técnica fue desarrollada por Susanne Klein-Vogelbach, quien es originaria de la ciudad de Nueva York. La sesión impartida en el CEART, tuvo la finalidad de encontrar una manera más fluida del movimiento a partir de la estructura ósea y su alineación, empleando una serie de ejercicios y estiramientos, tanto de forma pasiva como activa, que permitan eliminar tensiones musculares y generar un mayor rango de movimiento, además de reducir la posibilidad de lesiones. La composición del hueso cambia según el grado de actividad, de igual manera, el tamaño, la estructura interna y la fuerza del hueso, también dependen de las presiones o esfuerzos que han de soportar, refirió la maestra Rayito, quien acentuó que las necesidades estructurales regulan el crecimiento óseo; en tanto que, los ejercicios y estiramientos constituyen un elemento fundamental para dar lugar a huesos fuertes. La técnica Klein ha resultado útil para muchas personas, sean bailarines o no, quienes han llegado al límite ofrecido por terapias tradicionales. En esta técnica se considera a la persona como un todo y no solo un cuerpo, hay interés en la integración, articulación y conexión a partir del sistema óseo o el corazón del cuerpo, como lo denomina Susanne, ya que es insuficiente visualizar a la persona como materia en términos de estructura, también debe considerarse el aspecto del movimiento y el componente energético. Es de vital importancia analizar, comprender y reintegrar a la persona en su totalidad, para que se vean los beneficios de esta técnica.
Hay trabajo interactivo con otra persona, estiramientos y movimientos de tacto. Al pensar que el hueso es el tejido más profundo y denso del cuerpo, conduce la mayor corriente de energía, está en el corazón de lo que somos, y a través de él, conocemos la esencia de nuestro ser, se hace notar que, el hueso no se vence a la gravedad, actúa como conductor llevando energía. Nuestro sistema óseo conecta con el conocimiento de nuestra identidad y el espíritu de voluntad hallado en los huesos. La energía en movimiento se experimenta, siente y ve reflejada en el cuerpo, de igual manera, en conjunción con el espíritu del cuerpo, es definida como el aliento, y se usa la respiración para el beneficio general.
